Antonio Palmás y Brais Sánchez, del Club Piragüismo Vilaboa, reconocieron al final de la regata que “el triunfo fue complicado por las características de la regata”. El primero de ellos añadió que “siempre salimos a ganar. Ese es nuestro objetivo y al final lo logramos con gran esfuerzo”. Añadió que “salimos bien, nos acoplamos de manera perfecta y fuimos capaces de mantener una buena ventaja sobre el resto de adversarios”.

Brais Sánchez: “el Descenso del Miño puede llegar al nivel del Sella. Sin duda. Necesita del apoyo de todos y también que tenga más divulgación”

Antonio Palmás señaló que “la regata se complicó un poco debido al viento, pero hicimos un gran esfuerzo para superar esta dificultad”. El palista del Club Piragüismo Vilaboa indicó “demostramos que estamos en un gran momento de forma”.

Por su parte, Brais Sánchez indicó que “siempre es difícil y complicado ganar el Descenso del Miño. La competencia es dura, sobre todo por parte del Kayak Tudense, que es el mejor equipo gallego y también de España. Por eso, llegar primeros aquí es complicado”.

El deportista desveló que “ya nos encontramos bien en el Descenso del Sella y demostramos que con entrenamiento y trabajo se pueden conquistar los objetivos”. Los dos palistas del Club de Piragüismo Vilaboa fueron terceros en la modalidad de K-2 en el Descenso del Sella disputado hace dos semanas con final en Ribadesella.

Sobre el futuro, Brais Sánchez indicó que “ahora toca descansar. La temporada ha sido larga y con muchos esfuerzos”. También dijo que “el Descenso del Miño puede llegar al nivel del Sella. Sin duda. Necesita del apoyo de todos y también que tenga más divulgación”.

Por su parte, Iván Alonso, ganador en la modalidad de K-1, reconoció que “este año todo fue perfecto”. Se refería al disgusto que se llevó al temporada pasada cuando no pudo lograr la victoria tras sufrir un percance. “Había que arriesgar lo justo y no cometer errores. Eso era lo más importante”, señaló.

Entró segundo en la clasificación general tras el K-2 del Club Piragüismo Vilaboa. Fue una intensa batalla hasta que el tudense decidió apostar por otra táctica. “Ellos estaban muy fuertes. Decidí quedarme en un grupo, lo que me benefició”, desveló. Iván Alonso apostó fuerte en los últimos cien metros, cuando decidió aumentar su ritmo para entrar segundo en la meta. Superó a todos sus adversarios y también a su compañero Diego Piña, que fue segundo en K-1. “Nos conocemos bien. El se quedó atrás poco antes de la meta. Fue una lástima, pero el deporte tiene estas cosas. Hizo una buena regata”.

El palista, que dentro de un mes afrontará el Campeonato del Mundo de maratón en Hungría, reconoció que “es un orgullo estar presente en el Descenso del Miño y además ganarlo. Esta prueba tiene mucho prestigio y además queda demostrado con la gran asistencia de público que nos apoyó de forma constante a pesar de la lluvia”.