Galicia
Crece la presión para la supresión de los peajes en la AP-9 tras conocerse el incremento de beneficios
El aumento de beneficios de Autopistas del Atlántico contrasta con las crecientes demandas sociales y políticas para eliminar los peajes en la AP-9, considerada una infraestructura clave para la movilidad en Galicia.
Beneficios récord frente a demandas de gratuidad
Autopistas del Atlántico (Audasa) ha cerrado 2024 con un volumen de negocio de 210 millones de euros, un incremento del 9% respecto al año anterior. Este crecimiento se debe al aumento del tráfico, con una intensidad media diaria (IMD) de 26.505 vehículos (+4,1%), y a la consolidación del telepeaje, que ya representa el 74,6% de los pagos realizados por los usuarios.
Sin embargo, estos resultados positivos han intensificado las críticas y peticiones para eliminar los peajes, especialmente en una vía que conecta las principales ciudades gallegas y es esencial para el transporte regional.
Reivindicaciones políticas y sociales
La eliminación de los peajes en la AP-9 es una demanda histórica en Galicia. En febrero de 2025, tanto el Parlamento gallego como el Senado español aprobaron iniciativas no vinculantes para instar al Gobierno central a transferir la titularidad de la autopista a la Xunta de Galicia. Esta transferencia permitiría gestionar localmente las tarifas y evaluar su posible gratuidad. La propuesta contó con el apoyo unánime del Parlamento gallego (PP, BNG y PSdeG), mientras que en el Senado fue respaldada por PP y BNG, pero rechazada por PSOE y Vox
Los defensores de esta medida argumentan que rescatar la autopista sería más económico a largo plazo que mantener las actuales bonificaciones estatales. Actualmente, el Estado aporta 62 millones de euros anuales en bonificaciones y peajes en sombra para reducir el impacto económico sobre los usuarios
.
Críticas desde el sector del transporte
Las asociaciones de transportistas y pequeñas empresas también han expresado su descontento con las bonificaciones aplicadas a los peajes. Aunque en 2025 se introdujeron descuentos del 50% para vehículos pesados y gratuidad en ciertos tramos para vehículos ligeros, estas medidas son consideradas insuficientes. Organizaciones como Vieiros y UPTA-AGTAMAR exigen una política más ambiciosa que contemple la eliminación total de los peajes en una infraestructura clave para su actividad económica
.
Impacto económico y social
La AP-9 es utilizada anualmente por más de 115 millones de vehículos, lo que subraya su importancia estratégica para Galicia. Sin embargo, los usuarios critican que solo 36,7 kilómetros (el 16% del total) sean gratuitos, mientras que el resto sigue sujeto a tarifas que consideran elevadas. Las bonificaciones actuales benefician principalmente a quienes usan telepeaje o realizan viajes recurrentes, pero no eliminan las barreras económicas para muchos conductores.
Futuro incierto
A pesar del creciente clamor social y político, el futuro de los peajes en la AP-9 sigue siendo incierto. La transferencia de la autopista al gobierno autonómico está bloqueada en el Congreso desde hace más de un año debido a prórrogas continuas en la tramitación legislativa
Mientras tanto, Audasa continúa reportando beneficios sólidos gracias al tráfico creciente y al modelo actual de gestión.
La eliminación o reducción significativa de los peajes dependerá tanto del avance político como de un posible acuerdo entre administraciones para financiar el rescate o compensar económicamente a la concesionaria. Mientras tanto, los usuarios siguen reclamando una solución que haga más accesible esta vía crucial para Galicia.

Beneficios récord frente a demandas de gratuidad
Autopistas del Atlántico (Audasa) ha cerrado 2024 con un volumen de negocio de 210 millones de euros, un incremento del 9% respecto al año anterior. Este crecimiento se debe al aumento del tráfico, con una intensidad media diaria (IMD) de 26.505 vehículos (+4,1%), y a la consolidación del telepeaje, que ya representa el 74,6% de los pagos realizados por los usuarios.
Sin embargo, estos resultados positivos han intensificado las críticas y peticiones para eliminar los peajes, especialmente en una vía que conecta las principales ciudades gallegas y es esencial para el transporte regional.
Reivindicaciones políticas y sociales
La eliminación de los peajes en la AP-9 es una demanda histórica en Galicia. En febrero de 2025, tanto el Parlamento gallego como el Senado español aprobaron iniciativas no vinculantes para instar al Gobierno central a transferir la titularidad de la autopista a la Xunta de Galicia. Esta transferencia permitiría gestionar localmente las tarifas y evaluar su posible gratuidad. La propuesta contó con el apoyo unánime del Parlamento gallego (PP, BNG y PSdeG), mientras que en el Senado fue respaldada por PP y BNG, pero rechazada por PSOE y Vox
Los defensores de esta medida argumentan que rescatar la autopista sería más económico a largo plazo que mantener las actuales bonificaciones estatales. Actualmente, el Estado aporta 62 millones de euros anuales en bonificaciones y peajes en sombra para reducir el impacto económico sobre los usuarios
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Críticas desde el sector del transporte
Las asociaciones de transportistas y pequeñas empresas también han expresado su descontento con las bonificaciones aplicadas a los peajes. Aunque en 2025 se introdujeron descuentos del 50% para vehículos pesados y gratuidad en ciertos tramos para vehículos ligeros, estas medidas son consideradas insuficientes. Organizaciones como Vieiros y UPTA-AGTAMAR exigen una política más ambiciosa que contemple la eliminación total de los peajes en una infraestructura clave para su actividad económica
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Impacto económico y social
La AP-9 es utilizada anualmente por más de 115 millones de vehículos, lo que subraya su importancia estratégica para Galicia. Sin embargo, los usuarios critican que solo 36,7 kilómetros (el 16% del total) sean gratuitos, mientras que el resto sigue sujeto a tarifas que consideran elevadas. Las bonificaciones actuales benefician principalmente a quienes usan telepeaje o realizan viajes recurrentes, pero no eliminan las barreras económicas para muchos conductores.
Futuro incierto
A pesar del creciente clamor social y político, el futuro de los peajes en la AP-9 sigue siendo incierto. La transferencia de la autopista al gobierno autonómico está bloqueada en el Congreso desde hace más de un año debido a prórrogas continuas en la tramitación legislativa
Mientras tanto, Audasa continúa reportando beneficios sólidos gracias al tráfico creciente y al modelo actual de gestión.
La eliminación o reducción significativa de los peajes dependerá tanto del avance político como de un posible acuerdo entre administraciones para financiar el rescate o compensar económicamente a la concesionaria. Mientras tanto, los usuarios siguen reclamando una solución que haga más accesible esta vía crucial para Galicia.

































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