Este año, además de las tradicionales lluvias que suelen ser motivo de preocupación durante la Semana Santa, hay otro problema que preocupa a los organizadores de las procesiones en España: las termitas. Según alerta la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), muchas de las imágenes de madera que procesionan durante estos días podrían estar afectadas por esta plaga, poniendo en riesgo obras de incalculable valor histórico, artístico y cultural.

La celulosa contenida en la madera es el alimento principal de las termitas, que actúan de forma silenciosa y devastadora, vaciando los elementos de madera sobre los que actúan y dejando intacta la parte exterior, lo que dificulta su detección hasta que es demasiado tarde. Según Jorge Galván, director general de ANECPLA, "la inmensa mayoría de los pasos que salen en procesión en Semana Santa en nuestro país son tallas fabricadas en madera, muchas de ellas hace siglos y expuestas a la humedad, presentando así las condiciones idóneas para la aparición de plagas de termitas y carcoma".

Las termitas, con su diminuto tamaño, pueden causar un daño inmenso en poco tiempo, afectando no solo a las estructuras de madera de los edificios, sino también al valioso patrimonio que guardan. Desde incunables hasta retablos y reconocidas tallas de madera pueden ser víctimas de esta plaga.

Ante esta situación, ANECPLA reclama un mayor control institucional sobre esta plaga y la realización de controles periódicos por parte de empresas especializadas para evitar su expansión. La detección temprana de la presencia de termitas es crucial para proteger el Patrimonio Histórico-Artístico del país, que se ve amenazado por la capacidad destructiva de estos insectos.

En la actualidad, son numerosos los edificios y obras de arte icónicas afectados por las termitas en España, lo que subraya la urgencia de abordar este problema de manera efectiva para preservar nuestro invaluable legado cultural y artístico.