El pasado 29 de febrero, se constituyó con gran éxito la Asamblea de Vecinos de Malteses Viejo en A Guarda, una iniciativa que busca exigir al Concello un mayor compromiso con las obligaciones que tiene como titular de la calle. Representantes de 10 familias asistieron a la reunión, mientras que otras personas mostraron su apoyo a través de redes sociales, aunque no pudieron estar presentes físicamente.

La calle Malteses lleva cuatro décadas sufriendo un abandono absoluto, especialmente durante los meses de invierno, cuando las labores de limpieza y mantenimiento se relajan. Los vecinos desconocen si esta situación se debe a la incapacidad de las autoridades o forma parte de un proceso de gentrificación que afecta al barrio desde hace años.

Entre las principales demandas de la asamblea destacan la limpieza y mantenimiento de la calle y sus transversales, la colocación de papeleras y un servicio de limpieza regular que garantice condiciones dignas para los residentes. También exigen la reparación del pavimento, abandonado durante décadas, que genera ruidos y golpes en las viviendas cercanas cada vez que pasa un coche, así como la mejora de la accesibilidad para personas con movilidad reducida, ancianos y carros infantiles.

Otra de las reivindicaciones es la iluminación pública. Los vecinos piden que las luces del paseo marítimo se enciendan también durante el invierno y el otoño, ya que los residentes, y no solo los turistas, merecen poder usar el paseo por las noches. Además, solicitan control y vigilancia para evitar el consumo y venta de drogas duras en la zona del parking de Mazaracos, así como medidas para mejorar la sensación de seguridad nocturna.

Los vecinos también denuncian a los infractores que circulan a gran velocidad por la calle, ignorando la señalización y causando daños en las fachadas. Asimismo, reclaman la moderación de la megafonía del puerto durante las fiestas, adaptándola a la ordenanza municipal de ruidos para evitar molestias excesivas.

En resumen, los residentes de Malteses Viejo exigen limpieza, iluminación, mantenimiento, control y vigilancia, sin ningún trato especial, a pesar de tratarse de una zona de especial protección por su carácter histórico y residencial.

La asamblea no descarta movilizaciones y protestas en el futuro si no se garantiza un mínimo de dignidad para los ciudadanos de la zona.