La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en coordinación con otras 21 asociaciones de 17 países miembros de la Organización Europea de Consumidores (BEUC), ha presentado una denuncia ante la Comisión Europea y la Red de Cooperación para la Protección del Consumidor (Red CPC) contra las principales empresas de videojuegos. La denuncia acusa a los desarrolladores de juegos populares como Fortnite, EA Sports FC 24, Minecraft y Clash of Clans de implementar prácticas desleales que incentivan el gasto mediante el uso de monedas premium virtuales, cuyo coste real resulta difícil de entender.
Técnicas de manipulación y falta de transparencia
OCU y BEUC señalan que los videojuegos utilizan técnicas para manipular a los jugadores, incentivándolos a comprar monedas premium que aparentemente son virtuales, pero que implican un coste real que no siempre es claro. Estas monedas se utilizan para adquirir mejoras, objetos y personajes dentro de los juegos, pero el usuario rara vez puede visualizar el valor real en euros de los productos que está comprando. Además, los derechos de los consumidores respecto al uso de estas monedas son limitados, lo que favorece únicamente a los desarrolladores de los juegos.
Menores, los más vulnerables ante estas prácticas
La denuncia pone especial énfasis en la vulnerabilidad de los menores, quienes, según la propia industria, gastan de media 39 euros al mes en compras dentro de los videojuegos. La falta de experiencia financiera de los niños hace que tengan dificultades para comprender el coste real de las monedas virtuales, lo que los convierte en un objetivo fácil para estas técnicas de manipulación. A pesar de que la industria considera que los jugadores prefieren este método de pago, la mayoría prefiere realizar compras con dinero real en lugar de utilizar monedas premium, que son percibidas como engañosas.
Llamado a la acción para proteger a los usuarios
Tanto OCU como BEUC instan a las autoridades europeas a garantizar que los desarrolladores de videojuegos proporcionen un entorno seguro y transparente para los usuarios. Exigen que se aclare el precio real de las monedas virtuales y que se ofrezca una protección especial en las compras realizadas por menores de edad. Agustín Reyna, Director General de BEUC, enfatizó que el entorno online debe respetar las mismas reglas que el mundo real y que los jugadores no deben ser engañados para que gasten más dinero.
Ileana Izverniceanu, Directora de Comunicación de OCU, añadió que “los videojuegos han evolucionado hasta convertirse en una forma de entretenimiento popular, pero también promueven compras virtuales con precios poco claros. La protección de los jugadores, especialmente los más jóvenes, es fundamental para asegurar un entorno digital seguro.”
Un negocio multimillonario
Las compras dentro de los juegos generan más de 46.000 millones de euros anuales, lo que representa una cuarta parte del mercado global de videojuegos. De hecho, esta fuente de ingresos ya supera a las industrias del cine y la música combinadas. En 2023, el 42% de los 50 videojuegos más jugados incluían monedas premium, de los cuales 8 estaban dirigidos a menores de 12 años.
Ante este escenario, OCU y BEUC demandan medidas urgentes para regular estas prácticas y proteger a los consumidores, especialmente a los menores, del impacto financiero de las monedas virtuales dentro de los videojuegos.
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