REDONDELA
Los comerciantes de Redondela exigen participación en las decisiones urbanísticas que afectan a las calles comerciales
La Asociación de Empresas de Redondela (AER) ha expresado su malestar por la falta de consulta en los procesos de peatonalización y humanización de calles que el Concello pretende llevar a cabo. Enrique Lago, presidente de la AER, subraya que "un asunto de tal importancia para la actividad comercial debería ser tratado en la Mesa de Comercio", un órgano creado específicamente para la participación, coordinación y colaboración entre la administración local y las asociaciones representativas del sector. Sin embargo, denuncia que hasta ahora no se ha presentado ningún proyecto en este espacio.
La situación resulta especialmente paradójica cuando el Concello sí informa puntualmente sobre otros proyectos como el Centro Comercial Aberto o las reformas en la Praza de Abastos, que cuentan con apoyo de la Xunta de Galicia. Esta selectividad en la información ha generado desconfianza entre los comerciantes.
Para medir el pulso real del sector, la AER realizó una encuesta entre sus asociados, obteniendo una muestra representativa del 50% de las actividades comerciales. Los resultados son contundentes: un 93,3% de los participantes considera que Redondela carece de un plan urbanístico de peatonalización que responda a criterios de urbanismo comercial. El 90% afirma que nunca o casi nunca se cuenta con la opinión de los negocios locales, y que dicha consulta debería producirse antes de planificar o ejecutar cualquier proyecto.
El análisis por calles revela un rechazo mayoritario (superior al 66%) a las intervenciones previstas en Rúa Salguiral, Paseo da Xunqueira, Rúa Telmo Bernárdez, Rúa Padre Samiento y la zona de estacionamiento de la Avenida Ernestina Otero. Los comerciantes argumentan que estas áreas presentan problemas específicos no resueltos: la pronunciada pendiente de Telmo Bernárdez requeriría costosas adaptaciones de accesibilidad que no se están contemplando, mientras que la peatonalización del Paseo da Xunqueira -una zona sin actividad comercial relevante- podría dificultar el acceso al único parking privado del centro.
Ante esta situación, la AER ha presentado al Concello un decálogo de demandas concretas que incluyen: la creación urgente de aparcamientos disuasorios próximos a las zonas peatonales; la mejora sustancial de la accesibilidad; la implementación de rutas alternativas para evitar congestiones de tráfico; y sobre todo, la participación real a través de la Mesa de Comercio antes de tomar cualquier decisión.
Los comerciantes hacen hincapié en que no se oponen a la modernización del municipio, pero exigen que se realice con planificación integral, estudios de impacto previos y garantías para la viabilidad económica de los negocios. Proponen que las intervenciones vayan acompañadas de campañas de promoción comercial, eventos dinamizadores y mejoras reales en la calidad urbana (iluminación, mobiliario, reducción de ruido).
El sector comercial se muestra dispuesto a colaborar activamente en la transformación de Redondela, pero advierte que cualquier proyecto impuesto unilateralmente, sin considerar las necesidades reales de comerciantes y vecinos, podría tener efectos contrarios a los deseados, vaciando aún más el centro comercial en beneficio de las grandes superficies periféricas.

La Asociación de Empresas de Redondela (AER) ha expresado su malestar por la falta de consulta en los procesos de peatonalización y humanización de calles que el Concello pretende llevar a cabo. Enrique Lago, presidente de la AER, subraya que "un asunto de tal importancia para la actividad comercial debería ser tratado en la Mesa de Comercio", un órgano creado específicamente para la participación, coordinación y colaboración entre la administración local y las asociaciones representativas del sector. Sin embargo, denuncia que hasta ahora no se ha presentado ningún proyecto en este espacio.
La situación resulta especialmente paradójica cuando el Concello sí informa puntualmente sobre otros proyectos como el Centro Comercial Aberto o las reformas en la Praza de Abastos, que cuentan con apoyo de la Xunta de Galicia. Esta selectividad en la información ha generado desconfianza entre los comerciantes.
Para medir el pulso real del sector, la AER realizó una encuesta entre sus asociados, obteniendo una muestra representativa del 50% de las actividades comerciales. Los resultados son contundentes: un 93,3% de los participantes considera que Redondela carece de un plan urbanístico de peatonalización que responda a criterios de urbanismo comercial. El 90% afirma que nunca o casi nunca se cuenta con la opinión de los negocios locales, y que dicha consulta debería producirse antes de planificar o ejecutar cualquier proyecto.
El análisis por calles revela un rechazo mayoritario (superior al 66%) a las intervenciones previstas en Rúa Salguiral, Paseo da Xunqueira, Rúa Telmo Bernárdez, Rúa Padre Samiento y la zona de estacionamiento de la Avenida Ernestina Otero. Los comerciantes argumentan que estas áreas presentan problemas específicos no resueltos: la pronunciada pendiente de Telmo Bernárdez requeriría costosas adaptaciones de accesibilidad que no se están contemplando, mientras que la peatonalización del Paseo da Xunqueira -una zona sin actividad comercial relevante- podría dificultar el acceso al único parking privado del centro.
Ante esta situación, la AER ha presentado al Concello un decálogo de demandas concretas que incluyen: la creación urgente de aparcamientos disuasorios próximos a las zonas peatonales; la mejora sustancial de la accesibilidad; la implementación de rutas alternativas para evitar congestiones de tráfico; y sobre todo, la participación real a través de la Mesa de Comercio antes de tomar cualquier decisión.
Los comerciantes hacen hincapié en que no se oponen a la modernización del municipio, pero exigen que se realice con planificación integral, estudios de impacto previos y garantías para la viabilidad económica de los negocios. Proponen que las intervenciones vayan acompañadas de campañas de promoción comercial, eventos dinamizadores y mejoras reales en la calidad urbana (iluminación, mobiliario, reducción de ruido).
El sector comercial se muestra dispuesto a colaborar activamente en la transformación de Redondela, pero advierte que cualquier proyecto impuesto unilateralmente, sin considerar las necesidades reales de comerciantes y vecinos, podría tener efectos contrarios a los deseados, vaciando aún más el centro comercial en beneficio de las grandes superficies periféricas.






















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