Han sido necesarios demasiados meses de espera y las protestas de los vecinos para forzar el reinicio de las obras de “mejora” de la A-55, ahora muchos esperan ver los resultados que promete Fomento para uno de los tramos hecho con una pésima receta de tres ingredientes: un concentrado de accidentes; acompañado siempre de las velocidades más bajas y una buena cantidad de radares que acosan a los conductores durante el corto trayecto de Vigo- Mos – O Porriño.

A la vista de las obras no parece que vaya a haber grandes cambios en la configuración del vial, quizás una mejora leve en algunos de sus accesos y salidas, pero la peligrosidad del trazado va a continuar existiendo y miles de conductores que la usamos seguiremos comiéndonos el menú con este plato único, por no decir otra cosa.

Quizás desde el Ministerio de Fomento sean conscientes de que este “parche” no terminaría con el problema, no va a funcionar y nos vamos a seguir partiendo los dientes en todas y cada una de sus curvas.

Por eso han anunciado la que parece que será la madre de todas las soluciones: una inversión de 337 millones de euros en la nueva autovía Vigo – O Porriño, pasando por Mos, que se conducirá en su mayor parte por un ‘megatúnel’.

Los vecinos, conductores y empresarios vemos con muy buena cara las soluciones que pongan fin a demasiados años de sufrimiento, pero pedimos una nueva receta mejorada. Una receta que deberá de tener obligatoriamente ingredientes sanos y naturales, sin demasiadas afecciones, sin destrozar nuestro paisaje, sin que tengamos que seguir pagando con eternas molestias debido a plazos eternos de ejecución, sin siglas de gobiernos, sin siglas de oposiciones y sin más excusas.

Mientras todo esto llega, previsiblemente antes del año 2021, los “arreglos” se realizan con lentitud, concretamente seguimos a 55 kilómetros por hora, pues a partir de 60 km/h tenemos garantizada una única receta: la de Tráfico por superar los límites establecidos en algunos de los tramos de ese vial.