Esta semana las consejeras de Medio Ambiente y Cambio Climático, Ángeles Vázquez, y del Medio Rural, María José Gómez, presentaron los avances en la colaboración entre ambos departamentos autonómicos para mejorar los sistemas de detección temprana de fenómenos meteorológicos adversos, orientados a optimizar la gestión de incendios forestales en Galicia.

Una de las principales novedades es la ampliación del mapa sobre el Índice de Riesgo Diario de Incendios (IRDI), que hasta ahora se actualizaba diariamente con una predicción a un solo día. A partir de la próxima semana, este índice ofrecerá una predicción extendida a tres días, delimitada por concellos, asegurando un nivel uniforme de riesgo en todo el municipio para evitar confusiones y mejorar la eficiencia del sistema de predicción.

Ángeles Vázquez destacó que estas iniciativas se enmarcan dentro de un convenio de colaboración vigente desde 2022 entre ambos departamentos, con el objetivo de dotar a Galicia de un sistema propio de información y predicción meteorológica integrado en la aplicación XeoCode de la Consellería do Medio Rural, permitiendo una gestión en tiempo real de los incendios forestales.

Por su parte, María José Gómez subrayó la importancia del IRDI como herramienta esencial para la planificación incluida en el Plan de prevención y defensa contra incendios forestales de Galicia (Pladiga). Este índice facilita la determinación de zonas de riesgo y apoya la toma de decisiones preventivas antes de que se registren incendios forestales.

Además, ambas consejeras anunciaron el lanzamiento de un nuevo programa para gestionar eventos adversos derivados del cambio climático. Este programa incluye la adquisición de sensores avanzados y la implementación de técnicas de inteligencia artificial para mejorar la predicción y extinción de incendios forestales, contribuyendo así a la neutralidad climática y fortaleciendo la capacidad de respuesta ante situaciones climáticas extremas.

En resumen, el objetivo del Gobierno gallego es avanzar en la anticipación y gestión de fenómenos meteorológicos adversos, profundizando en el conocimiento científico y sensibilizando a la población y administraciones locales para una respuesta efectiva ante estas situaciones.