El Halo de Vigo, un icono que debería ofrecer vistas panorámicas espectaculares de la ciudad, se ha convertido tristemente en escenario de tragedias que han sacudido a la comunidad. Con el fallecimiento hoy por precipitación suma tres víctimas desde su inauguración, la seguridad del ascensor vuelve a estar en entredicho, y las autoridades locales enfrentan críticas por su gestión en este problema.

La Policía Nacional está llevando a cabo una exhaustiva investigación sobre este nuevo incidente, el tercero de este tipo desde la inauguración del ascensor. La persona fallecida este sábado, al parecer, se precipitó desde el mirador del ascensor en lo que todo indica podría ser un caso de autolesiones.

A pesar de los dos primeros decesos, el Concello de Vigo solo respondió con medidas insuficientes, como el refuerzo de patrullas policiales en los accesos al ascensor. Ahora, con una tercera muerte, queda claro que estas medidas no han sido efectivas para prevenir tragedias.

Los colectivos ciudadanos habían pedido el cierre preventivo del Halo tras las primeras dos muertes, pero estas solicitudes no fueron atendidas adecuadamente. La Asociación de Vecinos Zona Centro de Vigo ha señalado la falta de evaluación de riesgos antes de la inauguración del mirador, destacando la premura por inaugurar la estructura antes de las elecciones como un factor que comprometió la seguridad pública.

Es hora de que el Concello de Vigo asuma su responsabilidad y tome medidas contundentes para garantizar la seguridad de los ciudadanos. La instalación de una pantalla protectora de cristal y la restricción del acceso a la zona abierta del mirador son propuestas sensatas que podrían evitar futuras tragedias.

La comunidad espera una respuesta firme por parte de las autoridades, que demuestre un compromiso real con la seguridad pública. Mientras tanto, la ciudad de Vigo sigue de luto por esta pérdida posiblemente evitable y exige acciones concretas para evitar que ocurran más tragedias en el Halo.