Septiembre 5 sitúa al espectador en el epicentro de los trágicos hechos que ocurrieron durante los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972, cuando un grupo terrorista secuestra a atletas israelíes, obligando a los periodistas deportivos estadounidenses a cubrir la crisis. La dirección de Tim Fehlbaum mezcla a la perfección el thriller y la tensión propia de un hecho histórico real, manteniendo la atención del público a lo largo de toda la película.

La actuación de Peter Sarsgaard y John Magaro destaca en su representación de los periodistas atrapados entre su obligación profesional y la angustia de una situación tan dramática. La película construye un ambiente de constante ansiedad, reflejando la presión de aquellos que se vieron forzados a informar sobre un acontecimiento tan impactante.

Aunque la trama está bien diseñada, Septiembre 5 pierde algo de ritmo en su segunda parte, cuando la narrativa se vuelve algo repetitiva. El filme no profundiza tanto como podría en las motivaciones personales de los personajes, dejando algunos aspectos sin explorar. Sin embargo, es una obra que mantiene el suspense y invita a la reflexión sobre las complejidades del periodismo en tiempos de crisis.