La problemática de los residuos y suelos contaminados dentro del marco de la economía circular, está recogida en la legislación vigente en España en la Ley 7/2022 de 8 de abril, la cual aborda esta problemática.

Empecemos respondiendo a la pregunta ¿Qué es la economía circular?, pues es, un concepto económico y ambiental que se centra en el diseño y la gestión de los procesos productivos de manera que los productos, componentes y materiales, se mantengan en la economía (mercado) el mayor tiempo posible y se reduzcan al mínimo los residuos, la contaminación y el uso de recursos. Por lo tanto, tiene como objetivo transformar los sistemas económicos lineales actuales (extraer, producir, consumir y desechar) en sistemas circulares donde los recursos se mantienen en uso durante el mayor tiempo posible, creando así, un ciclo continuo de valor y minimizando los impactos medioambientales negativos, o sea, lo que se hacía antes de la globalización, reparar y aprovechar.

El suelo es uno de los grandes perjudicados, pues en él, es en donde se depositan todos estos desechos. Tenemos una amplia variedad de focos de contaminación, las causas a menudo, son difíciles de identificar ya que los contaminantes pueden llegar hasta el suelo, las plantas, los animales, el agua… por diferentes razones que no siempre resultan sencillas o claras, lo que sí se sabe de antemano por todas estas alteraciones, tienen que ver con la acción del hombre y la actividad industrial. Cuando estas sustancias se derivan al suelo, acaban contaminando aguas subterráneas, las cuales tienen varios usos, como para beber, para regar pudiendo llegar a intoxicarnos a través de la cadena alimentaria o trófica al comer pescado, carne, etc.

Otro aspecto importante es el almacenamiento y acumulación de basuras en vertederos, tanto en superficie como su enterramiento, fugas en tanques de agua superficiales o subterráneos por averías o infraestructuras deficientes. Algunas de las causas de la contaminación del suelo son: Vertidos de residuos y basuras, uso de productos químicos, fugas radioactivas, humos de vehículos e industria, alcantarillado viejo, etc. Ante todo, este panorama, cabe destacar los residuos urbanos que contaminan el agua y el suelo, plaguicidas, insecticidas, fungicidas, la minería y también la acumulación de basura, tanto en zonas públicas o en un vertedero y zonas industriales.

Por todas estas estas acciones nefastas para el suelo, hace que éste pierda calidad, generando una serie de consecuencias negativas que van desde la desvalorización hasta la imposibilidad de uso para construir, cultivar o que sea un ecosistema sano. Estas consecuencias pueden surgir de forma silenciosa provocando un constante goteo de víctimas, ya sean humanas, de especie vegetal o animal, por ejemplo, la fuga de la central de Fukusima afectando a la contaminación del suelo y a la agricultura, ganadería y pesca.

El cuidado del suelo es primordial y para evitar su contaminación, sabemos que la mejor solución es la prevención, aunque también es cierto que no siempre se puede evitar y en ocasiones se producen accidentes lo que hace que sea difícilmente posible esa prevención de la contaminación. Por lo tanto, entre los hechos consumados, se buscan soluciones que van desde la limpieza de la zona, hasta la simple delimitación del lugar dañado. Citamos algunos de los lugares más contaminados del planeta: La ciudad de Agbogbloshie, en Ghana, el Delta del río Niger, el río Litarium en Indonesia, Chernóbil en Ucrania, el río Matanza en Argentina, Kabwe en Zambia, etc. Estas áreas afectadas, no son aptas para la vida.

La contaminación, ha aumentado en las últimas décadas a consecuencia de la industrialización y el desarrollo urbano. Las buenas prácticas, un buen reciclado de basuras y depuración de desechos, la introducción de energías renovables, reducir esos desechos a nivel doméstico e industrial, el fomento de una agricultura regulada, ayudaría a mantener los suelos libres de polución y depurar las aguas residuales en plantas de reciclaje adecuadas para reducir la contaminación de la tierra, del suelo y también del agua.

La prevención y concienciación, mejora esos procesos de reciclado, de lo contrario se genera un lógico deterioro del paisaje por el empobrecimiento del ecosistema, supone pérdidas millonarias al impedir la explotación en un entorno natural. En  la contaminación del suelo, se encuentra la pérdida de la flora y su variedad y también dificultades para la agricultura.