Día Domingo, 14 de Septiembre de 2025
ACTUALIDAD
El Ciberataque mas devastador de la historia
WannaCry: un punto de inflexión en la lucha contra el cibercrimen
El 12 de mayo de 2017, el mundo fue testigo de uno de los ciberataques más grandes y devastadores de la historia: el ransomware WannaCry. Este ataque, que afectó a más de 200,000 computadoras en 150 países, tuvo repercusiones globales y mostró lo vulnerable que puede ser la infraestructura digital mundial.
El Origen: EternalBlue y la vulnerabilidad de Windows
WannaCry explotó una vulnerabilidad crítica en los sistemas operativos Windows, específicamente en una función de red conocida como Server Message Block (SMB). La vulnerabilidad, identificada como EternalBlue, fue descubierta por la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA) y, posteriormente, filtrada por el grupo de hackers The Shadow Brokers. Esta herramienta de ciberespionaje había sido diseñada para aprovechar fallos en el software, lo que permitió a los ciberdelincuentes propagar rápidamente el ransomware a nivel mundial.
El Ataque: cifrado masivo y demandas de rescate
El ataque fue particularmente devastador porque cifró los archivos de las computadoras infectadas, exigiendo un rescate de 300 dólares en Bitcoin para liberarlos. Aunque la suma obtenida por los atacantes fue relativamente baja, alrededor de 130,000 dólares, las pérdidas globales se estimaron en unos 4,000 millones de dólares. El impacto fue particularmente grave en sectores como la salud, donde instituciones como el Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido se vieron paralizadas debido a la infección masiva de equipos críticos.
Un héroe inesperado
El ataque avanzaba rápidamente, pero fue un experto en ciberseguridad, Marcus Hutchins, quien logró detener la propagación al descubrir un "interruptor de apagado" en el código del ransomware. Este hallazgo evitó que el ataque se extendiera aún más, lo que permitió limitar los daños. Sin embargo, la rapidez del ataque y su expansión a gran escala dejaron claro lo vulnerables que pueden ser las infraestructuras digitales de las organizaciones globales.
Otros ciberataques relevantes
Aunque WannaCry es uno de los ciberataques más grandes de la historia, no es el único. Un ataque aún más destructivo fue NotPetya, también ocurrido en 2017. Mientras que WannaCry estaba diseñado para obtener ganancias financieras a través del rescate, NotPetya fue un ataque de destrucción masiva dirigido principalmente a Ucrania, pero que se propagó rápidamente a nivel global. En este caso, el ataque no solo cifró archivos, sino que destruyó completamente los sistemas afectados.
Por otro lado, uno de los ataques más grandes en términos de robo de datos fue el que afectó a Yahoo en 2013. Este ataque comprometió información personal de 3 mil millones de cuentas, un hecho que no se dio a conocer hasta 2016, y que afectó gravemente la credibilidad de la empresa.
El legado de WannaCry
El ataque de WannaCry marcó un antes y un después en la forma en que las organizaciones enfrentan el cibercrimen. Aunque la rapidez con la que se propagó el ataque sorprendió a muchos, también dejó una lección fundamental: la importancia de mantener actualizados los sistemas de seguridad. Muchas de las víctimas del ataque no habían instalado el parche de seguridad lanzado por Microsoft justo antes del ataque, lo que demostró la vulnerabilidad de las infraestructuras digitales cuando las actualizaciones de seguridad no se implementan de manera oportuna.
El ciberataque WannaCry fue un recordatorio doloroso de lo conectada que está nuestra sociedad con la tecnología y los riesgos inherentes al mundo digital. Aunque las pérdidas económicas fueron significativas, la experiencia sirvió como un llamado a la acción para mejorar las defensas cibernéticas a nivel global. A medida que las amenazas evolucionan, el conocimiento y la preparación son las mejores armas para prevenir ataques de esta magnitud en el futuro.

El 12 de mayo de 2017, el mundo fue testigo de uno de los ciberataques más grandes y devastadores de la historia: el ransomware WannaCry. Este ataque, que afectó a más de 200,000 computadoras en 150 países, tuvo repercusiones globales y mostró lo vulnerable que puede ser la infraestructura digital mundial.
El Origen: EternalBlue y la vulnerabilidad de Windows
WannaCry explotó una vulnerabilidad crítica en los sistemas operativos Windows, específicamente en una función de red conocida como Server Message Block (SMB). La vulnerabilidad, identificada como EternalBlue, fue descubierta por la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA) y, posteriormente, filtrada por el grupo de hackers The Shadow Brokers. Esta herramienta de ciberespionaje había sido diseñada para aprovechar fallos en el software, lo que permitió a los ciberdelincuentes propagar rápidamente el ransomware a nivel mundial.
El Ataque: cifrado masivo y demandas de rescate
El ataque fue particularmente devastador porque cifró los archivos de las computadoras infectadas, exigiendo un rescate de 300 dólares en Bitcoin para liberarlos. Aunque la suma obtenida por los atacantes fue relativamente baja, alrededor de 130,000 dólares, las pérdidas globales se estimaron en unos 4,000 millones de dólares. El impacto fue particularmente grave en sectores como la salud, donde instituciones como el Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido se vieron paralizadas debido a la infección masiva de equipos críticos.
Un héroe inesperado
El ataque avanzaba rápidamente, pero fue un experto en ciberseguridad, Marcus Hutchins, quien logró detener la propagación al descubrir un "interruptor de apagado" en el código del ransomware. Este hallazgo evitó que el ataque se extendiera aún más, lo que permitió limitar los daños. Sin embargo, la rapidez del ataque y su expansión a gran escala dejaron claro lo vulnerables que pueden ser las infraestructuras digitales de las organizaciones globales.
Otros ciberataques relevantes
Aunque WannaCry es uno de los ciberataques más grandes de la historia, no es el único. Un ataque aún más destructivo fue NotPetya, también ocurrido en 2017. Mientras que WannaCry estaba diseñado para obtener ganancias financieras a través del rescate, NotPetya fue un ataque de destrucción masiva dirigido principalmente a Ucrania, pero que se propagó rápidamente a nivel global. En este caso, el ataque no solo cifró archivos, sino que destruyó completamente los sistemas afectados.
Por otro lado, uno de los ataques más grandes en términos de robo de datos fue el que afectó a Yahoo en 2013. Este ataque comprometió información personal de 3 mil millones de cuentas, un hecho que no se dio a conocer hasta 2016, y que afectó gravemente la credibilidad de la empresa.
El legado de WannaCry
El ataque de WannaCry marcó un antes y un después en la forma en que las organizaciones enfrentan el cibercrimen. Aunque la rapidez con la que se propagó el ataque sorprendió a muchos, también dejó una lección fundamental: la importancia de mantener actualizados los sistemas de seguridad. Muchas de las víctimas del ataque no habían instalado el parche de seguridad lanzado por Microsoft justo antes del ataque, lo que demostró la vulnerabilidad de las infraestructuras digitales cuando las actualizaciones de seguridad no se implementan de manera oportuna.
El ciberataque WannaCry fue un recordatorio doloroso de lo conectada que está nuestra sociedad con la tecnología y los riesgos inherentes al mundo digital. Aunque las pérdidas económicas fueron significativas, la experiencia sirvió como un llamado a la acción para mejorar las defensas cibernéticas a nivel global. A medida que las amenazas evolucionan, el conocimiento y la preparación son las mejores armas para prevenir ataques de esta magnitud en el futuro.
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