El Consello de la Xunta ha aprobado  un convenio de colaboración con la asociación Solidariedade Galega co Pobo Saharauí (SOGAPS) por importe de 100.000 euros para desarrollar un año más el programa "Vacaciones en Paz". Esta iniciativa, que se viene realizando desde 1991, permitirá que decenas de niños y niñas procedentes de los campamentos de refugiados de Tindouf (Argelia) pasen los meses de julio y agosto con familias de acogida en Galicia.

La Consellería de Política Social e Igualdad destinará esta ayuda a cubrir los gastos de desplazamiento de los menores, que encontrarán en la comunidad gallega un respiro frente a las temperaturas extremas de hasta 50 grados que sufren en el Sáhara durante el verano. Las familias participantes se comprometen a proporcionarles alojamiento, manutención y atención sanitaria durante su estancia.

Un programa consolidado con impacto humanitario

"Vacaciones en Paz" no solo ofrece a estos niños unas semanas de bienestar físico, sino también la oportunidad de conocer otra cultura, mejorar su español y acceder a revisiones médicas que en sus lugares de origen resultarían difíciles de obtener. Para muchos, se trata de la única ocasión anual de salir de las duras condiciones de los campamentos.

El convenio aprobado hoy incluye una novedad significativa: el pago anticipado del 100% de la subvención, lo que garantizará a SOGAPS la liquidez necesaria para organizar con tiempo los viajes y la logística del programa. Esta medida refleja el compromiso de la Xunta con una iniciativa que lleva más de tres décadas tejiendo lazos de solidaridad entre Galicia y el pueblo saharauí.

Una experiencia transformadora

Las familias gallegas interesadas en participar como acogedoras pueden contactar con SOGAPS para recibir información sobre el proceso. Los organizadores destacan que, más allá de la ayuda material, estos dos meses suelen convertirse en una experiencia enriquecedora tanto para los menores como para las familias que los reciben, creando vínculos que en muchos casos perduran años después.

Con esta decisión, el gobierno gallego reafirma su apoyo a un programa humanitario que ya forma parte de la identidad solidaria de la comunidad, ofreciendo a los niños saharauís no solo vacaciones, sino también esperanza.