La Casa de la Navegación de Baiona reabría esta semana sus puertas  con una  sala de exposiciones que llevará el nombre de Pedro Novalbos.

Desde el Concello de Baiona se ha querido homenajear a la figura de esta distinguida persona dedicándole la sala de los naufragios de la Casa de la Navegación, que pasará a llamarse “Sala Pedro Novalbos”.

La Concejala de Cultura, Miriam Costas Iriarte, señala que: “Pedro tenía claro que las  piezas encontradas en la localidad merecían ser conservadas y mostradas en una exposición de un museo y más concretamente en Baiona, por ser el lugar donde habían aparecido y comenzó un periplo por despachos diversos reivindicando ese sentido social del patrimonio que es el que todos y todas podamos disfrutarlo. Por su gran trabajo hemos querido nombrar a la sala con su nombre”.  

Por su parte, el Alcalde de Baiona, Carlos Gómez Prado, destaca que “Si Baiona puede mostrar sus tesoros marinos es gracias a Pedro Novalbos y el Concello se lo quiere agradecer con el nombramiento de este espacio. Fue este vigués de nacimiento y miñorano de adopción el que descubrió unos viejos cañones en 1986 en torno a Cabo Silleiro mientras buceaba. Desde entonces dedicó sus esfuerzos a la complicada extracción de las piezas de artillería del siglo XVI, de la Armada Invencible, que fueron a parar a un almacén del Museo de Pontevedra hasta que consiguió traerlas en 2015 a la Casa de la  Navegación baionesa”.

Goméz finaliza declarando que “El pasado mes de agosto el Concello de Baiona homenajeó a Pedro Novalbos con la entrega de un “Lazo de Honra” y nos comprometimos a poner en valor sus hallazgos y su figura. Con la sala de exposiciones Pedro Novalbos queremos agradecerle su compromiso social con la cultura y el patrimonio de todos así como su gran labor por reivindicar el patrimonio de Baiona,  haciéndole este pequeño guiño a este gran hombre”.

 
La generosidad de  Novalbos y su intachable conciencia social del patrimonio, que lo empujó en todo momento a reivindicar que estas piezas tenían que ser expuestas para el aprecio de todos y todas, son condiciones que le separan de tantos otros ciudadanos que igualmente localizan patrimonio sumergido pero que lo consideran propio.