Fueron casi 800 las personas que participaron en el descenso popular que se celebró a primera hora de la tarde de este sábado entre Caldelas y Tui. Fue una registro histórico nunca antes alcanzado en las cuatro ediciones anteriores. La panorámica ofrecía una gran espectáculo, con cientos de embarcaciones en el agua.

Registro histórico de participantes nunca antes alcanzado en las cuatro ediciones anteriores.

Muchas de las personas que participaron en esta actividad lúdica eran de fuera de Galicia, atraídas por un proyecto turístico y deportivo que adquiere cada edición más fama y prestigio. Asturianos, madrileños, castellanos, extremeños y también andaluces se dieron cita en Caldelas de Tui.

Allí ocuparon mucho espacio. El Kayak Tudense, organizador de la prueba, dispuso de todas las embarcaciones que pudo lograr para atender todas las peticiones. Esos barcos se alinearon de tal forma que fácil su recogida.

Había embarcaciones de una plaza, de dos, de tres e incluso de cuatro. La fiesta fue total, ya que muchos se presentaron a la regata disfrazados. Eso le dio todavía más colorido.

La prueba comenzó de forma puntual a las cuatro de la tarde. Pero una hora antes ya había muchas personas con sus barcos en el agua. La regata, en la que participaron numerosas familias, se desarrolló sin ningún incidente. El Kayak Tudense diseñó un amplio plan de seguridad para cubrir cualquier eventualidad. Todas las embaracaciones se recogieron en Tui. Allí los participantes también disponían de bocadillos y bebidas.

DAVID CAL DA LA SALIDA

David Cal se presentó en la salida de Salvaterra de Miño como “ayudante” del Club Ría de Aldán. “Me han encargado la logística”, dijo con naturalidad. Fue uno de los encargados de transportar a los deportistas y también de atenderlos en sus peticiones. David Cal también fue el encargado de dar la salida oficial a la regata de competición, una gentileza que agradeció de manera especial. Fue significativa su presencia, tanto que no paró de atender peticiones de diversos aficionados, sobre todo jóvenes, que se le acercaron para pedir autógrafos y también fotos.

David Cal reconoció que “ahora no hago muchas cosas” y añadió que “estoy tranquilo”. Sigue ligado al piragüismo, su mayor pasión durante casi toda su vidad. Añadió que “estoy tranquilo y haciendo cosas que antes no podía. Es otra vida”. El canoista disputó una de sus últimas competiciones oficiales precisamente en el Descenso del Miño el año pasado. Siempre ha mostrado su predisposición a participar en este tipo de regatas que se disputan en ríos. David Cal, aunque este año tomó parte en un control selectivo en Pontevedra, decidió retirarse de la competición el pasado mes de marzo. Desde entonces no ha parado de recibir reconocimientos públicos. El último fue ayer en Salvaterra de Miño y también en Tui. En ambos lugares demostró ser el hombre carismático de un deporte en constante crecimiento.