El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, anunció ayer un reforzamiento de la Estrategia contra la Soledad No Deseada, dotada con 145 millones de euros, que incluirá redes de apoyo local y un servicio multicanal de atención. El objetivo es combatir "uno de los desafíos sociales de nuestro tiempo", ligado al envejecimiento poblacional.

La conselleira de Política Social, Fabiola García, detalló que el plan se articula en cuatro ejes: detección, sensibilización, prevención e intervención. Para identificar casos, se creará un protocolo específico, un censo y se aprovechará el Servicio de Ayuda en el Hogar (SAF). Además, comercios, farmacias y asociaciones vecinales actuarán como "alertas comunitarias" con un coordinador por zona.

Entre las novedades destacan las redes de apoyo local, formadas por bares, carteros o parroquias, que avisarán si detectan "señales preocupantes" en personas mayores. También se lanzará en semanas un teléfono de seguimiento, gestionado con Cruz Roja, que atenderá inicialmente a 1.000 mayores de 65 años.

En prevención, se promoverán actividades intergeneracionales, rutas culturales y programas para reducir la brecha digital. Mientras, el eje de intervención incluirá viviendas compartidas, voluntariado específico e incluso colaboración con protectoras de animales para facilitar adopciones terapéuticas.

García subrayó que la estrategia integra "medidas ya en marcha y otras innovadoras", como los "cafés grupales" o la figura de coordinadores de barrio. El servicio multicanal, en fase piloto, hará seguimiento activo de usuarios, combinando llamadas y puntos presenciales.

La Xunta insiste en que la soledad no deseada requiere "respuestas transversales". Rueda recordó que el plan afecta a "múltiples departamentos", desde Sanidad a Educación, y que su éxito dependerá de la implicación ciudadana.