MUNDO EMPRESA
Las mujeres y los jóvenes gallegos, los más perjudicados por la destrucción de empleo
En el último año el número de ocupados en nuestra región se ha reducido en 23.100 personas (-2,1% frente a la caída de un 3,5% nacional). Por sexos, la destrucción de empleo ha castigado más a las mujeres en Galicia. Mientras ellos se han quedado con 7.400 empleos menos (-1,3% interanual), las mujeres han perdido 15.600 puestos (-3%). Es decir, 2 de cada 3 puestos de trabajo destruidos por la pandemia estaban ocupados por mujeres. Esto contrasta con lo ocurrido en España, donde los hombres han sufrido una mayor pérdida de empleo que ellas
Nuestro mercado laboral está viviendo este 2020 un año convulso para el empleo. Tras cinco años consecutivos de crecimiento de la ocupación en Galicia, este año se ha revertido la tendencia y no solo se ha frenado este crecimiento, sino que la región cuenta ahora con menos población ocupada que hace un año, debido a la crisis derivada de la Covid-19. Y en este contexto, el Adecco Group Institute, el centro de estudios y divulgación del Grupo Adecco, ha elaborado el VIII Monitor Anual Adecco de Ocupación: un detallado análisis de la evolución del empleo según la ocupación en Galicia.
El fin de este Monitor Adecco es analizar los puestos de trabajo que se están creando o destruyendo en nuestra autonomía desde diferentes ángulos sociodemográficos y económicos. En esta primera entrega se analiza el perfil demográfico de la ocupación en Galicia: sexo, edad, nacionalidad y nivel de formación alcanzado.
Por último, en aquellos puntos en los que sea relevante la información, estableceremos una comparativa entre los datos de 2020 con los de 2008 –año en que comenzó la anterior crisis económica en nuestro país- para comprender mejor el impacto que ambas recesiones han dejado en la ocupación gallega y si las consecuencias de ambas han sido muy diferentes.
La primera conclusión de este análisis es obvia: la crisis derivada de la Covid-19 ha destruido empleo en nuestra comunidad frenando en seco los cinco años consecutivos de aumento en la ocupación que venía experimentando el mercado laboral gallego.
La segunda conclusión es que las mujeres y los jóvenes se llevan la peor parte de esta destrucción de empleo en Galicia: 2 de cada 3 puestos de trabajo perdidos estaban ocupados por mujeres (-3% interanual) y el número de ocupados de menos de 25 años (hombres y mujeres) ha caído en el último año un 24,8%.
Galicia, moderada pérdida de empleo en 2020
En el último año, el número de ocupados en nuestra comunidad ha alcanzado a 1,08 millones, ya que, en los últimos doce meses, el número de ocupados se ha reducido en 23.100 personas (-2,1% interanual). Este descenso es más moderado que el sufrido en todo el país, de un 3,5%.
El empleo ha caído en todas las comunidades autónomas excepto en la Región de Murcia (+0,1%, por la creación de 500 empleos). Dos de cada diez empleos se han perdido en Cataluña, con 138.500 ocupados menos (-4% interanual). Si a esos empleos sumamos los 115.600 que se han perdido en Andalucía (-3,7%; un 16,6% del total) y los 90.900 que han sido suprimidos en la Comunidad de Madrid (-2,9%; 13% del total), tenemos que la mitad (49,5%) de los empleos eliminados de todo el país corresponden a estas tres autonomías.
Comparando la distribución geográfica del empleo ahora con la de 2008, se observa que las tres principales autonomías mantienen su participación con escasos cambios: Cataluña (17,3%), la Comunidad de Madrid (15,7%) y Andalucía (15,6%). Baleares y Canarias, que eran las autonomías que más espacio venían ganando en el empleo del conjunto nacional, al ser las más golpeadas por la pandemia, han reducido su ganancia a 4 y 2 décimas cada una, hasta un 3% y 4,3%, respectivamente. También amplía su participación la Región de Murcia (2 décimas, hasta el 3,2%).
Esto se compensa principalmente con la menor participación de Galicia, Asturias y el País Vasco, que ceden 3 décimas en los dos primeros casos y 2 décimas en el restante hasta, respectivamente, el 5,6%, 2% y 4,8%. Las restantes ocho autonomías mantienen su participación en la ocupación total con ligeros cambios.
Cuando se comparan los datos con 2008 se encuentra una pérdida acumulada del empleo del 11% en Galicia, mucho más pronunciada que la del 6,7% sufrida por el conjunto español. De hecho, es el segundo peor resultado a nivel autonómico, solo superado por el de Asturias (pérdida acumulada de un 18,8%). Baleares y la Región de Murcia son las únicas autonomías que presentan ahora un nivel de empleo superior al de 2008 (+6,7% en el caso balear y +0,2% en el de Murcia).
La ocupación gallega por sexo
De los 1,08 millones de ocupados que hay en Galicia, 576.900 son hombres y 505.700, mujeres. La pérdida de puestos de trabajo en Galicia ha perjudicado más a las mujeres. Mientras ellos se han quedado con 7.400 empleos menos (-1,3% interanual), las mujeres han perdido 15.600 puestos (-3%). Es decir, 2 de cada 3 puestos de trabajo destruidos por la pandemia estaban ocupados por mujeres.
Esto contrasta con lo ocurrido en España, donde los hombres han sufrido una mayor pérdida de empleo que las mujeres. Así, a nivel nacional, las personas de sexo masculino han perdido 370.300 plazas (-3,4% y 53,1% del total), mientras que las mujeres han sufrido 327.100 despidos netos (-3,6% interanual y 46,9% del total).
Aunque en proporciones variables, 14 autonomías imitan el patrón general, con destrucción de empleo para ambos sexos.
Pese a lo anterior, la distribución de los puestos de trabajo entre sexos en Galicia es más equilibrada que la del total del país. En la comunidad gallega, un 53,3% de todos los empleos están ocupados por varones, frente a una media nacional de un 54,5%. En todas las comunidades los hombres ocupan más de la mitad de los puestos de trabajo.
Como hemos visto en el anterior apartado, cuando se comparan los datos con 2008 se encuentra una pérdida acumulada de empleo del 11% en Galicia. En el caso masculino, la pérdida de empleo acumulada en los últimos doce años es de un 14,9% frente a una de un 11,7% en todo el país. En cuanto al empleo femenino, ahora trabaja en Galicia un 6,1% menos de mujeres que en 2008 (el segundo peor resultado a nivel autonómico), cuando la media nacional muestra un aumento de un 0,1%. Ocho autonomías exhiben ahora un mayor número de mujeres con empleo que en 2008 (aunque hace un año eran 12).
Empleo gallego por sexo y edad
Como suele ocurrir en momentos de crisis, el empleo juvenil ha sido el más perjudicado por la pandemia en términos interanuales. El número de ocupados de menos de 25 años ha caído en el último año en 11.700 personas (-24,8% interanual, la tercera caída más profunda a nivel autonómico), en tanto que el de mayores de esa edad ha bajado en 11.400 (-1,1%). La destrucción de empleo de adultos en la autonomía gallega ha sido más benigna que la sufrida en la media española, de un -2,6%, pero la pérdida de empleo juvenil es más pronunciada en Galicia (-19,1% en España). Las autonomías que superan a Galicia en la destrucción de empleo joven son Canarias (-46,5%) y Baleares (-32,2%).
Cuando se desglosan los datos anteriores por sexo, encontramos en Galicia una mayor disparidad en la evolución del empleo femenino. El empleo de mujeres de 25 y más años de edad ha tenido una caída interanual de un 1,9% (equivalente a la pérdida de 9.300 plazas), al mismo tiempo que los empleos de mujeres jóvenes menguaban un 32,1% (el segundo peor resultado autonómico; 6.300 empleos menos).
Las variaciones porcentuales del empleo masculino apuntan en la misma dirección, pero son más moderadas en ambas franjas de edad, con un retroceso de un 0,4% en el número de hombres adultos con empleo (equivalente a 2.000 despidos netos) y una caída de un 19,6% en la ocupación de varones jóvenes (5.400 empleos suprimidos).
En 15 comunidades autónomas se registra una evolución similar a la media nacional, es decir, una destrucción de empleo para ambos grupos de edad. Las excepciones son la Región de Murcia y el País Vasco, que han mostrado una leve creación de empleo para adultos (+0,2% y +0,1%, respectivamente).
Empleo por nacionalidad
En Galicia, el número total de ocupados ha bajado un 2,1% interanual, como ya hemos visto anteriormente. Esa variación es el resultado de un descenso de un 2,7% en la cantidad de ocupados de nacionalidad española y de un aumento de un 10,5% en el número de ocupados inmigrantes (el cuarto mayor incremento autonómico). Los inmigrantes han ganado este año 5.200 puestos de trabajo frente a 28.400 empleos que han perdido las personas de nacionalidad española.
Sin embargo, no ha sido paralela la situación de los dos principales grupos de inmigrantes. El número de personas ocupadas procedentes de otros países de la UE ha retrocedido un 2,1% (300 plazas perdidas), mientras que el de aquellos procedentes del resto del mundo ha aumentado un 15,2% (5.400 empleos más).
En cambio, en el conjunto de España, han perdido puestos de trabajo tanto los inmigrantes (-4%) como los españoles (-3,4%). Sí existe una coincidencia en el hecho de que también los inmigrantes procedentes del resto de la UE han perdido empleos (-14,2%), al mismo tiempo que aquellos del resto del mundo los han ganado (+2,4%).
El caso general, en el que se incluyen nueve autonomías (Aragón, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura, la Comunidad Valenciana, Navarra y la Comunidad de Madrid), es el descenso simultáneo del número de ocupados españoles e inmigrantes. Otras seis regiones, además de Galicia (Andalucía, Asturias, Cantabria, Castilla y León, el País Vasco y La Rioja) exhiben un incremento en el empleo de inmigrantes al mismo tiempo que ha caído la ocupación de españoles. La Región de Murcia es un caso singular: ha sido la única que muestra un aumento del empleo de españoles simultáneo a un recorte en la ocupación de inmigrantes.
Los 1,08 millones de ocupados que hay ahora en la región gallega se corresponden con 1,03 millones de ocupados de nacionalidad española y 54.800 extranjeros. Este último grupo se compone a su vez por 13.900 personas procedentes de otros países de la UE y de 40.900 inmigrantes de otros lugares del mundo.
Los inmigrantes equivalen al 5,1% del total de ocupados en la región, seis décimas más que hace un año y siete décimas por encima del nivel que esta proporción tenía en 2008. Con todo, la proporción de ocupados extranjeros de Galicia es menos de la mitad que la media nacional, que se sitúa en un 12,2%.
Galicia es la segunda comunidad, detrás de Extremadura, donde más baja es la participación de trabajadores procedentes del exterior (3% del total de ocupados en la región extremeña). En el otro extremo, Baleares y Canarias son las comunidades con mayor participación de trabajadores procedentes del exterior, con un 23,1% y 15,9% del total de ocupados, respectivamente.
Solo hay cinco autonomías en las que la participación de los inmigrantes en el empleo es ahora mayor que en 2008. Se trata de Cantabria (+1 punto porcentual), Galicia (7 décimas más, como acabamos de ver), Canarias, Andalucía y Castilla y León (4, 3 y 1 décima, respectivamente).
La ocupación en Galicia según el nivel formativo alcanzado
Una última perspectiva demográfica para analizar el empleo es la formación. Para ello utilizamos cuatro grandes categorías: 1) Primaria (que incluye a quienes hayan acabado o no esa etapa educativa además del pequeño número de analfabetos); 2) Primera etapa de educación secundaria; 3) Segunda etapa de formación secundaria y/o Formación Profesional y 4) Superior (incluye a quienes hayan completado todo o una parte de un grado universitario, además de a quienes tengan maestrías y/o doctorados).
En los últimos cuatro trimestres, en Galicia solo ha crecido el número de ocupados del nivel formativo superior, mientras que se ha reducido el de aquellos con niveles educativos inferiores. La pérdida de empleo ha sido más grave cuanto menor era el nivel educativo.
Concretamente, han sido contratadas 22.000 personas con formación superior (+4,6%, el mayor incremento autonómico). Esas contrataciones contrastan con el despido de 5.200 personas con educación primaria (-15,9%), 18.400 personas con la primera etapa de la educación secundaria (-5,5%) y 21.500 personas que cuentan con la segunda etapa de la educación secundaria y/o FP (-8,1%).
A nivel nacional, también se ha destruido empleo para los tres niveles formativos más bajos (-15,5% interanual para personas con educación hasta primaria, -8,5% para aquellos con la primera etapa de la secundaria y -2,4% para quienes cuentan con la segunda etapa de la secundaria), mientras que aquellos con formación superior han aumentado ligeramente su ocupación (+0,4%).
Además de Galicia, hay otras siete comunidades que han tenido una dinámica similar a la del total nacional: Andalucía, Baleares, Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana, la Comunidad de Madrid, Navarra y el País Vasco.
Desde el ángulo de la formación, los 1,08 millones de ocupados gallegos se desagregan en 27.500 individuos con educación primaria, 315.900 personas con la primera etapa de la secundaria, 243.200 con la segunda etapa de formación secundaria y/o FP y 496.000 con formación superior.
Si los datos anteriores son de por sí elocuentes acerca de la importancia fundamental de la educación como medio de maximizar las oportunidades de empleo, eso queda aún más evidenciado cuando se comparan los datos del tercer trimestre de 2008 con los del mismo período de 2020: en los últimos doce años, solo ha aumentado en la región el número de personas trabajando con educación superior, mientras ha caído el de trabajadores con los otros tres niveles de formación. Cuanto menor el nivel formativo, más profunda resultó ser la pérdida de empleo.
En efecto, a lo largo de estos años, la cantidad de ocupados con formación superior ha crecido en Galicia en 91.900 personas (+22,7%). Al mismo tiempo, el número de personas con empleo con educación primaria se ha reducido en 137.300 (-83,3%), el número de quienes trabajan y cuentan con la primera etapa de la educación secundaria se ha contraído en 76.500 personas (-19,5%), y el de los que tienen la segunda etapa de formación secundaria ha bajado en 11.900 (-4,7%).
Esto ha significado un importante cambio en la composición del colectivo de ocupados según el nivel de formación alcanzado. En Galicia, la participación en el empleo de quienes tienen educación primaria se ha reducido de un 13,5% en el año 2008 hasta un 2,5% ahora (-11 puntos porcentuales), al mismo tiempo que la de aquellos con primera etapa de la secundaria ha disminuido 3,1 p.p., hasta el 29,2%. Ese espacio ha sido ocupado por personas con formación superior, que en 2008 disponían del 33,2% de los empleos y ahora concentran el 45,8% (+12,6 p.p.) y por personas con la segunda etapa de la secundaria, que han ganado 1,5 p.p., para llegar ahora al 22,5% del total de empleos.
Además de Galicia, otras siete comunidades replican el caso general, con aumento del empleo entre las personas con formación superior y descenso en las restantes tres categorías: Andalucía, Baleares, Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana, la Comunidad de Madrid, Navarra y el País Vasco.

Nuestro mercado laboral está viviendo este 2020 un año convulso para el empleo. Tras cinco años consecutivos de crecimiento de la ocupación en Galicia, este año se ha revertido la tendencia y no solo se ha frenado este crecimiento, sino que la región cuenta ahora con menos población ocupada que hace un año, debido a la crisis derivada de la Covid-19. Y en este contexto, el Adecco Group Institute, el centro de estudios y divulgación del Grupo Adecco, ha elaborado el VIII Monitor Anual Adecco de Ocupación: un detallado análisis de la evolución del empleo según la ocupación en Galicia.
El fin de este Monitor Adecco es analizar los puestos de trabajo que se están creando o destruyendo en nuestra autonomía desde diferentes ángulos sociodemográficos y económicos. En esta primera entrega se analiza el perfil demográfico de la ocupación en Galicia: sexo, edad, nacionalidad y nivel de formación alcanzado.
Por último, en aquellos puntos en los que sea relevante la información, estableceremos una comparativa entre los datos de 2020 con los de 2008 –año en que comenzó la anterior crisis económica en nuestro país- para comprender mejor el impacto que ambas recesiones han dejado en la ocupación gallega y si las consecuencias de ambas han sido muy diferentes.
La primera conclusión de este análisis es obvia: la crisis derivada de la Covid-19 ha destruido empleo en nuestra comunidad frenando en seco los cinco años consecutivos de aumento en la ocupación que venía experimentando el mercado laboral gallego.
La segunda conclusión es que las mujeres y los jóvenes se llevan la peor parte de esta destrucción de empleo en Galicia: 2 de cada 3 puestos de trabajo perdidos estaban ocupados por mujeres (-3% interanual) y el número de ocupados de menos de 25 años (hombres y mujeres) ha caído en el último año un 24,8%.
Galicia, moderada pérdida de empleo en 2020
En el último año, el número de ocupados en nuestra comunidad ha alcanzado a 1,08 millones, ya que, en los últimos doce meses, el número de ocupados se ha reducido en 23.100 personas (-2,1% interanual). Este descenso es más moderado que el sufrido en todo el país, de un 3,5%.
El empleo ha caído en todas las comunidades autónomas excepto en la Región de Murcia (+0,1%, por la creación de 500 empleos). Dos de cada diez empleos se han perdido en Cataluña, con 138.500 ocupados menos (-4% interanual). Si a esos empleos sumamos los 115.600 que se han perdido en Andalucía (-3,7%; un 16,6% del total) y los 90.900 que han sido suprimidos en la Comunidad de Madrid (-2,9%; 13% del total), tenemos que la mitad (49,5%) de los empleos eliminados de todo el país corresponden a estas tres autonomías.
Comparando la distribución geográfica del empleo ahora con la de 2008, se observa que las tres principales autonomías mantienen su participación con escasos cambios: Cataluña (17,3%), la Comunidad de Madrid (15,7%) y Andalucía (15,6%). Baleares y Canarias, que eran las autonomías que más espacio venían ganando en el empleo del conjunto nacional, al ser las más golpeadas por la pandemia, han reducido su ganancia a 4 y 2 décimas cada una, hasta un 3% y 4,3%, respectivamente. También amplía su participación la Región de Murcia (2 décimas, hasta el 3,2%).
Esto se compensa principalmente con la menor participación de Galicia, Asturias y el País Vasco, que ceden 3 décimas en los dos primeros casos y 2 décimas en el restante hasta, respectivamente, el 5,6%, 2% y 4,8%. Las restantes ocho autonomías mantienen su participación en la ocupación total con ligeros cambios.
Cuando se comparan los datos con 2008 se encuentra una pérdida acumulada del empleo del 11% en Galicia, mucho más pronunciada que la del 6,7% sufrida por el conjunto español. De hecho, es el segundo peor resultado a nivel autonómico, solo superado por el de Asturias (pérdida acumulada de un 18,8%). Baleares y la Región de Murcia son las únicas autonomías que presentan ahora un nivel de empleo superior al de 2008 (+6,7% en el caso balear y +0,2% en el de Murcia).
La ocupación gallega por sexo
De los 1,08 millones de ocupados que hay en Galicia, 576.900 son hombres y 505.700, mujeres. La pérdida de puestos de trabajo en Galicia ha perjudicado más a las mujeres. Mientras ellos se han quedado con 7.400 empleos menos (-1,3% interanual), las mujeres han perdido 15.600 puestos (-3%). Es decir, 2 de cada 3 puestos de trabajo destruidos por la pandemia estaban ocupados por mujeres.
Esto contrasta con lo ocurrido en España, donde los hombres han sufrido una mayor pérdida de empleo que las mujeres. Así, a nivel nacional, las personas de sexo masculino han perdido 370.300 plazas (-3,4% y 53,1% del total), mientras que las mujeres han sufrido 327.100 despidos netos (-3,6% interanual y 46,9% del total).
Aunque en proporciones variables, 14 autonomías imitan el patrón general, con destrucción de empleo para ambos sexos.
Pese a lo anterior, la distribución de los puestos de trabajo entre sexos en Galicia es más equilibrada que la del total del país. En la comunidad gallega, un 53,3% de todos los empleos están ocupados por varones, frente a una media nacional de un 54,5%. En todas las comunidades los hombres ocupan más de la mitad de los puestos de trabajo.
Como hemos visto en el anterior apartado, cuando se comparan los datos con 2008 se encuentra una pérdida acumulada de empleo del 11% en Galicia. En el caso masculino, la pérdida de empleo acumulada en los últimos doce años es de un 14,9% frente a una de un 11,7% en todo el país. En cuanto al empleo femenino, ahora trabaja en Galicia un 6,1% menos de mujeres que en 2008 (el segundo peor resultado a nivel autonómico), cuando la media nacional muestra un aumento de un 0,1%. Ocho autonomías exhiben ahora un mayor número de mujeres con empleo que en 2008 (aunque hace un año eran 12).
Empleo gallego por sexo y edad
Como suele ocurrir en momentos de crisis, el empleo juvenil ha sido el más perjudicado por la pandemia en términos interanuales. El número de ocupados de menos de 25 años ha caído en el último año en 11.700 personas (-24,8% interanual, la tercera caída más profunda a nivel autonómico), en tanto que el de mayores de esa edad ha bajado en 11.400 (-1,1%). La destrucción de empleo de adultos en la autonomía gallega ha sido más benigna que la sufrida en la media española, de un -2,6%, pero la pérdida de empleo juvenil es más pronunciada en Galicia (-19,1% en España). Las autonomías que superan a Galicia en la destrucción de empleo joven son Canarias (-46,5%) y Baleares (-32,2%).
Cuando se desglosan los datos anteriores por sexo, encontramos en Galicia una mayor disparidad en la evolución del empleo femenino. El empleo de mujeres de 25 y más años de edad ha tenido una caída interanual de un 1,9% (equivalente a la pérdida de 9.300 plazas), al mismo tiempo que los empleos de mujeres jóvenes menguaban un 32,1% (el segundo peor resultado autonómico; 6.300 empleos menos).
Las variaciones porcentuales del empleo masculino apuntan en la misma dirección, pero son más moderadas en ambas franjas de edad, con un retroceso de un 0,4% en el número de hombres adultos con empleo (equivalente a 2.000 despidos netos) y una caída de un 19,6% en la ocupación de varones jóvenes (5.400 empleos suprimidos).
En 15 comunidades autónomas se registra una evolución similar a la media nacional, es decir, una destrucción de empleo para ambos grupos de edad. Las excepciones son la Región de Murcia y el País Vasco, que han mostrado una leve creación de empleo para adultos (+0,2% y +0,1%, respectivamente).
Empleo por nacionalidad
En Galicia, el número total de ocupados ha bajado un 2,1% interanual, como ya hemos visto anteriormente. Esa variación es el resultado de un descenso de un 2,7% en la cantidad de ocupados de nacionalidad española y de un aumento de un 10,5% en el número de ocupados inmigrantes (el cuarto mayor incremento autonómico). Los inmigrantes han ganado este año 5.200 puestos de trabajo frente a 28.400 empleos que han perdido las personas de nacionalidad española.
Sin embargo, no ha sido paralela la situación de los dos principales grupos de inmigrantes. El número de personas ocupadas procedentes de otros países de la UE ha retrocedido un 2,1% (300 plazas perdidas), mientras que el de aquellos procedentes del resto del mundo ha aumentado un 15,2% (5.400 empleos más).
En cambio, en el conjunto de España, han perdido puestos de trabajo tanto los inmigrantes (-4%) como los españoles (-3,4%). Sí existe una coincidencia en el hecho de que también los inmigrantes procedentes del resto de la UE han perdido empleos (-14,2%), al mismo tiempo que aquellos del resto del mundo los han ganado (+2,4%).
El caso general, en el que se incluyen nueve autonomías (Aragón, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura, la Comunidad Valenciana, Navarra y la Comunidad de Madrid), es el descenso simultáneo del número de ocupados españoles e inmigrantes. Otras seis regiones, además de Galicia (Andalucía, Asturias, Cantabria, Castilla y León, el País Vasco y La Rioja) exhiben un incremento en el empleo de inmigrantes al mismo tiempo que ha caído la ocupación de españoles. La Región de Murcia es un caso singular: ha sido la única que muestra un aumento del empleo de españoles simultáneo a un recorte en la ocupación de inmigrantes.
Los 1,08 millones de ocupados que hay ahora en la región gallega se corresponden con 1,03 millones de ocupados de nacionalidad española y 54.800 extranjeros. Este último grupo se compone a su vez por 13.900 personas procedentes de otros países de la UE y de 40.900 inmigrantes de otros lugares del mundo.
Los inmigrantes equivalen al 5,1% del total de ocupados en la región, seis décimas más que hace un año y siete décimas por encima del nivel que esta proporción tenía en 2008. Con todo, la proporción de ocupados extranjeros de Galicia es menos de la mitad que la media nacional, que se sitúa en un 12,2%.
Galicia es la segunda comunidad, detrás de Extremadura, donde más baja es la participación de trabajadores procedentes del exterior (3% del total de ocupados en la región extremeña). En el otro extremo, Baleares y Canarias son las comunidades con mayor participación de trabajadores procedentes del exterior, con un 23,1% y 15,9% del total de ocupados, respectivamente.
Solo hay cinco autonomías en las que la participación de los inmigrantes en el empleo es ahora mayor que en 2008. Se trata de Cantabria (+1 punto porcentual), Galicia (7 décimas más, como acabamos de ver), Canarias, Andalucía y Castilla y León (4, 3 y 1 décima, respectivamente).
La ocupación en Galicia según el nivel formativo alcanzado
Una última perspectiva demográfica para analizar el empleo es la formación. Para ello utilizamos cuatro grandes categorías: 1) Primaria (que incluye a quienes hayan acabado o no esa etapa educativa además del pequeño número de analfabetos); 2) Primera etapa de educación secundaria; 3) Segunda etapa de formación secundaria y/o Formación Profesional y 4) Superior (incluye a quienes hayan completado todo o una parte de un grado universitario, además de a quienes tengan maestrías y/o doctorados).
En los últimos cuatro trimestres, en Galicia solo ha crecido el número de ocupados del nivel formativo superior, mientras que se ha reducido el de aquellos con niveles educativos inferiores. La pérdida de empleo ha sido más grave cuanto menor era el nivel educativo.
Concretamente, han sido contratadas 22.000 personas con formación superior (+4,6%, el mayor incremento autonómico). Esas contrataciones contrastan con el despido de 5.200 personas con educación primaria (-15,9%), 18.400 personas con la primera etapa de la educación secundaria (-5,5%) y 21.500 personas que cuentan con la segunda etapa de la educación secundaria y/o FP (-8,1%).
A nivel nacional, también se ha destruido empleo para los tres niveles formativos más bajos (-15,5% interanual para personas con educación hasta primaria, -8,5% para aquellos con la primera etapa de la secundaria y -2,4% para quienes cuentan con la segunda etapa de la secundaria), mientras que aquellos con formación superior han aumentado ligeramente su ocupación (+0,4%).
Además de Galicia, hay otras siete comunidades que han tenido una dinámica similar a la del total nacional: Andalucía, Baleares, Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana, la Comunidad de Madrid, Navarra y el País Vasco.
Desde el ángulo de la formación, los 1,08 millones de ocupados gallegos se desagregan en 27.500 individuos con educación primaria, 315.900 personas con la primera etapa de la secundaria, 243.200 con la segunda etapa de formación secundaria y/o FP y 496.000 con formación superior.
Si los datos anteriores son de por sí elocuentes acerca de la importancia fundamental de la educación como medio de maximizar las oportunidades de empleo, eso queda aún más evidenciado cuando se comparan los datos del tercer trimestre de 2008 con los del mismo período de 2020: en los últimos doce años, solo ha aumentado en la región el número de personas trabajando con educación superior, mientras ha caído el de trabajadores con los otros tres niveles de formación. Cuanto menor el nivel formativo, más profunda resultó ser la pérdida de empleo.
En efecto, a lo largo de estos años, la cantidad de ocupados con formación superior ha crecido en Galicia en 91.900 personas (+22,7%). Al mismo tiempo, el número de personas con empleo con educación primaria se ha reducido en 137.300 (-83,3%), el número de quienes trabajan y cuentan con la primera etapa de la educación secundaria se ha contraído en 76.500 personas (-19,5%), y el de los que tienen la segunda etapa de formación secundaria ha bajado en 11.900 (-4,7%).
Esto ha significado un importante cambio en la composición del colectivo de ocupados según el nivel de formación alcanzado. En Galicia, la participación en el empleo de quienes tienen educación primaria se ha reducido de un 13,5% en el año 2008 hasta un 2,5% ahora (-11 puntos porcentuales), al mismo tiempo que la de aquellos con primera etapa de la secundaria ha disminuido 3,1 p.p., hasta el 29,2%. Ese espacio ha sido ocupado por personas con formación superior, que en 2008 disponían del 33,2% de los empleos y ahora concentran el 45,8% (+12,6 p.p.) y por personas con la segunda etapa de la secundaria, que han ganado 1,5 p.p., para llegar ahora al 22,5% del total de empleos.
Además de Galicia, otras siete comunidades replican el caso general, con aumento del empleo entre las personas con formación superior y descenso en las restantes tres categorías: Andalucía, Baleares, Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana, la Comunidad de Madrid, Navarra y el País Vasco.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.185