Las obras de construcción de la nueva escuela infantil de Budiño han comenzado esta semana y supondrán una inversión superior a los 900.000 euros para crear 66 nuevas plazas públicas de educación infantil de 0 a 3 años en el municipio de O Porriño.

Tras el reciente inicio de las obras de rehabilitación y ampliación de la antigua escuela unitaria de Pontellas para su conversión en escuela infantil, el Ayuntamiento de O Porriño pone en marcha un segundo proyecto de similares características. En esta ocasión, se trata de la construcción de un nuevo centro educativo en la parroquia de Budiño, concretamente en una parcela del polígono PPI7, en San Salvador de Budiño, con una superficie de 3.460 metros cuadrados.

El presupuesto total de ejecución de la obra es de 906.093,98 euros. De esa cantidad, 408.233,10 euros proceden de la Consellería de Política Social, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia NextGenerationEU, mientras que los 496.795,66 euros restantes se financian con una subvención de la Consellería de Presidencia, Justicia y Deportes con cargo al Fondo de Cooperación Local.

“Estamos ante dos grandes proyectos que responden a una demanda creciente en nuestro municipio, y desde el Ayuntamiento tenemos que ofrecer los servicios que solicita la ciudadanía”, afirma el alcalde, Alejandro Lorenzo. “Con estas actuaciones vamos a crear antes de que termine 2025 un total de 132 plazas públicas de educación infantil de 0 a 3 años, pasando de dos centros de la red Galiña Azul a cuatro. Esto nos permitirá duplicar la oferta y ayudar a las familias en la conciliación de su vida personal y laboral”, añade.

La escuela infantil de Budiño, al igual que la de Pontellas, contará con 66 plazas y estará ubicada en una zona rural, a diferencia de los dos centros ya existentes situados en el centro urbano y en la parroquia de Torneiros. Además, esta nueva escuela se construirá en un entorno estratégico, dentro de uno de los polígonos industriales del municipio, un área a la que acuden a diario cientos de trabajadores.

El edificio ocupará una superficie de 527 metros cuadrados y contará con cinco aulas, sala multiusos, cocina y cinco zonas de patio, dos de ellas al aire libre. El proyecto arquitectónico destaca por su integración en un entorno donde conviven elementos industriales y naturales. Entre el edificio y la última nave industrial se plantará un bosque que actuará como barrera natural entre la zona de trabajo y la educativa. Este espacio se conectará con un parque público ya existente, creando un entorno verde y sostenible que servirá como transición entre ambos mundos, el industrial y el natural, tal y como recoge el proyecto.