GALICIA
Un informe sacude la gestión gallega de las enfermedades cardiovasculares
Cardioalianza presenta en Santiago un informe con medidas urgentes para mejorar la equidad y eficiencia en el tratamiento de estas patologías, responsables del 30% de las muertes en la comunidad
Cardioalianza, la entidad estatal que representa a los pacientes cardiovasculares, ha presentado hace unos días en Santiago de Compostela el informe "Las enfermedades cardiovasculares en Galicia: Propuestas de prioridades para la mejora de la prevención y la atención sanitaria", un documento que busca impulsar cambios estructurales para mejorar el abordaje de estas patologías en la comunidad gallega.
El acto de presentación ha estado encabezado por Olga Dosil, directora de Coordinación de la Fundación Pública Urxencias Sanitarias de Galicia-061; Tomás Fajardo, presidente de Cardioalianza; y Emilio Ferrreiro, secretario de la Asociación de Cardiópatas y Anticoagulados de A Coruña (APACAM). La jornada se ha dividido en dos mesas de debate: la primera con expertos del Comité Científico del informe y la segunda con representantes sanitarios de los principales grupos parlamentarios gallegos.
Las enfermedades cardiovasculares, una amenaza persistente
Según datos publicados en la revista del Colegio Americano de Cardiología, las enfermedades cardiovasculares (ECV) fueron responsables de más del 30% de las muertes a nivel mundial en 2022, lo que equivale a unos 19,8 millones de fallecimientos. En España, siguen siendo la segunda causa de muerte, con un 26,5% del total de defunciones en 2023, según cifras provisionales del INE.
En Galicia, la situación es especialmente preocupante. La tasa de mortalidad por enfermedades cardiovasculares ascendió a 324,6 por cada 100.000 habitantes, con una mayor incidencia en mujeres (331,6) que en hombres (317,7). De hecho, estas patologías fueron la principal causa de fallecimiento entre las mujeres gallegas en 2023, con 4.657 muertes (el 28% del total), mientras que en los hombres ocuparon el segundo lugar, con 4.136 defunciones (25%).
Frente a este escenario, Cardioalianza subraya que muchas de estas enfermedades son prevenibles y que su abordaje tiene un alto impacto económico, representando cerca del 10% del gasto sanitario en España según la OCDE. Por ello, el informe propone medidas concretas para reducir la carga de enfermedad y mejorar la calidad asistencial.
Equidad, datos y prevención: pilares de la transformación
El documento presentado por Cardioalianza identifica cuatro áreas prioritarias para intervenir de forma efectiva y sostenible: promoción de la salud y prevención, diagnóstico precoz, continuidad asistencial, rehabilitación cardíaca y formación del paciente.
Uno de los aspectos que más destacan los expertos es la necesidad de explotar adecuadamente la historia clínica electrónica y los datos sanitarios con los que ya cuenta Galicia. A pesar de disponer de una infraestructura avanzada, el informe alerta de que los datos no se utilizan de forma coordinada ni se comparten eficazmente entre niveles asistenciales.
En este sentido, los profesionales abogan por crear una Agencia Pública de datos sociosanitarios, centralizar la información sobre factores de riesgo y promover acciones comunitarias para la prevención de enfermedades cardiovasculares. También plantean revisar las políticas de acceso a tratamientos preventivos y mejorar la prescripción de fármacos en atención primaria.
Continuidad asistencial: un reto estructural
La atención al paciente con ECV no puede terminar con el alta hospitalaria. Los expertos advierten de que la transición asistencial sigue siendo una de las mayores debilidades del sistema. La falta de coordinación entre niveles asistenciales puede derivar en reingresos innecesarios, sobrecarga hospitalaria y un deficiente control de los pacientes crónicos.
Por ello, el informe recomienda reforzar la continuidad asistencial a través de equipos multidisciplinares, mayor coordinación entre atención primaria y hospitalaria, y un papel más activo de la enfermería en el seguimiento y la educación sanitaria. También se sugiere mejorar la formación en gestión de casos y recopilar datos específicos para monitorizar esta continuidad asistencial.
Rehabilitación cardiaca: una necesidad desatendida
La rehabilitación cardiaca (RC) es uno de los pilares fundamentales para la recuperación de los pacientes que han sufrido un evento cardiovascular. Sin embargo, en Galicia el acceso a estos programas es desigual y está condicionado por la zona de residencia.
Los especialistas reclaman que todas las áreas sanitarias cuenten con programas estructurados, integrados y multidisciplinares de rehabilitación, que incluyan no solo ejercicio físico, sino también intervención psicológica, educación en hábitos saludables y prevención secundaria. Asegurar el acceso a la rehabilitación en todas sus fases —desde la hospitalización hasta el seguimiento ambulatorio— es clave para reducir la tasa de recaídas y mejorar la calidad de vida del paciente.
El informe sugiere además la creación de un mapa detallado de los recursos existentes en rehabilitación cardiaca, la definición de indicadores específicos para evaluar la calidad de estos programas y la estandarización de los criterios de derivación.
Pacientes informados, pacientes empoderados
La educación y formación de los pacientes es otra de las grandes asignaturas pendientes. Según se recoge en el informe, un paciente bien informado tiene más herramientas para autogestionar su salud y tomar decisiones acertadas respecto a su tratamiento.
Cardioalianza propone reforzar los canales de información sanitaria, mejorar la comunicación entre profesionales y pacientes, y potenciar el papel de las organizaciones de pacientes como agentes clave en la educación para la salud. La colaboración entre el sistema sanitario y el tejido asociativo puede facilitar la creación de recursos accesibles y adaptados a las necesidades reales de las personas con ECV.
Un llamamiento a la acción
“Aunque Galicia cuenta con la Estrategia Gallega de Salud 2030, que ya contempla las enfermedades cardiovasculares, es imprescindible desarrollar acciones específicas que fortalezcan la respuesta sanitaria y reduzcan las desigualdades en salud”, señaló Tomás Fajardo, presidente de Cardioalianza, durante su intervención.
El informe presentado no solo analiza la situación actual, sino que ofrece una hoja de ruta práctica basada en la evidencia científica y en la experiencia de pacientes y profesionales. Sus propuestas buscan avanzar hacia un modelo asistencial más justo, equitativo, eficiente y centrado en la persona, con el objetivo de que Galicia pueda situarse a la vanguardia en la atención a las enfermedades cardiovasculares.

Cardioalianza, la entidad estatal que representa a los pacientes cardiovasculares, ha presentado hace unos días en Santiago de Compostela el informe "Las enfermedades cardiovasculares en Galicia: Propuestas de prioridades para la mejora de la prevención y la atención sanitaria", un documento que busca impulsar cambios estructurales para mejorar el abordaje de estas patologías en la comunidad gallega.
El acto de presentación ha estado encabezado por Olga Dosil, directora de Coordinación de la Fundación Pública Urxencias Sanitarias de Galicia-061; Tomás Fajardo, presidente de Cardioalianza; y Emilio Ferrreiro, secretario de la Asociación de Cardiópatas y Anticoagulados de A Coruña (APACAM). La jornada se ha dividido en dos mesas de debate: la primera con expertos del Comité Científico del informe y la segunda con representantes sanitarios de los principales grupos parlamentarios gallegos.
Las enfermedades cardiovasculares, una amenaza persistente
Según datos publicados en la revista del Colegio Americano de Cardiología, las enfermedades cardiovasculares (ECV) fueron responsables de más del 30% de las muertes a nivel mundial en 2022, lo que equivale a unos 19,8 millones de fallecimientos. En España, siguen siendo la segunda causa de muerte, con un 26,5% del total de defunciones en 2023, según cifras provisionales del INE.
En Galicia, la situación es especialmente preocupante. La tasa de mortalidad por enfermedades cardiovasculares ascendió a 324,6 por cada 100.000 habitantes, con una mayor incidencia en mujeres (331,6) que en hombres (317,7). De hecho, estas patologías fueron la principal causa de fallecimiento entre las mujeres gallegas en 2023, con 4.657 muertes (el 28% del total), mientras que en los hombres ocuparon el segundo lugar, con 4.136 defunciones (25%).
Frente a este escenario, Cardioalianza subraya que muchas de estas enfermedades son prevenibles y que su abordaje tiene un alto impacto económico, representando cerca del 10% del gasto sanitario en España según la OCDE. Por ello, el informe propone medidas concretas para reducir la carga de enfermedad y mejorar la calidad asistencial.
Equidad, datos y prevención: pilares de la transformación
El documento presentado por Cardioalianza identifica cuatro áreas prioritarias para intervenir de forma efectiva y sostenible: promoción de la salud y prevención, diagnóstico precoz, continuidad asistencial, rehabilitación cardíaca y formación del paciente.
Uno de los aspectos que más destacan los expertos es la necesidad de explotar adecuadamente la historia clínica electrónica y los datos sanitarios con los que ya cuenta Galicia. A pesar de disponer de una infraestructura avanzada, el informe alerta de que los datos no se utilizan de forma coordinada ni se comparten eficazmente entre niveles asistenciales.
En este sentido, los profesionales abogan por crear una Agencia Pública de datos sociosanitarios, centralizar la información sobre factores de riesgo y promover acciones comunitarias para la prevención de enfermedades cardiovasculares. También plantean revisar las políticas de acceso a tratamientos preventivos y mejorar la prescripción de fármacos en atención primaria.
Continuidad asistencial: un reto estructural
La atención al paciente con ECV no puede terminar con el alta hospitalaria. Los expertos advierten de que la transición asistencial sigue siendo una de las mayores debilidades del sistema. La falta de coordinación entre niveles asistenciales puede derivar en reingresos innecesarios, sobrecarga hospitalaria y un deficiente control de los pacientes crónicos.
Por ello, el informe recomienda reforzar la continuidad asistencial a través de equipos multidisciplinares, mayor coordinación entre atención primaria y hospitalaria, y un papel más activo de la enfermería en el seguimiento y la educación sanitaria. También se sugiere mejorar la formación en gestión de casos y recopilar datos específicos para monitorizar esta continuidad asistencial.
Rehabilitación cardiaca: una necesidad desatendida
La rehabilitación cardiaca (RC) es uno de los pilares fundamentales para la recuperación de los pacientes que han sufrido un evento cardiovascular. Sin embargo, en Galicia el acceso a estos programas es desigual y está condicionado por la zona de residencia.
Los especialistas reclaman que todas las áreas sanitarias cuenten con programas estructurados, integrados y multidisciplinares de rehabilitación, que incluyan no solo ejercicio físico, sino también intervención psicológica, educación en hábitos saludables y prevención secundaria. Asegurar el acceso a la rehabilitación en todas sus fases —desde la hospitalización hasta el seguimiento ambulatorio— es clave para reducir la tasa de recaídas y mejorar la calidad de vida del paciente.
El informe sugiere además la creación de un mapa detallado de los recursos existentes en rehabilitación cardiaca, la definición de indicadores específicos para evaluar la calidad de estos programas y la estandarización de los criterios de derivación.
Pacientes informados, pacientes empoderados
La educación y formación de los pacientes es otra de las grandes asignaturas pendientes. Según se recoge en el informe, un paciente bien informado tiene más herramientas para autogestionar su salud y tomar decisiones acertadas respecto a su tratamiento.
Cardioalianza propone reforzar los canales de información sanitaria, mejorar la comunicación entre profesionales y pacientes, y potenciar el papel de las organizaciones de pacientes como agentes clave en la educación para la salud. La colaboración entre el sistema sanitario y el tejido asociativo puede facilitar la creación de recursos accesibles y adaptados a las necesidades reales de las personas con ECV.
Un llamamiento a la acción
“Aunque Galicia cuenta con la Estrategia Gallega de Salud 2030, que ya contempla las enfermedades cardiovasculares, es imprescindible desarrollar acciones específicas que fortalezcan la respuesta sanitaria y reduzcan las desigualdades en salud”, señaló Tomás Fajardo, presidente de Cardioalianza, durante su intervención.
El informe presentado no solo analiza la situación actual, sino que ofrece una hoja de ruta práctica basada en la evidencia científica y en la experiencia de pacientes y profesionales. Sus propuestas buscan avanzar hacia un modelo asistencial más justo, equitativo, eficiente y centrado en la persona, con el objetivo de que Galicia pueda situarse a la vanguardia en la atención a las enfermedades cardiovasculares.































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