El acto de despedida tuvo lugar en el centro de la Porteliña, en la parroquia mosense de Petelos, y contó con la presencia de la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, la directora general de Personas con Discapacidad, Begoña Abeijón, y los alcaldes de Crecente y Arbo, Julio César García-Luengo Pérez y Horacio Gil Expósito, respectivamente. Fue un encuentro cargado de emoción, en el que se rindió homenaje y agradecimiento a la labor de las religiosas de los centros EVD de Mos y Crecente, que ahora dejan Galicia para retirarse a vivir en Ávila.

Durante su intervención, visiblemente emocionada, la alcaldesa de Mos recordó sus inicios en el ayuntamiento como concejala de la Mujer, un cargo que la llevó a trabajar estrechamente con las Escravas da Virxe Dolorosa. "Siempre he sentido un gran amor por las hermanas y las mujeres del centro, un cariño recíproco. Hoy es un día triste, pero las hermanas siempre estarán con nosotros", afirmó Arévalo.

Las tres hermanas de EVD se despiden de Galicia tras más de seis décadas dedicadas a su misión: apoyar a mujeres, madres y niñas con discapacidad, entre otros. Han sido un ejemplo indiscutible de amor al prójimo, una entrega que no ha dejado indiferente a la comunidad, según señaló la alcaldesa. Su trabajo en lugares como Vigo, Crecente y Mos ha dejado una huella imborrable en las personas con las que han compartido vivencias y experiencias.

Nidia Arévalo concluyó sus palabras agradeciendo su vida de servicio: "Gracias, hermanas, por vuestra labor basada en un amor maternal e incondicional. Os deseo lo mejor en esta nueva etapa, y ánimo y fuerza a quienes continúan vuestro legado, para dar continuidad a este hermoso proyecto de vida que dejáis con el listón muy alto".