LIBROS
El mar de hierro, una fascinante y original novela
Una maravillosa novela fantástica de aventuras que bebe de la obra de grandes autores como Melville, Stevenson o Defoe
Imaginad un mundo donde el mar está cubierto por todas partes de raíles, la capitán de un ferrocarril persigue a un gigantesco topo horrible, como si de un leviatán se tratara, y el protagonista emprende una búsqueda del tesoro con la ayuda de una simple fotografía: todo eso es El mar de hierro, una fascinante y original novela que combina a la perfección Moby Dick, los mitos griegos, el steampunk, nociones filosóficas, distopía, ciencia ficción y grandes aventuras.
En esta magnífica obra que se ha convertido en todo un fenómeno crossover en Reino Unido y que fue nominada al prestigioso premio de literatura de ciencia ficción Nébula, el representante de la literatura new weird y la ciencia ficción actual por excelencia, China Miéville, rinde homenaje a grandes autores como Melville, Stevenson, Defoe o Le Guin y al género de la ciencia ficción, y le da una vuelta de tuerca tan propia de sus obras que la convierte en una de las distopías fantásticas de mayor calidad de los últimos tiempos.
Abacat Naphi es una mujer cazatopos, la capitana de uno de los muchos ferrocarriles que cruzan sin cesar el mar de hierro que crea Miéville, una superficie yerma cubierta por intricados raíles en la que se desarrolla esta historia repleta de acción, misterio y aventuras. Debajo de ellos, la tierra se sacude continuamente: el mundo subterráneo está habitado por insectos colosales, conejos carnívoros y «toporribles» —topos gigantes—, y la capitana Naphi está obsesionada con uno en concreto, al que intenta dar caza por todos los medios. El personaje principal, Sham, una especie de Jim Hawkins, viajará a bordo del Medos, capitaneado por Naphi, y vivirá increíbles aventuras, hasta que, un día, se encuentre con un tren descarrilado. En él, hallará unas fotografías que confirmarán sus creencias de que hay vida más allá del mar de hierro… A partir de ese momento, Sham iniciará una búsqueda del tesoro muy particular que cambiará el destino del mar de hierro y sus vidas para siempre.
El conocido amor de Miéville por las palabras se hace evidente desde la primera página: toda la obra está plagada de deliciosas descripciones, la narración es exquisita y consistente, y los juegos de palabras y neologismos harán las delicias del lector hasta el final.
Los lectores y la crítica literaria ya lo han confirmado: El mar de hierro es un libro que te enganchará desde un primer momento dirigido a los lectores de todas las edades, una deliciosa novela de aventuras que está llamada a convertirse en todo un fenómeno crossover; un bello canto a los grandes clásicos de la literatura, la fantasía y la distopía con una prosa memorable, un estilo elegante y una creatividad apabullante. Súbete a bordo del Medos y vive una experiencia sin igual de la mano de China Miéville en su mar de hierro.
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El nuevo mundo del New Weird (Fuente: The Guardian)
Cuando M. John Harrison inició el debate que acuñaría el término «new weird» en 2003, una gran parte de las fuerzas creativas que habían impulsado el movimiento ya habían avanzado. Como el editor Jeff VanderMeer dice en su introducción a la primera antología integral de este movimiento, el new weird ha muerto; larga vida al next weird.
Gran parte de la energía creativa que inició el movimiento se generó en Gran Bretaña. Tras el declive de la revista Interzone a mediados de los años noventa, se abrió un nuevo espacio en la tradición literaria de género en Gran Bretaña para experimentar desde una nueva perspectiva. En ese espacio se inscribe «La tercera alternativa», que el editor Andy Cox creó como un hogar para la escritura que mezclaba fantasía, ciencia ficción y terror con un toque experimental. Esta colisión de géneros y el interés renovado por el género de terror de una generación de jóvenes escritores se convirtieron en los elementos definitorios de los inicios del new weird.
En el 2000, el catalizador del incipiente movimiento fue La estación de la calle Perdido, de China Miéville, ahora reconocida como la obra fundacional del género new weird. Miéville, que ya había creado una nueva religión con sus obras cortas de ficción, su apoyo directo a la política socialista y sus polémicas opiniones sobre la ficción de género tradicional, se hizo con el apoyo de la crítica y consiguió el éxito comercial gracias a su épica novela. La estación de la calle Perdido, cuya trama transcurre en las violentas y sucias calles de Bas Lag, una fantástica visión del Londres victoriano, capturó la retorcida esencia del movimiento new weird y la combinó con una versión bien elaborada y accesible de la narrativa pulp.
Junto a la novela de Miéville, City of Saints and Madmen, de Jeff Vandermeer, La ciudad del grabado, de KJ Bishop, y El año de nuestra guerra, de Steph Swainston, hicieron que el new weird se estableciera como un género propio. Aunque ninguno replicó el éxito comercial de Miéville, cada uno de estos libros dotó de peculiaridades nuevas al género. Durante el mismo período, una serie de escritores británicos que no participaban directamente en el new weird realizaron trabajos que compartían algunas de sus ambiciones. Accelerand, de Charles Stross, Historia Natural, de Justina Robson, y, más tarde, Vellum, de Hal Duncan, conformaron la vanguardia de una revolución en el género de la ficción.
Pero si el new weird era revolucionario, fue una revolución que se desarrolló durante décadas. La energía revolucionaria que impulsó este movimiento se había manifestado muchas veces antes en la ficción de género. En los años sesenta, diversos escritores, entre los que se incluían las ahora legendarias figuras de J.G. Ballard, Thomas M. Disch, Harlan Elison y Brian Aldiss, llevaron a cabo una revolución muy similar gracias a la revista New Worlds, editada por Michael Moorcock. En los años ochenta, durante los mandatos de Reagan y Thatcher, el movimiento cyberpunk ofreció una nueva y más oscura visión y lanzó las carreras de William Gibson y Bruce Sterling, entre otros autores.
De hecho, aunque a menudo se los consideraba carentes de originalidad y anodinos, los géneros de ciencia ficción, fantasía y horror estaban inmersos en un proceso continuo de revolución y evolución que se remonta a H. G. Wells y Jules Verne, que continuó con Philip K. Dick y Ray Bradbury y que sigue con los escritores del new weird.
Entonces, ¿cuál es el objetivo de esta revolución? Los escritores serios de ficción especulativa siempre han creído que la irrealidad de la ciencia ficción, la fantasía y el terror proporciona herramientas únicas con las que podemos disecar la realidad de nuestro mundo. Esas herramientas han tenido tanto éxito que el lenguaje de la ficción especulativa se ha convertido en una de las fuerzas más poderosas de la cultura contemporánea. Con solo encender el televisor o cargar un videojuego, te encuentras inmerso en mundos de la ciencia ficción.
Los escritores del movimiento new weird representan un punto de inflexión porque constituyen la primera generación de escritores que han crecido y crecen completamente inmersos en la cultura de la ciencia ficción. Para tales escritores, el lenguaje de la ficción especulativa es el principal medio de expresión, porque solo gracias a él pueden describir un mundo real en el que, en todos los niveles, la realidad se mezcla con la irrealidad, la fantasía y la ficción. No sabemos qué nos depara el next weird, pero parece cierto que la verdadera energía experimental de la literatura permanecerá en la ficción de género.
Ficha técnica
Título: El mar de hierro
Autora: China Miéville
Editorial: Oz Editorial
Colección: Oz Nébula
Traductor: Rosa María Corrales
PVP: 17,90 €
Formato: 15 x 23 cm, 368 pp.
Fecha de publicación: 20 de septiembre de 2017
ISBN: 978-84-16224-71-5
Imaginad un mundo donde el mar está cubierto por todas partes de raíles, la capitán de un ferrocarril persigue a un gigantesco topo horrible, como si de un leviatán se tratara, y el protagonista emprende una búsqueda del tesoro con la ayuda de una simple fotografía: todo eso es El mar de hierro, una fascinante y original novela que combina a la perfección Moby Dick, los mitos griegos, el steampunk, nociones filosóficas, distopía, ciencia ficción y grandes aventuras.
En esta magnífica obra que se ha convertido en todo un fenómeno crossover en Reino Unido y que fue nominada al prestigioso premio de literatura de ciencia ficción Nébula, el representante de la literatura new weird y la ciencia ficción actual por excelencia, China Miéville, rinde homenaje a grandes autores como Melville, Stevenson, Defoe o Le Guin y al género de la ciencia ficción, y le da una vuelta de tuerca tan propia de sus obras que la convierte en una de las distopías fantásticas de mayor calidad de los últimos tiempos.
Abacat Naphi es una mujer cazatopos, la capitana de uno de los muchos ferrocarriles que cruzan sin cesar el mar de hierro que crea Miéville, una superficie yerma cubierta por intricados raíles en la que se desarrolla esta historia repleta de acción, misterio y aventuras. Debajo de ellos, la tierra se sacude continuamente: el mundo subterráneo está habitado por insectos colosales, conejos carnívoros y «toporribles» —topos gigantes—, y la capitana Naphi está obsesionada con uno en concreto, al que intenta dar caza por todos los medios. El personaje principal, Sham, una especie de Jim Hawkins, viajará a bordo del Medos, capitaneado por Naphi, y vivirá increíbles aventuras, hasta que, un día, se encuentre con un tren descarrilado. En él, hallará unas fotografías que confirmarán sus creencias de que hay vida más allá del mar de hierro… A partir de ese momento, Sham iniciará una búsqueda del tesoro muy particular que cambiará el destino del mar de hierro y sus vidas para siempre.
El conocido amor de Miéville por las palabras se hace evidente desde la primera página: toda la obra está plagada de deliciosas descripciones, la narración es exquisita y consistente, y los juegos de palabras y neologismos harán las delicias del lector hasta el final.
Los lectores y la crítica literaria ya lo han confirmado: El mar de hierro es un libro que te enganchará desde un primer momento dirigido a los lectores de todas las edades, una deliciosa novela de aventuras que está llamada a convertirse en todo un fenómeno crossover; un bello canto a los grandes clásicos de la literatura, la fantasía y la distopía con una prosa memorable, un estilo elegante y una creatividad apabullante. Súbete a bordo del Medos y vive una experiencia sin igual de la mano de China Miéville en su mar de hierro.
![[Img #34916]](upload/img/periodico/img_34916.jpg)
El nuevo mundo del New Weird (Fuente: The Guardian)
Cuando M. John Harrison inició el debate que acuñaría el término «new weird» en 2003, una gran parte de las fuerzas creativas que habían impulsado el movimiento ya habían avanzado. Como el editor Jeff VanderMeer dice en su introducción a la primera antología integral de este movimiento, el new weird ha muerto; larga vida al next weird.
Gran parte de la energía creativa que inició el movimiento se generó en Gran Bretaña. Tras el declive de la revista Interzone a mediados de los años noventa, se abrió un nuevo espacio en la tradición literaria de género en Gran Bretaña para experimentar desde una nueva perspectiva. En ese espacio se inscribe «La tercera alternativa», que el editor Andy Cox creó como un hogar para la escritura que mezclaba fantasía, ciencia ficción y terror con un toque experimental. Esta colisión de géneros y el interés renovado por el género de terror de una generación de jóvenes escritores se convirtieron en los elementos definitorios de los inicios del new weird.
En el 2000, el catalizador del incipiente movimiento fue La estación de la calle Perdido, de China Miéville, ahora reconocida como la obra fundacional del género new weird. Miéville, que ya había creado una nueva religión con sus obras cortas de ficción, su apoyo directo a la política socialista y sus polémicas opiniones sobre la ficción de género tradicional, se hizo con el apoyo de la crítica y consiguió el éxito comercial gracias a su épica novela. La estación de la calle Perdido, cuya trama transcurre en las violentas y sucias calles de Bas Lag, una fantástica visión del Londres victoriano, capturó la retorcida esencia del movimiento new weird y la combinó con una versión bien elaborada y accesible de la narrativa pulp.
Junto a la novela de Miéville, City of Saints and Madmen, de Jeff Vandermeer, La ciudad del grabado, de KJ Bishop, y El año de nuestra guerra, de Steph Swainston, hicieron que el new weird se estableciera como un género propio. Aunque ninguno replicó el éxito comercial de Miéville, cada uno de estos libros dotó de peculiaridades nuevas al género. Durante el mismo período, una serie de escritores británicos que no participaban directamente en el new weird realizaron trabajos que compartían algunas de sus ambiciones. Accelerand, de Charles Stross, Historia Natural, de Justina Robson, y, más tarde, Vellum, de Hal Duncan, conformaron la vanguardia de una revolución en el género de la ficción.
Pero si el new weird era revolucionario, fue una revolución que se desarrolló durante décadas. La energía revolucionaria que impulsó este movimiento se había manifestado muchas veces antes en la ficción de género. En los años sesenta, diversos escritores, entre los que se incluían las ahora legendarias figuras de J.G. Ballard, Thomas M. Disch, Harlan Elison y Brian Aldiss, llevaron a cabo una revolución muy similar gracias a la revista New Worlds, editada por Michael Moorcock. En los años ochenta, durante los mandatos de Reagan y Thatcher, el movimiento cyberpunk ofreció una nueva y más oscura visión y lanzó las carreras de William Gibson y Bruce Sterling, entre otros autores.
De hecho, aunque a menudo se los consideraba carentes de originalidad y anodinos, los géneros de ciencia ficción, fantasía y horror estaban inmersos en un proceso continuo de revolución y evolución que se remonta a H. G. Wells y Jules Verne, que continuó con Philip K. Dick y Ray Bradbury y que sigue con los escritores del new weird.
Entonces, ¿cuál es el objetivo de esta revolución? Los escritores serios de ficción especulativa siempre han creído que la irrealidad de la ciencia ficción, la fantasía y el terror proporciona herramientas únicas con las que podemos disecar la realidad de nuestro mundo. Esas herramientas han tenido tanto éxito que el lenguaje de la ficción especulativa se ha convertido en una de las fuerzas más poderosas de la cultura contemporánea. Con solo encender el televisor o cargar un videojuego, te encuentras inmerso en mundos de la ciencia ficción.
Los escritores del movimiento new weird representan un punto de inflexión porque constituyen la primera generación de escritores que han crecido y crecen completamente inmersos en la cultura de la ciencia ficción. Para tales escritores, el lenguaje de la ficción especulativa es el principal medio de expresión, porque solo gracias a él pueden describir un mundo real en el que, en todos los niveles, la realidad se mezcla con la irrealidad, la fantasía y la ficción. No sabemos qué nos depara el next weird, pero parece cierto que la verdadera energía experimental de la literatura permanecerá en la ficción de género.
Ficha técnica
Título: El mar de hierro
Autora: China Miéville
Editorial: Oz Editorial
Colección: Oz Nébula
Traductor: Rosa María Corrales
PVP: 17,90 €
Formato: 15 x 23 cm, 368 pp.
Fecha de publicación: 20 de septiembre de 2017
ISBN: 978-84-16224-71-5



















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