La propuesta del Ministerio de Transportes y Movilidad del Gobierno de España para construir un nuevo trazado de la autovía A-52 ha desencadenado una fuerte respuesta entre los vecinos de Mos. El proyecto, que afecta gravemente a las parroquias de Sanguiñeda, Petelos, Tameiga y Pereiras, ha movilizado a la comunidad local, que denuncia los graves perjuicios que la infraestructura ocasionará en viviendas, recursos hídricos y el desarrollo urbanístico del municipio.
El Concello de Mos, en coordinación con asociaciones vecinales y plataformas ciudadanas como DefendeMos, ha iniciado una serie de reuniones informativas urgentes para explicar las implicaciones del proyecto y coordinar la presentación de alegaciones. La primera de estas reuniones, celebrada en el Multiusos de As Pozas y dirigida a los habitantes de Sanguiñeda, reunió a un nutrido grupo de asistentes preocupados por el impacto de la obra. Reuniones similares tendrán lugar esta semana para los vecinos de Petelos, Tameiga y Pereiras, dado que estas parroquias son las más afectadas por el trazado.
Impacto y controversia
El proyecto plantea la construcción de un túnel y otras infraestructuras que destruirán más de 100 viviendas, afectarán cinco áreas urbanizables y requerirán la demolición de diversas naves industriales. Además, se comprometerán recursos esenciales como las traídas de agua parroquiales, fundamentales para los habitantes de la zona. Entre las comunidades de usuarios de agua más perjudicadas se encuentra la de Pereiras, lo que ha generado una gran preocupación sobre el abastecimiento hídrico en el futuro.
Uno de los puntos más controvertidos es que el nuevo trazado no contempla accesos desde el municipio de Mos, dejando a sus vecinos sin la posibilidad de beneficiarse de la infraestructura. Además, el tráfico pesado que actualmente congestiona la A-55 no se desviará a esta nueva autovía, ya que los transportistas seguirán utilizando la antigua carretera. En consecuencia, el proyecto no resuelve los problemas actuales de tráfico ni mejora la seguridad vial para los residentes de Mos.
Alternativas propuestas
La alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, junto con representantes del BNG, técnicos municipales y miembros de DefendeMos, ha reiterado que existen alternativas más viables y menos lesivas para el territorio. La principal propuesta es la liberación del peaje de la AP-9 en el tramo Puxeiros-Porriño, una medida que permitiría una solución inmediata y efectiva al problema de tráfico pesado sin causar los graves daños previstos por el nuevo trazado.
En el último pleno municipal, celebrado el pasado 30 de diciembre, el Concello aprobó una moción conjunta del PP y el BNG para exigir al Ministerio de Transportes la paralización inmediata del proyecto y la liberación del peaje. Sin embargo, el PSOE votó en contra, generando divisiones en el ámbito político local.
Movilización vecinal y apoyo institucional
La plataforma DefendeMos, reactivada específicamente para esta causa, ha organizado reuniones informativas y ha creado una Comisión de Seguimiento junto con técnicos municipales y colectivos sociales. La primera sesión constitutiva de esta comisión se celebrará el próximo lunes 13 de enero, marcando el inicio de una estrategia conjunta para frenar el proyecto.
Por su parte, el Concello de Mos ha puesto a disposición de los vecinos todos los recursos técnicos, humanos y materiales necesarios para la presentación de alegaciones. En la página web municipal (mos.es), los ciudadanos pueden acceder a modelos de alegaciones, planos del trazado, planos de ocupaciones y toda la documentación relacionada con el proyecto.
Declaraciones contundentes
Durante la primera reunión informativa, la alcaldesa Arévalo expresó su rechazo rotundo al proyecto, calificándolo de "garrafal y agresivo". “No permitiremos que se pisotee nuestro territorio. Este proyecto no solo es innecesario, sino también devastador para las familias, el urbanismo y los recursos naturales de Mos”, aseguró.
Además, la regidora subrayó la necesidad de seguir luchando por una solución más adecuada y menos perjudicial: “La liberación de la AP-9 es una medida sencilla, inmediata y mucho menos costosa, tanto económica como socialmente, que resolvería los problemas de tráfico sin destruir nuestro territorio”.
Un futuro incierto
El rechazo al proyecto de la A-52 ha unido a vecinos, asociaciones y buena parte del espectro político de Mos en una lucha por la defensa de sus intereses. Sin embargo, la falta de consenso político a nivel nacional y las limitadas alternativas ofrecidas por el Ministerio de Transportes plantean un futuro incierto para el municipio. Mientras tanto, la movilización vecinal y las acciones legales se perfilan como las principales herramientas para intentar frenar una obra que amenaza con transformar profundamente la vida en Mos.
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