El número de incidencias derivadas de la borrasca Kirk sigue en aumento, alcanzando las 565 desde que se activaron las alertas ayer por la tarde hasta las 11:00 horas de hoy. Los fuertes vientos y lluvias han causado importantes daños, afectando especialmente a las provincias de Pontevedra y A Coruña.

Según el Plan de seguimiento y control de los ríos, varios cursos fluviales están bajo vigilancia por riesgo de desbordamiento. En A Coruña, los ríos Tambre, Mandeo, Mendo y Dubra presentan niveles elevados, mientras que en Pontevedra se vigilan los ríos Verdugo, Lérez y Tea, y en Lugo, los ríos Landro, Ladra, Masma y Ouro.

Las autoridades han recomendado evitar la proximidad a estas zonas y suspender cualquier actividad cerca de los cauces fluviales. Además, han advertido que, aunque las condiciones meteorológicas podrían mejorar, el riesgo en las carreteras persiste debido a la posible caída de árboles y desprendimientos.

Los servicios de emergencia han gestionado la mayor parte de las incidencias en las carreteras, con más de 350 árboles y ramas caídas, además de numerosos desprendimientos. Entre los casos más destacados, se registró el derrumbe de una pared en un pabellón deportivo en Porto do Son y la caída de un falso techo en un colegio de Monforte, sin causar heridos.

Los incidentes se han concentrado principalmente en la provincia de Pontevedra, con 304 incidencias, seguida de A Coruña con 162, Ourense con 50 y Lugo con 42. Las zonas más afectadas incluyen Vigo, Santiago de Compostela y Redondela, donde los equipos de emergencia continúan trabajando para mitigar los riesgos.

Hasta el momento, no se han reportado víctimas, aunque se sigue pidiendo a la población extremar las precauciones ante los efectos de la borrasca.