Integrado en el “Merca na rúa”, la carpa de la Fundación Renal para promocionar una vida activa ha ofrecido este find e semana  asistencia personalizada a los asistentes. Los técnicos de deporte responsables del “Programa de ejercicio en hemodiálisis” que la Fundación tiene en sus centros, han atendido de forma individual a cada persona, asegurándose de que hacía los ejercicios correctamente y proporcionándole al final una tabla con recomendaciones para practicar día a día. La iniciativa forma parte de los actos relacionados con el Día Mundial del Riñón que se celebra el próximo jueves 14 de marzo.

La temática de esta carpa viene a poner el foco de atención en uno de los problemas asociados a la enfermedad renal crónica: el aumento de la fragilidad. Este síndrome clínico afecta al 11% de personas mayores de 65 años y al 25% en mayores de 85 años, y es mucho más frecuente en los pacientes con enfermedad renal por varios motivos: el riñón humano es muy importante en el mantenimiento de nuestros niveles de glóbulos rojos en sangre o en el metabolismo y remodelación de los huesos. La fragilidad se caracteriza por la pérdida de masa muscular (sarcopenia), debilidad y disminución de la resistencia al ejercicio, y todo ello multiplica por cinco el riesgo de mortalidad y por 2’7 el de discapacidad y pérdida de movilidad.

En segundo lugar, el paciente renal en estado terminal que se somete a hemodiálisis, debe recibir ese tratamiento 3 ó 4 veces por semana con conexiones a la máquina de unas 4 sesiones semanales, es decir, necesitan una media de entre 12-15 horas semanales para su tratamiento. Durante todo ese tiempo que su sangre circula por el dializador, el paciente debe permanecer sentado o tumbado, con lo que su sedentarismo es un 35% superior al resto de la población.