GALICIA
La Xunta suma ocho nuevos elementos al Catálogo de Árboles Singulares
El Diario Oficial de Galicia publica la resolución por la que se incorporan al Catálogo gallego de Árboles Singulares ocho nuevos elementos: un cerquiño (Quercus pyrenaica Wild) en Santigoso (A Mezquita, Ourense), una araucaria (Araucaria angustifolia) en el Pazo de Lourizán (Pontevedra), un alcanforero (Cinnamomum camphora) en el castillo de Sobroso (Mondariz) y cinco formaciones arbóreas en el Pazo de Rubiáns (Vilagarcía de Arousa).
Este cerquiño destaca por su gran altura, de 26 metros, y un perímetro de 5,05 metros. Su tronco vertical no se ramifica hasta los 6,80 metros, donde nacen grandes ramas que conforman una copa majestuosa de 30 metros de diámetro. Este es el tercer ejemplar de cerquiño incluido en el catálogo.
La araucaria del Pazo de Lourizán tiene unos 35 metros de altura y un perímetro de 3,19 metros. Con una antigüedad estimada de 130 años, se valora tanto su interés estético como botánico, siendo uno de los primeros ejemplares de esta especie introducidos en Galicia.
El alcanforero del castillo de Sobroso, situado en Mondariz, se caracteriza por su tronco imponente y las raíces visibles que forman una base prominente. Su copa, amplia y globosa, refuerza el valor de este árbol, consolidando a Mondariz como uno de los municipios con más elementos singulares en el catálogo.
En Vilagarcía de Arousa, el Pazo de Rubiáns incorpora cinco formaciones singulares a su catálogo. La primera, un conjunto de criptomerias elegantes (Cryptomeria japonica), está formada por 10 ejemplares de gran tamaño. La formación de calocedros (Calocedrus decurrens) agrupa 14 árboles de copas equilibradas y estructuras llamativas. La colección de camelias (Camellia japonica), plantadas a principios del siglo XIX, podría ser de las primeras de esta especie en Vilagarcía. También destacan dos magnolios (Magnolia grandiflora) de 30 metros de altura, plantados en el siglo XVIII, y cuatro criptomerias japonesas (Cryptomeria japonica), plantadas a finales del mismo siglo.
Con estas nuevas incorporaciones, el Catálogo gallego de Árboles Singulares alcanza los 202 elementos, distribuidos entre 155 árboles y 47 formaciones de 84 especies diferentes. Este registro público reúne ejemplares con características excepcionales que justifican su protección por motivos estéticos, históricos, botánicos o paisajísticos, entre otros.
La Xunta continuará apoyando la preservación de estos elementos con dos líneas de ayudas destinadas a propietarios particulares y administraciones locales. En 2025, se destinarán 30.000 euros para municipios y agrupaciones locales y 60.000 euros para propietarios privados. Estas ayudas cubrirán hasta el 100 % de los gastos subvencionables, con un máximo de 8.000 euros para formaciones y 4.500 euros para árboles individuales. La convocatoria se publicará en las próximas semanas en el Diario Oficial de Galicia.

El Diario Oficial de Galicia publica la resolución por la que se incorporan al Catálogo gallego de Árboles Singulares ocho nuevos elementos: un cerquiño (Quercus pyrenaica Wild) en Santigoso (A Mezquita, Ourense), una araucaria (Araucaria angustifolia) en el Pazo de Lourizán (Pontevedra), un alcanforero (Cinnamomum camphora) en el castillo de Sobroso (Mondariz) y cinco formaciones arbóreas en el Pazo de Rubiáns (Vilagarcía de Arousa).
Este cerquiño destaca por su gran altura, de 26 metros, y un perímetro de 5,05 metros. Su tronco vertical no se ramifica hasta los 6,80 metros, donde nacen grandes ramas que conforman una copa majestuosa de 30 metros de diámetro. Este es el tercer ejemplar de cerquiño incluido en el catálogo.
La araucaria del Pazo de Lourizán tiene unos 35 metros de altura y un perímetro de 3,19 metros. Con una antigüedad estimada de 130 años, se valora tanto su interés estético como botánico, siendo uno de los primeros ejemplares de esta especie introducidos en Galicia.
El alcanforero del castillo de Sobroso, situado en Mondariz, se caracteriza por su tronco imponente y las raíces visibles que forman una base prominente. Su copa, amplia y globosa, refuerza el valor de este árbol, consolidando a Mondariz como uno de los municipios con más elementos singulares en el catálogo.
En Vilagarcía de Arousa, el Pazo de Rubiáns incorpora cinco formaciones singulares a su catálogo. La primera, un conjunto de criptomerias elegantes (Cryptomeria japonica), está formada por 10 ejemplares de gran tamaño. La formación de calocedros (Calocedrus decurrens) agrupa 14 árboles de copas equilibradas y estructuras llamativas. La colección de camelias (Camellia japonica), plantadas a principios del siglo XIX, podría ser de las primeras de esta especie en Vilagarcía. También destacan dos magnolios (Magnolia grandiflora) de 30 metros de altura, plantados en el siglo XVIII, y cuatro criptomerias japonesas (Cryptomeria japonica), plantadas a finales del mismo siglo.
Con estas nuevas incorporaciones, el Catálogo gallego de Árboles Singulares alcanza los 202 elementos, distribuidos entre 155 árboles y 47 formaciones de 84 especies diferentes. Este registro público reúne ejemplares con características excepcionales que justifican su protección por motivos estéticos, históricos, botánicos o paisajísticos, entre otros.
La Xunta continuará apoyando la preservación de estos elementos con dos líneas de ayudas destinadas a propietarios particulares y administraciones locales. En 2025, se destinarán 30.000 euros para municipios y agrupaciones locales y 60.000 euros para propietarios privados. Estas ayudas cubrirán hasta el 100 % de los gastos subvencionables, con un máximo de 8.000 euros para formaciones y 4.500 euros para árboles individuales. La convocatoria se publicará en las próximas semanas en el Diario Oficial de Galicia.
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