Seguridad
El Kit de Emergencia de 72 Horas: Europa se prepara ante una catástrofe
La Unión Europea ha comenzado a promover una "cultura de preparación civil" entre sus ciudadanos, recomendando la creación de kits de emergencia domésticos que permitan sobrevivir al menos 72 horas sin asistencia externa en caso de crisis grave. Esta iniciativa, que se presenta en un contexto geopolítico de creciente tensión, busca aumentar la resiliencia de la población europea ante diversos escenarios de emergencia, desde catástrofes naturales hasta posibles conflictos armados.
Europa en alerta
La situación internacional actual ha impulsado a la Unión Europea a tomar medidas preventivas sin precedentes. Con la entrada de Donald Trump a la Casa Blanca, el panorama geopolítico se ha vuelto considerablemente más inestable e incierto. A esto se suma la guerra en Ucrania, que ya supera los tres años desde que Vladímir Putin ordenara la invasión del país en 2022
El conflicto ha evidenciado vulnerabilidades en la seguridad europea que Bruselas no puede ignorar.
La expansión rusa no se limita al ámbito militar convencional, sino que se manifiesta también mediante ciberataques, campañas de desinformación y operaciones híbridas que han puesto en jaque la estabilidad de varios países europeos. Infraestructuras críticas como redes eléctricas, hospitales, medios de comunicación y sistemas financieros han sido blanco de ataques coordinados que, según diversas agencias de inteligencia, apuntan directamente al Kremlin
Este escenario se complica con la posibilidad de que Estados Unidos reduzca su compromiso con la OTAN, lo que ha encendido todas las alarmas en Bruselas. La UE está trabajando activamente en reforzar su capacidad de defensa y autonomía estratégica, consciente de que la protección del continente podría depender, en gran medida, de sus propios recursos
Además del contexto geopolítico, Europa enfrenta una creciente frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos como tormentas, incendios o inundaciones, que también justifican la necesidad de preparación civil
La combinación de estas amenazas ha llevado a la Comisión Europea a concluir que "es urgente que la UE y sus Estados miembros refuercen su preparación"
La estrategia
Este pasado miércoles 26 de marzo de 2025, la Comisión Europea presenta su estrategia de preparación ante grandes crisis y amenazas. El documento aborda escenarios que van desde accidentes nucleares hasta guerras, pasando por ataques a infraestructuras críticas o pandemias
El comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, ha defendido la necesidad de que los hogares europeos cuenten con suministros esenciales ante eventuales apagones, inundaciones, incendios o incluso situaciones derivadas de conflictos armados, afirmando que "tenemos que prepararnos para lo inesperado"
.
El plan subraya la necesidad de que los Estados miembros estén preparados para afrontar "incidentes y crisis de gran magnitud y carácter intersectorial, incluida la posibilidad de una agresión armada, que afecten a uno o más países de la UE"
Esta estrategia incluye la creación de un comité de crisis, cuyo objetivo es mejorar la coordinación y la rapidez en la toma de decisiones cuando se produzcan situaciones que afecten a la seguridad y bienestar de la población
.
El Kit de Emergencia: contenido y propósito
El elemento central de la estrategia europea es la recomendación de que cada hogar disponga de un "kit de emergencia" o mochila que permita la supervivencia autónoma durante al menos 72 horas. Según explica la Comisión, este periodo es crítico porque en caso de interrupciones extremas, las autoridades podrían no estar en condiciones de cubrir las necesidades esenciales de toda la población en las primeras fases de una crisis
Contenido básico recomendado
![[Img #94954]](https://xornal21.com/upload/images/03_2025/7837_kite-d-emergencias-preveniryprotecger1.jpg)
El kit de emergencia que Bruselas recomienda debería incluir:
- Agua potable: Entre 2 y 6 litros por persona al día, para un total de 3 días. Algunas fuentes hablan de un mínimo de 5 litros por persona en total
-
Alimentos no perecederos: Suficientes para al menos 72 horas, que sean fáciles de preparar y preferiblemente que no requieran refrigeración
-
Iluminación y comunicación:
-
Linterna con pilas o cargador manual
-
-
-
Velas, cerillas o mechero
Salud e higiene:
-
-
Medicación esencial
-
Pastillas de yodo
-
Artículos de higiene personal
Documentación y finanzas:
-
Copias de documentación personal importante
-
Dinero en efectivo
Protección y calefacción:
-
Manta térmica y ropa de abrigo
-
Hornillo o cocina portátil (y gas envasado)
-
Combustible
-
-
Otros elementos útiles:
-
Cinta adhesiva, navaja multiherramientas
-
En caso de familias con menores: pañales y leche adaptada
El comisario de gestión de crisis en Bruselas ha señalado que el objetivo es que la población pueda sobrevivir de forma autónoma durante al menos 72 horas en caso de que fallen los suministros básicos o las infraestructuras críticas
Es importante destacar que Bruselas no impone una lista cerrada, sino que recomienda que cada hogar adapte el contenido a sus propias necesidades particulares
.
El propósito de la preparación individual
La necesidad de estos kits se justifica por las lecciones extraídas de recientes crisis internacionales. La Comisión recuerda que, en momentos críticos, pueden pasar varias horas o incluso días hasta que los servicios de emergencia logren acceder a determinadas zonas o restaurar servicios básicos
Por ello, la autonomía durante al menos tres días se considera fundamental para la seguridad ciudadana.
"La Comisión respaldará a los Estados miembros en la elaboración de lo que denominamos una 'bolsa de resiliencia', para que todos los ciudadanos estén preparados y puedan afrontar emergencias con autonomía durante al menos 72 horas", explica la Comisión Europea
Esta recomendación no pretende generar alarmismo, sino fomentar una cultura de preparación responsable entre la ciudadanía europea.
Medidas de preparación en otros países europeos
La cultura de preparación civil varía significativamente entre los distintos países miembros de la UE. Algunos estados ya tienen una larga tradición en este ámbito, mientras que otros apenas están comenzando a desarrollarla.
Los países nórdicos
Finlandia y Suecia se destacan por su larga tradición de preparación civil. El gobierno finlandés distribuye desde hace años guías a sus ciudadanos sobre cómo actuar en caso de guerra, ciberataques o cortes de energía
Estos países han mantenido políticas de preparación civil incluso durante los periodos de mayor estabilidad en Europa, lo que los coloca a la vanguardia en términos de resiliencia poblacional.
La proximidad geográfica con Rusia y la historia de tensiones con este país han contribuido a que las naciones nórdicas mantengan un alto nivel de alerta y preparación. Sus modelos de educación ciudadana incluyen formación desde la escuela sobre cómo actuar ante distintos tipos de emergencias.
Alemania
Alemania también destaca entre los países donde estas prácticas son habituales. El gobierno alemán ha promovido durante años la preparación individual y familiar ante posibles crisis, con recomendaciones detalladas sobre los suministros que deben almacenarse en los hogares y la planificación familiar para emergencias.
La experiencia histórica alemana, que incluye periodos de grave escasez durante y después de las guerras mundiales, ha contribuido a mantener viva esta cultura de preparación en la memoria colectiva del país.
Contraste con el Sur
Por el contrario, países como España e Italia no figuran entre los estados miembros que ya recomiendan activamente a sus ciudadanos tener kits de emergencias.
Esta diferencia norte-sur en la cultura de preparación civil refleja distintas percepciones del riesgo y prioridades nacionales. Catástrofes como la Dana de Valencia o la pandemia, parecen so haber sido suficientes como para tomarse en serio las advertencias de las autoridades.
Más allá del Kit de Emergencia
La iniciativa del kit de emergencia es solo una parte de una estrategia más amplia que la UE está implementando para mejorar su capacidad de respuesta ante situaciones de crisis o catástrofes naturales o provocadas por guerras y otras calamidades.
El Comité de Crisis
La Unión Europea está creando un comité de crisis cuyo objetivo es mejorar la coordinación y la rapidez en la toma de decisiones cuando se produzcan situaciones que afecten a la seguridad y bienestar de la población. Este organismo contará con el apoyo de agencias nacionales y europeas especializadas en la gestión de emergencias, y se espera que esté plenamente operativo antes de que termine el año 2025
.
Esta iniciativa representa un paso significativo hacia una mayor integración en materia de seguridad y protección civil, un ámbito tradicionalmente reservado a la soberanía nacional de los estados miembros.
Inteligencia y análisis preventivo
Además del comité de crisis, la UE también planea potenciar su Centro de Análisis de Inteligencia (SIAC), que recopila y estudia información de inteligencia civil y militar de los países miembros. El objetivo es mejorar la capacidad de anticipación ante posibles crisis
.
Esta mejora en la capacidad de análisis permitirá identificar amenazas potenciales con mayor antelación y coordinar respuestas más efectivas a nivel continental.
Herramientas digitales
Bruselas apuesta por impulsar campañas informativas y lanzar una plataforma digital que ofrecerá recomendaciones prácticas adaptadas a cada país. Esta herramienta facilitará a los ciudadanos la planificación de sus kits de emergencia y explicará cómo reaccionar ante apagones, restricciones de movilidad u otras situaciones adversas
.
El enfoque digital refleja la adaptación de las estrategias de protección civil a las nuevas tecnologías y hábitos de información de la ciudadanía europea
España: falta de concienciación
España presenta un notable retraso en comparación con otros países europeos en términos de preparación civil y concienciación ciudadana sobre posibles emergencias. A diferencia de naciones como Finlandia, Suecia o Alemania, España no figura entre los países que ya recomiendan activamente a sus ciudadanos tener kits de emergencias
.
Prioridades
Según los resultados de un estudio reciente, "los españoles priorizan la educación e investigación y los europeos la defensa". Esta diferencia en las prioridades refleja una percepción distinta de las amenazas más inmediatas y las necesidades sociales más urgentes.
La historia reciente de España, con una transición a la democracia que priorizó el desarrollo del estado del bienestar y una integración europea que se percibió principalmente como un proyecto económico y social, ha contribuido a esta diferencia de enfoque en comparación con otros países europeos con experiencias históricas distintas.
Factores culturales
La menor exposición histórica de España a conflictos armados en su territorio durante las últimas décadas, en comparación con países del centro y este de Europa, ha generado una percepción diferente del riesgo de conflicto. Además, la cultura mediterránea tiende a priorizar soluciones comunitarias frente a la preparación individual, lo que puede explicar parcialmente la menor receptividad a mensajes que promueven la autonomía familiar en situaciones de crisis.
El reto de la implementación en España
La implementación de las recomendaciones europeas sobre kits de emergencia en España enfrentará desafíos específicos derivados de esta falta de tradición en preparación civil. Será necesario un enfoque comunicativo adaptado a la cultura española, que posiblemente deba enfatizar aspectos como la preparación ante catástrofes naturales (inundaciones, incendios forestales, etc.) que resultan más familiares para la población española, antes de abordar escenarios más extremos como conflictos armados o ataques a infraestructuras críticas.
Hacia una Europa mejor preparada
La iniciativa de la Unión Europea para promover kits de emergencia domésticos refleja una nueva realidad geopolítica y medioambiental en la que la preparación civil adquiere una importancia renovada. El contexto actual, marcado por la guerra en Ucrania, tensiones con Rusia, incertidumbre sobre el compromiso estadounidense con la seguridad europea y el aumento de fenómenos meteorológicos extremos, justifica este cambio de enfoque hacia una mayor autonomía y resiliencia ciudadana.
El equilibrio entre alerta y alarmismo
Un aspecto clave de esta estrategia es el equilibrio que busca mantener entre promover la preparación y evitar el alarmismo. La Comisión Europea ha sido clara al señalar que estas recomendaciones no deben generar pánico, sino fomentar una cultura responsable de preparación.
Este equilibrio será particularmente importante en países como España, donde no existe una tradición de preparación civil y donde tales medidas podrían interpretarse como señales de una amenaza inminente.
El camino
La implementación efectiva de estas recomendaciones requerirá un esfuerzo sostenido de comunicación y educación pública. Las diferencias culturales y de percepción del riesgo entre los distintos países europeos exigirán estrategias adaptadas a cada contexto nacional.
Para países como España, el reto será integrar estas nuevas recomendaciones en su cultura cívica sin generar rechazo o alarma innecesaria. Será fundamental desarrollar mensajes que conecten la preparación personal con valores ya arraigados en la sociedad española, como la solidaridad comunitaria y la responsabilidad familiar.
En última instancia, el éxito de esta iniciativa europea dependerá no solo de las medidas institucionales adoptadas, sino también de la receptividad de la ciudadanía y su disposición a asumir un papel más activo en la preparación ante posibles crisis. El kit de emergencia de 72 horas puede parecer una pequeña medida, pero representa un cambio significativo en la forma en que Europa concibe la seguridad y la resiliencia de sus sociedades en el siglo XXI.

La Unión Europea ha comenzado a promover una "cultura de preparación civil" entre sus ciudadanos, recomendando la creación de kits de emergencia domésticos que permitan sobrevivir al menos 72 horas sin asistencia externa en caso de crisis grave. Esta iniciativa, que se presenta en un contexto geopolítico de creciente tensión, busca aumentar la resiliencia de la población europea ante diversos escenarios de emergencia, desde catástrofes naturales hasta posibles conflictos armados.
Europa en alerta
La situación internacional actual ha impulsado a la Unión Europea a tomar medidas preventivas sin precedentes. Con la entrada de Donald Trump a la Casa Blanca, el panorama geopolítico se ha vuelto considerablemente más inestable e incierto. A esto se suma la guerra en Ucrania, que ya supera los tres años desde que Vladímir Putin ordenara la invasión del país en 2022
El conflicto ha evidenciado vulnerabilidades en la seguridad europea que Bruselas no puede ignorar.
La expansión rusa no se limita al ámbito militar convencional, sino que se manifiesta también mediante ciberataques, campañas de desinformación y operaciones híbridas que han puesto en jaque la estabilidad de varios países europeos. Infraestructuras críticas como redes eléctricas, hospitales, medios de comunicación y sistemas financieros han sido blanco de ataques coordinados que, según diversas agencias de inteligencia, apuntan directamente al Kremlin
Este escenario se complica con la posibilidad de que Estados Unidos reduzca su compromiso con la OTAN, lo que ha encendido todas las alarmas en Bruselas. La UE está trabajando activamente en reforzar su capacidad de defensa y autonomía estratégica, consciente de que la protección del continente podría depender, en gran medida, de sus propios recursos
Además del contexto geopolítico, Europa enfrenta una creciente frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos como tormentas, incendios o inundaciones, que también justifican la necesidad de preparación civil
La combinación de estas amenazas ha llevado a la Comisión Europea a concluir que "es urgente que la UE y sus Estados miembros refuercen su preparación"
La estrategia
Este pasado miércoles 26 de marzo de 2025, la Comisión Europea presenta su estrategia de preparación ante grandes crisis y amenazas. El documento aborda escenarios que van desde accidentes nucleares hasta guerras, pasando por ataques a infraestructuras críticas o pandemias
El comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, ha defendido la necesidad de que los hogares europeos cuenten con suministros esenciales ante eventuales apagones, inundaciones, incendios o incluso situaciones derivadas de conflictos armados, afirmando que "tenemos que prepararnos para lo inesperado"
.
El plan subraya la necesidad de que los Estados miembros estén preparados para afrontar "incidentes y crisis de gran magnitud y carácter intersectorial, incluida la posibilidad de una agresión armada, que afecten a uno o más países de la UE"
Esta estrategia incluye la creación de un comité de crisis, cuyo objetivo es mejorar la coordinación y la rapidez en la toma de decisiones cuando se produzcan situaciones que afecten a la seguridad y bienestar de la población
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El Kit de Emergencia: contenido y propósito
El elemento central de la estrategia europea es la recomendación de que cada hogar disponga de un "kit de emergencia" o mochila que permita la supervivencia autónoma durante al menos 72 horas. Según explica la Comisión, este periodo es crítico porque en caso de interrupciones extremas, las autoridades podrían no estar en condiciones de cubrir las necesidades esenciales de toda la población en las primeras fases de una crisis
Contenido básico recomendado
El kit de emergencia que Bruselas recomienda debería incluir:
- Agua potable: Entre 2 y 6 litros por persona al día, para un total de 3 días. Algunas fuentes hablan de un mínimo de 5 litros por persona en total
-
Alimentos no perecederos: Suficientes para al menos 72 horas, que sean fáciles de preparar y preferiblemente que no requieran refrigeración
-
Iluminación y comunicación:
-
Linterna con pilas o cargador manual
-
Velas, cerillas o mechero
-
Salud e higiene:
-
Medicación esencial
-
Pastillas de yodo
-
Artículos de higiene personal
Documentación y finanzas:
-
Copias de documentación personal importante
-
Dinero en efectivo
Protección y calefacción:
-
Manta térmica y ropa de abrigo
-
Hornillo o cocina portátil (y gas envasado)
-
Combustible
-
Otros elementos útiles:
-
Cinta adhesiva, navaja multiherramientas
-
En caso de familias con menores: pañales y leche adaptada
-
El comisario de gestión de crisis en Bruselas ha señalado que el objetivo es que la población pueda sobrevivir de forma autónoma durante al menos 72 horas en caso de que fallen los suministros básicos o las infraestructuras críticas
Es importante destacar que Bruselas no impone una lista cerrada, sino que recomienda que cada hogar adapte el contenido a sus propias necesidades particulares
.
El propósito de la preparación individual
La necesidad de estos kits se justifica por las lecciones extraídas de recientes crisis internacionales. La Comisión recuerda que, en momentos críticos, pueden pasar varias horas o incluso días hasta que los servicios de emergencia logren acceder a determinadas zonas o restaurar servicios básicos
Por ello, la autonomía durante al menos tres días se considera fundamental para la seguridad ciudadana.
"La Comisión respaldará a los Estados miembros en la elaboración de lo que denominamos una 'bolsa de resiliencia', para que todos los ciudadanos estén preparados y puedan afrontar emergencias con autonomía durante al menos 72 horas", explica la Comisión Europea
Esta recomendación no pretende generar alarmismo, sino fomentar una cultura de preparación responsable entre la ciudadanía europea.
Medidas de preparación en otros países europeos
La cultura de preparación civil varía significativamente entre los distintos países miembros de la UE. Algunos estados ya tienen una larga tradición en este ámbito, mientras que otros apenas están comenzando a desarrollarla.
Los países nórdicos
Finlandia y Suecia se destacan por su larga tradición de preparación civil. El gobierno finlandés distribuye desde hace años guías a sus ciudadanos sobre cómo actuar en caso de guerra, ciberataques o cortes de energía
Estos países han mantenido políticas de preparación civil incluso durante los periodos de mayor estabilidad en Europa, lo que los coloca a la vanguardia en términos de resiliencia poblacional.
La proximidad geográfica con Rusia y la historia de tensiones con este país han contribuido a que las naciones nórdicas mantengan un alto nivel de alerta y preparación. Sus modelos de educación ciudadana incluyen formación desde la escuela sobre cómo actuar ante distintos tipos de emergencias.
Alemania
Alemania también destaca entre los países donde estas prácticas son habituales. El gobierno alemán ha promovido durante años la preparación individual y familiar ante posibles crisis, con recomendaciones detalladas sobre los suministros que deben almacenarse en los hogares y la planificación familiar para emergencias.
La experiencia histórica alemana, que incluye periodos de grave escasez durante y después de las guerras mundiales, ha contribuido a mantener viva esta cultura de preparación en la memoria colectiva del país.
Contraste con el Sur
Por el contrario, países como España e Italia no figuran entre los estados miembros que ya recomiendan activamente a sus ciudadanos tener kits de emergencias.
Esta diferencia norte-sur en la cultura de preparación civil refleja distintas percepciones del riesgo y prioridades nacionales. Catástrofes como la Dana de Valencia o la pandemia, parecen so haber sido suficientes como para tomarse en serio las advertencias de las autoridades.
Más allá del Kit de Emergencia
La iniciativa del kit de emergencia es solo una parte de una estrategia más amplia que la UE está implementando para mejorar su capacidad de respuesta ante situaciones de crisis o catástrofes naturales o provocadas por guerras y otras calamidades.
El Comité de Crisis
La Unión Europea está creando un comité de crisis cuyo objetivo es mejorar la coordinación y la rapidez en la toma de decisiones cuando se produzcan situaciones que afecten a la seguridad y bienestar de la población. Este organismo contará con el apoyo de agencias nacionales y europeas especializadas en la gestión de emergencias, y se espera que esté plenamente operativo antes de que termine el año 2025
.
Esta iniciativa representa un paso significativo hacia una mayor integración en materia de seguridad y protección civil, un ámbito tradicionalmente reservado a la soberanía nacional de los estados miembros.
Inteligencia y análisis preventivo
Además del comité de crisis, la UE también planea potenciar su Centro de Análisis de Inteligencia (SIAC), que recopila y estudia información de inteligencia civil y militar de los países miembros. El objetivo es mejorar la capacidad de anticipación ante posibles crisis
.
Esta mejora en la capacidad de análisis permitirá identificar amenazas potenciales con mayor antelación y coordinar respuestas más efectivas a nivel continental.
Herramientas digitales
Bruselas apuesta por impulsar campañas informativas y lanzar una plataforma digital que ofrecerá recomendaciones prácticas adaptadas a cada país. Esta herramienta facilitará a los ciudadanos la planificación de sus kits de emergencia y explicará cómo reaccionar ante apagones, restricciones de movilidad u otras situaciones adversas
.
El enfoque digital refleja la adaptación de las estrategias de protección civil a las nuevas tecnologías y hábitos de información de la ciudadanía europea
España: falta de concienciación
España presenta un notable retraso en comparación con otros países europeos en términos de preparación civil y concienciación ciudadana sobre posibles emergencias. A diferencia de naciones como Finlandia, Suecia o Alemania, España no figura entre los países que ya recomiendan activamente a sus ciudadanos tener kits de emergencias
.
Prioridades
Según los resultados de un estudio reciente, "los españoles priorizan la educación e investigación y los europeos la defensa". Esta diferencia en las prioridades refleja una percepción distinta de las amenazas más inmediatas y las necesidades sociales más urgentes.
La historia reciente de España, con una transición a la democracia que priorizó el desarrollo del estado del bienestar y una integración europea que se percibió principalmente como un proyecto económico y social, ha contribuido a esta diferencia de enfoque en comparación con otros países europeos con experiencias históricas distintas.
Factores culturales
La menor exposición histórica de España a conflictos armados en su territorio durante las últimas décadas, en comparación con países del centro y este de Europa, ha generado una percepción diferente del riesgo de conflicto. Además, la cultura mediterránea tiende a priorizar soluciones comunitarias frente a la preparación individual, lo que puede explicar parcialmente la menor receptividad a mensajes que promueven la autonomía familiar en situaciones de crisis.
El reto de la implementación en España
La implementación de las recomendaciones europeas sobre kits de emergencia en España enfrentará desafíos específicos derivados de esta falta de tradición en preparación civil. Será necesario un enfoque comunicativo adaptado a la cultura española, que posiblemente deba enfatizar aspectos como la preparación ante catástrofes naturales (inundaciones, incendios forestales, etc.) que resultan más familiares para la población española, antes de abordar escenarios más extremos como conflictos armados o ataques a infraestructuras críticas.
Hacia una Europa mejor preparada
La iniciativa de la Unión Europea para promover kits de emergencia domésticos refleja una nueva realidad geopolítica y medioambiental en la que la preparación civil adquiere una importancia renovada. El contexto actual, marcado por la guerra en Ucrania, tensiones con Rusia, incertidumbre sobre el compromiso estadounidense con la seguridad europea y el aumento de fenómenos meteorológicos extremos, justifica este cambio de enfoque hacia una mayor autonomía y resiliencia ciudadana.
El equilibrio entre alerta y alarmismo
Un aspecto clave de esta estrategia es el equilibrio que busca mantener entre promover la preparación y evitar el alarmismo. La Comisión Europea ha sido clara al señalar que estas recomendaciones no deben generar pánico, sino fomentar una cultura responsable de preparación.
Este equilibrio será particularmente importante en países como España, donde no existe una tradición de preparación civil y donde tales medidas podrían interpretarse como señales de una amenaza inminente.
El camino
La implementación efectiva de estas recomendaciones requerirá un esfuerzo sostenido de comunicación y educación pública. Las diferencias culturales y de percepción del riesgo entre los distintos países europeos exigirán estrategias adaptadas a cada contexto nacional.
Para países como España, el reto será integrar estas nuevas recomendaciones en su cultura cívica sin generar rechazo o alarma innecesaria. Será fundamental desarrollar mensajes que conecten la preparación personal con valores ya arraigados en la sociedad española, como la solidaridad comunitaria y la responsabilidad familiar.
En última instancia, el éxito de esta iniciativa europea dependerá no solo de las medidas institucionales adoptadas, sino también de la receptividad de la ciudadanía y su disposición a asumir un papel más activo en la preparación ante posibles crisis. El kit de emergencia de 72 horas puede parecer una pequeña medida, pero representa un cambio significativo en la forma en que Europa concibe la seguridad y la resiliencia de sus sociedades en el siglo XXI.
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