Salud
Sólo el 0,4% de los alumnos gallegos protege sus ojos cuando usan dispositivos electrónicos en el aula
Niños y jóvenes hasta 25 años son más vulnerables a los efectos de la luz de onda corta de los dispositivos electrónicos
En plena época de exámenes, niños y adolescentes gallegos aumentan el número de horas que pasan delante de las pantallas de ordenador, tabletas y otros dispositivos electrónicos para estudiar tanto en clase como en casa. A pesar de que España es uno de los dos países de la UE (junto con Reino Unido), donde hay mayor número de alumnos por ordenador, la protección visual de los estudiantes que utilizan estas pantallas es mínima.
De 391.525 alumnos gallegos no universitarios, menos de 4.800 estarían protegidos como se apunta desde la empresa española Reticare. Es decir, sólo el 0,4% de los alumnos gallegos por centro escolar disponen de la adecuada protección visual, que debe venir de la mano de las autoridades docentes y de los propios centros escolares.
Según Nilo García, Director General de Reticare y Tecnología Sostenible y Responsable “sorprende que sólo el 0,4de los padres proteja a sus hijos de un riesgo tan importante para su desarrollo futuro, cuando más del 90% de los vehículos están equipados con sistemas adecuados para el uso por niños”.
Según un informe de TNS Demoscopia nuestros adolescentes dedican una hora y media a estudiar y en cambio, pasan cuatro horas al día delante de una pantalla, ya sea de ordenador, consola o móvil. Todo este tiempo delante de la pantalla supone un desgaste de su capacidad de visión y hace que el estrés visual aumente porque las medidas para proteger sus ojos son a todas luces insuficientes.
Las nuevas pantallas LED de dispositivos como smartphones, tabletas y ordenadores pueden emitir un 500% más luz de onda corta que las anteriores según estudios realizados por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Esto supone un factor de riesgo irreversible para la retina y provoca otros síntomas más habituales relacionados con la fatiga visual como picor y enrojecimiento de ojos, dolores de cabeza, visión borrosa, etc.
La prevención pasa por ser la clave de cara a salvaguardar nuestra salud ocular futura y en este sentido, ya existen soluciones para hacerlo. La empresa española Reticare, ha desarrollado a nivel mundial y en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid el único protector ocular del mercado capaz de absorber la luz de onda corta emitida por los nuevos dispositivos electrónicos como smartphones, tabletas y ordenadores. Estos protectores tienen el objetivo de disminuir el factor de riesgo para la retina y prevenir futuras dolencias visuales. También pueden paliar síntomas como picor de ojos, dolor de cabeza, ojos irritados, visión borrosa y patologías del sueño. Son fáciles de colocar y además protegen la pantalla de arañazos.
“Es evidente que todos somos vulnerables a los efectos nocivos de la luz de onda corta, pero niños y jóvenes hasta 25 años, lo son aún más, ya que carecen de la protección natural que el ojo genera con la edad”, afirma Nilo García, Director General de Reticare y Tecnología Sostenible y Responsable. También señala que “la tecnología es una herramienta fantástica” pero “tenemos que protegernos. Los niños carecen de la protección natural ya que hasta los 25 años su cristalino no está del todo formado. Tienen los brazos más cortos y por eso se acercan más a los dispositivos y además, pueden enfocar desde más cerca, de ahí que protegerles es algo vital”.
La protección por clases sociales tampoco es homogénea. Mientras en las altas y medias-altas, el porcentaje de protegidos se multiplica por 3, en las medias-bajas y bajas, dicho porcentaje se reduce a la mitad.
En plena época de exámenes, niños y adolescentes gallegos aumentan el número de horas que pasan delante de las pantallas de ordenador, tabletas y otros dispositivos electrónicos para estudiar tanto en clase como en casa. A pesar de que España es uno de los dos países de la UE (junto con Reino Unido), donde hay mayor número de alumnos por ordenador, la protección visual de los estudiantes que utilizan estas pantallas es mínima.
De 391.525 alumnos gallegos no universitarios, menos de 4.800 estarían protegidos como se apunta desde la empresa española Reticare. Es decir, sólo el 0,4% de los alumnos gallegos por centro escolar disponen de la adecuada protección visual, que debe venir de la mano de las autoridades docentes y de los propios centros escolares.
Según Nilo García, Director General de Reticare y Tecnología Sostenible y Responsable “sorprende que sólo el 0,4de los padres proteja a sus hijos de un riesgo tan importante para su desarrollo futuro, cuando más del 90% de los vehículos están equipados con sistemas adecuados para el uso por niños”.
Según un informe de TNS Demoscopia nuestros adolescentes dedican una hora y media a estudiar y en cambio, pasan cuatro horas al día delante de una pantalla, ya sea de ordenador, consola o móvil. Todo este tiempo delante de la pantalla supone un desgaste de su capacidad de visión y hace que el estrés visual aumente porque las medidas para proteger sus ojos son a todas luces insuficientes.
Las nuevas pantallas LED de dispositivos como smartphones, tabletas y ordenadores pueden emitir un 500% más luz de onda corta que las anteriores según estudios realizados por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Esto supone un factor de riesgo irreversible para la retina y provoca otros síntomas más habituales relacionados con la fatiga visual como picor y enrojecimiento de ojos, dolores de cabeza, visión borrosa, etc.
La prevención pasa por ser la clave de cara a salvaguardar nuestra salud ocular futura y en este sentido, ya existen soluciones para hacerlo. La empresa española Reticare, ha desarrollado a nivel mundial y en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid el único protector ocular del mercado capaz de absorber la luz de onda corta emitida por los nuevos dispositivos electrónicos como smartphones, tabletas y ordenadores. Estos protectores tienen el objetivo de disminuir el factor de riesgo para la retina y prevenir futuras dolencias visuales. También pueden paliar síntomas como picor de ojos, dolor de cabeza, ojos irritados, visión borrosa y patologías del sueño. Son fáciles de colocar y además protegen la pantalla de arañazos.
“Es evidente que todos somos vulnerables a los efectos nocivos de la luz de onda corta, pero niños y jóvenes hasta 25 años, lo son aún más, ya que carecen de la protección natural que el ojo genera con la edad”, afirma Nilo García, Director General de Reticare y Tecnología Sostenible y Responsable. También señala que “la tecnología es una herramienta fantástica” pero “tenemos que protegernos. Los niños carecen de la protección natural ya que hasta los 25 años su cristalino no está del todo formado. Tienen los brazos más cortos y por eso se acercan más a los dispositivos y además, pueden enfocar desde más cerca, de ahí que protegerles es algo vital”.
La protección por clases sociales tampoco es homogénea. Mientras en las altas y medias-altas, el porcentaje de protegidos se multiplica por 3, en las medias-bajas y bajas, dicho porcentaje se reduce a la mitad.































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