“Sabio” es la personalidad al volante más común en Galicia. Así se desprende del test “¿Qué tipo de conductor eres?” donde este perfil, caracterizado por una conducción prudente, paciencia y comprensión en la carretera, obtuvo un porcentaje del 61,7% entre los dos centenares de personas que lo realizaron a través de las redes sociales de un conocido portal de vehículos de ocasión

La encuesta, activa durante 15 días, proponía cinco posibles personalidades a la hora de conducir, además de la ya mencionada: sabio, suertudo, histérico, despistado y miedoso. Para realizar esta selección, sibuscascoche.com se basó en diversos estudios, como el llevado a cabo por Goodyear y la London School of Economics and Political Science (LSE), que elaboraron un listado con los principales tipos de conductores que existen en el mundo.

Los usuarios que concluyeron el test “¿Qué tipo de conductor eres?” debían contestar a nueve cuestiones relacionadas con su destreza y comportamiento en la carretera para conocer su perfil de conductor. El objetivo de esta encuesta online era saber qué personalidad es más común sobre el asfalto en Galicia.

Los datos extraídos de este breve estudio son muy reveladores, ya que indican que los gallegos son sabios, lo que significa que siempre buscan una explicación racional al comportamiento de sus homólogos en la carretera, optando por la empatía como preferencia al volante. El siguiente perfil más común sobre cuatro ruedas es el miedoso, con un 13,6%, un tipo de conductor extremadamente prudente y con tendencia a “colapsarse” ante cualquier imprevisto mientras circula.

Despistado (9,7%) y suertudo (9%) obtienen casi el mismo resultado a pesar de sus diferencias en el tipo de conducción. El primero se caracteriza por una conducción subconsciente y por no prestar suficiente atención en la carretera; el segundo es aquel “piloto” que conduce de forma correcta y en raras ocasiones ha tenido sobresaltos al volante.

El perfil menos común en las carreteras gallegas es el histérico (6 %), es decir, el que pierde fácilmente los nervios ante cualquier mínima incidencia, no exento de cierta agresividad, y cuyas armas de defensa ante cualquier situación al volante son los gritos, las quejas y el claxon.