Provincia de Pontevedra
Conflictos por tierras comunales se extienden a 14 municipios gallegos: reclamos históricos enfrentan a particulares y comunidades de montes
La Plataforma Galega de Afectados por Comunidades de Montes alerta de un aumento de consultas por disputas territoriales en al menos 14 concellos gallegos, desde Silleda hasta Tomiño, pasando por Malpica de Bergantiños o Ponteareas. Los conflictos, que surgieron inicialmente en Vigo y Mos en 2023, se han multiplicado y reflejan un choque entre derechos históricos y propiedades privadas, con implicaciones legales y sociales aún sin resolver.
Reclamos basados en documentos del siglo XIX
Las comunidades de montes (CC MM) argumentan que su titularidad sobre los terrenos se remonta a "tempo inmemorial", respaldada por levantamientos administrativos de la última década del siglo XIX. Sin embargo, estos documentos —de los que solo se conservan libretas y planos— carecen de aprobación oficial final, según denuncian los afectados. Frente a ello, los propietarios particulares y empresas exhiben títulos registrados a principios del siglo XX o inscripciones en el Registro de la Propiedad con décadas de antigüedad.
La Plataforma, creada en marzo de 2023 para dar voz a los perjudicados, subraya que el problema trasciende lo local: "Desde el principio supimos que no era un asunto aislado, sino una cuestión que afecta a toda Galicia", explican. Actualmente, casos activos se reportan en municipios como A Fonsagrada (frontera con Asturias), Caldas de Reis, Sanxenxo o Porto do Son, entre otros.
Fallos judiciales recientes: ¿un rayo de esperanza?
El incremento de consultas coincide con varias sentencias favorables a los particulares, que cuestionan la validez de los antiguos planos como prueba única para reclamar tierras. Los tribunales también han puesto en tela de juicio el requisito del "aproveitamento inmemorial" del suelo por parte de los comuneiros, necesario para catalogar un terreno como monte comunal.
No obstante, la Plataforma advierte de que estas victorias judiciales son solo "un primer paso". "La inseguridad jurídica persistirá hasta que la Xunta modifique la legislación", insisten. Mientras, particulares y empresas con parcelas en áreas reclamadas viven en vilo, ante la posibilidad de perder propiedades que, en muchos casos, han estado en sus familias durante generaciones.
Un problema enraizado en la historia gallega
El conflicto evidencia la compleja convivencia entre la tradición de montes comunales —una figura histórica para el uso colectivo de tierras— y el derecho de propiedad moderno. Para las CC MM, se trata de recuperar lo que consideran suyo "desde siempre"; para los afectados, es una vulneración de derechos amparados por registros formales.
Con el debate ahora instalado en la agenda pública, la presión crece sobre la Xunta para que actúe. Mientras, la Plataforma sigue recibiendo llamadas: cada consulta nueva es un recordatorio de que, en Galicia, la tierra no es solo un recurso, sino también un legado cargado de memoria y conflicto.

La Plataforma Galega de Afectados por Comunidades de Montes alerta de un aumento de consultas por disputas territoriales en al menos 14 concellos gallegos, desde Silleda hasta Tomiño, pasando por Malpica de Bergantiños o Ponteareas. Los conflictos, que surgieron inicialmente en Vigo y Mos en 2023, se han multiplicado y reflejan un choque entre derechos históricos y propiedades privadas, con implicaciones legales y sociales aún sin resolver.
Reclamos basados en documentos del siglo XIX
Las comunidades de montes (CC MM) argumentan que su titularidad sobre los terrenos se remonta a "tempo inmemorial", respaldada por levantamientos administrativos de la última década del siglo XIX. Sin embargo, estos documentos —de los que solo se conservan libretas y planos— carecen de aprobación oficial final, según denuncian los afectados. Frente a ello, los propietarios particulares y empresas exhiben títulos registrados a principios del siglo XX o inscripciones en el Registro de la Propiedad con décadas de antigüedad.
La Plataforma, creada en marzo de 2023 para dar voz a los perjudicados, subraya que el problema trasciende lo local: "Desde el principio supimos que no era un asunto aislado, sino una cuestión que afecta a toda Galicia", explican. Actualmente, casos activos se reportan en municipios como A Fonsagrada (frontera con Asturias), Caldas de Reis, Sanxenxo o Porto do Son, entre otros.
Fallos judiciales recientes: ¿un rayo de esperanza?
El incremento de consultas coincide con varias sentencias favorables a los particulares, que cuestionan la validez de los antiguos planos como prueba única para reclamar tierras. Los tribunales también han puesto en tela de juicio el requisito del "aproveitamento inmemorial" del suelo por parte de los comuneiros, necesario para catalogar un terreno como monte comunal.
No obstante, la Plataforma advierte de que estas victorias judiciales son solo "un primer paso". "La inseguridad jurídica persistirá hasta que la Xunta modifique la legislación", insisten. Mientras, particulares y empresas con parcelas en áreas reclamadas viven en vilo, ante la posibilidad de perder propiedades que, en muchos casos, han estado en sus familias durante generaciones.
Un problema enraizado en la historia gallega
El conflicto evidencia la compleja convivencia entre la tradición de montes comunales —una figura histórica para el uso colectivo de tierras— y el derecho de propiedad moderno. Para las CC MM, se trata de recuperar lo que consideran suyo "desde siempre"; para los afectados, es una vulneración de derechos amparados por registros formales.
Con el debate ahora instalado en la agenda pública, la presión crece sobre la Xunta para que actúe. Mientras, la Plataforma sigue recibiendo llamadas: cada consulta nueva es un recordatorio de que, en Galicia, la tierra no es solo un recurso, sino también un legado cargado de memoria y conflicto.
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