Galicia
Miles de locales comerciales y centros de trabajo en Galicia deberán medir sus niveles de radón en los próximos meses
A partir de este otoño, miles de locales comerciales y centros de trabajo en Galicia estarán obligados a medir los niveles de radón en sus instalaciones, en cumplimiento de la nueva normativa que entró en vigor el pasado mes de mayo. La medida afecta a 283 de los 313 municipios gallegos, siendo las provincias de A Coruña y Ourense las más impactadas por la elevada presencia de este gas cancerígeno debido a las características geológicas de la región, compuesta mayoritariamente por suelos graníticos.
El gas radón, presente de forma natural en el subsuelo, es inodoro e incoloro, pero en altas concentraciones puede suponer un riesgo significativo para la salud, ya que se ha demostrado que está relacionado con el desarrollo de cáncer de pulmón. Ante esta situación, la normativa obliga a todos los locales situados en plantas bajas o sótanos a llevar a cabo mediciones del gas. Según las directrices del Consejo Superior Nuclear, el límite permitido es de 300 Bq/m³ (bequerelios por metro cúbico). En caso de que se superen estos niveles, los establecimientos deberán implementar medidas correctivas que incluyan la mejora de los sistemas de ventilación.
Durante una jornada formativa organizada por el Colegio de Graduados Sociales de A Coruña y Ourense, más de cincuenta profesionales se reunieron para abordar los desafíos que plantea esta nueva legislación. Iván Castiñeira Álvarez, director comercial de la empresa Taprega, y José María Santiago, coordinador de la Comisión de Formación Colegial, estuvieron a cargo de la apertura de la jornada, que contó con la ponencia de Enrique García Moreira, técnico superior en Prevención de Riesgos Laborales (PRL).
García Moreira explicó que las mediciones del radón se realizarán mediante la instalación de detectores en los locales durante un período de tres meses. Una vez finalizado este plazo, se analizarán los resultados y, si se encuentran niveles elevados de radón, se deberán aplicar soluciones específicas. “No hay que alarmarse. En muchos casos, las soluciones son simples, como la instalación de ventilación natural. Sin embargo, si los niveles son más altos, se podrían implementar medidas más complejas como membranas antiradón o arquetas de succión con ventilación forzada”, señaló García Moreira. Estas intervenciones buscan asegurar que los trabajadores no estén expuestos a riesgos innecesarios, garantizando su seguridad y salud.
Implicaciones para las empleadas domésticas
Además del tema del radón, la jornada formativa también abordó otros aspectos clave en materia de Prevención de Riesgos Laborales. Uno de los temas destacados fue la nueva regulación que afecta a las empleadas del hogar, un colectivo que hasta ahora no contaba con las mismas garantías que otros sectores en lo que se refiere a PRL. La nueva normativa asegura que las trabajadoras domésticas tendrán derecho a un reconocimiento médico anual, al igual que el resto de los empleados, y la Administración pondrá a disposición de los empleadores herramientas para facilitar la implementación de medidas preventivas.
García Moreira subrayó la importancia de esta normativa, que supone un avance en la protección de un sector que ha estado históricamente desprotegido en términos de seguridad laboral. “Es un cambio necesario para garantizar que las trabajadoras domésticas cuenten con las mismas condiciones de seguridad que otros trabajadores. Aunque la norma ha despertado algunas alarmas entre los empleadores, es una medida que a largo plazo beneficiará tanto a las empleadas como a sus contratantes”, explicó el técnico en PRL.
El Colegio de Graduados Sociales está trabajando en proporcionar la información necesaria a sus asociados para que puedan asesorar a los empleadores sobre las implicaciones de esta nueva normativa, tranquilizando tanto a las trabajadoras como a los contratantes sobre el proceso de adaptación que se pondrá en marcha en los próximos meses.
Galicia, una zona con alto riesgo de radón
![[Img #91332]](https://xornal21.com/upload/images/10_2024/3189_8817_concellos_mas200.jpg)
La normativa sobre el radón no es nueva, pero ha adquirido una importancia especial en Galicia debido a las características del terreno. El granito es una roca que emite naturalmente radón, y la concentración de este gas puede aumentar en espacios cerrados, especialmente en plantas bajas o sótanos. La alta prevalencia de suelos graníticos en Galicia ha llevado a que más del 90% de sus municipios estén clasificados como zonas de alta incidencia de radón.
Enrique García Moreira recordó la importancia de tomar en serio esta medida, ya que aunque los efectos del radón no son inmediatos, la exposición prolongada a niveles elevados puede tener graves consecuencias para la salud. “No es un problema que se resuelva de la noche a la mañana, pero con las medidas adecuadas podemos garantizar que nuestros espacios de trabajo sean seguros”, concluyó.
Este proceso de medición y corrección del radón, que se extenderá a lo largo de los próximos meses, supone un paso importante hacia la protección de la salud de los trabajadores en Galicia y refuerza el compromiso de las autoridades con la mejora de la seguridad en los espacios laborales.

A partir de este otoño, miles de locales comerciales y centros de trabajo en Galicia estarán obligados a medir los niveles de radón en sus instalaciones, en cumplimiento de la nueva normativa que entró en vigor el pasado mes de mayo. La medida afecta a 283 de los 313 municipios gallegos, siendo las provincias de A Coruña y Ourense las más impactadas por la elevada presencia de este gas cancerígeno debido a las características geológicas de la región, compuesta mayoritariamente por suelos graníticos.
El gas radón, presente de forma natural en el subsuelo, es inodoro e incoloro, pero en altas concentraciones puede suponer un riesgo significativo para la salud, ya que se ha demostrado que está relacionado con el desarrollo de cáncer de pulmón. Ante esta situación, la normativa obliga a todos los locales situados en plantas bajas o sótanos a llevar a cabo mediciones del gas. Según las directrices del Consejo Superior Nuclear, el límite permitido es de 300 Bq/m³ (bequerelios por metro cúbico). En caso de que se superen estos niveles, los establecimientos deberán implementar medidas correctivas que incluyan la mejora de los sistemas de ventilación.
Durante una jornada formativa organizada por el Colegio de Graduados Sociales de A Coruña y Ourense, más de cincuenta profesionales se reunieron para abordar los desafíos que plantea esta nueva legislación. Iván Castiñeira Álvarez, director comercial de la empresa Taprega, y José María Santiago, coordinador de la Comisión de Formación Colegial, estuvieron a cargo de la apertura de la jornada, que contó con la ponencia de Enrique García Moreira, técnico superior en Prevención de Riesgos Laborales (PRL).
García Moreira explicó que las mediciones del radón se realizarán mediante la instalación de detectores en los locales durante un período de tres meses. Una vez finalizado este plazo, se analizarán los resultados y, si se encuentran niveles elevados de radón, se deberán aplicar soluciones específicas. “No hay que alarmarse. En muchos casos, las soluciones son simples, como la instalación de ventilación natural. Sin embargo, si los niveles son más altos, se podrían implementar medidas más complejas como membranas antiradón o arquetas de succión con ventilación forzada”, señaló García Moreira. Estas intervenciones buscan asegurar que los trabajadores no estén expuestos a riesgos innecesarios, garantizando su seguridad y salud.
Implicaciones para las empleadas domésticas
Además del tema del radón, la jornada formativa también abordó otros aspectos clave en materia de Prevención de Riesgos Laborales. Uno de los temas destacados fue la nueva regulación que afecta a las empleadas del hogar, un colectivo que hasta ahora no contaba con las mismas garantías que otros sectores en lo que se refiere a PRL. La nueva normativa asegura que las trabajadoras domésticas tendrán derecho a un reconocimiento médico anual, al igual que el resto de los empleados, y la Administración pondrá a disposición de los empleadores herramientas para facilitar la implementación de medidas preventivas.
García Moreira subrayó la importancia de esta normativa, que supone un avance en la protección de un sector que ha estado históricamente desprotegido en términos de seguridad laboral. “Es un cambio necesario para garantizar que las trabajadoras domésticas cuenten con las mismas condiciones de seguridad que otros trabajadores. Aunque la norma ha despertado algunas alarmas entre los empleadores, es una medida que a largo plazo beneficiará tanto a las empleadas como a sus contratantes”, explicó el técnico en PRL.
El Colegio de Graduados Sociales está trabajando en proporcionar la información necesaria a sus asociados para que puedan asesorar a los empleadores sobre las implicaciones de esta nueva normativa, tranquilizando tanto a las trabajadoras como a los contratantes sobre el proceso de adaptación que se pondrá en marcha en los próximos meses.
Galicia, una zona con alto riesgo de radón
![[Img #91332]](https://xornal21.com/upload/images/10_2024/3189_8817_concellos_mas200.jpg)
La normativa sobre el radón no es nueva, pero ha adquirido una importancia especial en Galicia debido a las características del terreno. El granito es una roca que emite naturalmente radón, y la concentración de este gas puede aumentar en espacios cerrados, especialmente en plantas bajas o sótanos. La alta prevalencia de suelos graníticos en Galicia ha llevado a que más del 90% de sus municipios estén clasificados como zonas de alta incidencia de radón.
Enrique García Moreira recordó la importancia de tomar en serio esta medida, ya que aunque los efectos del radón no son inmediatos, la exposición prolongada a niveles elevados puede tener graves consecuencias para la salud. “No es un problema que se resuelva de la noche a la mañana, pero con las medidas adecuadas podemos garantizar que nuestros espacios de trabajo sean seguros”, concluyó.
Este proceso de medición y corrección del radón, que se extenderá a lo largo de los próximos meses, supone un paso importante hacia la protección de la salud de los trabajadores en Galicia y refuerza el compromiso de las autoridades con la mejora de la seguridad en los espacios laborales.



































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