Vigo
El R.C. Celta, esencia de Vigo
Estimado Señor Director:
La esencia de esta ciudad no solo está compuesta por el espíritu emprendedor de su gente, el drama de la emigración hacia América vivido desde los muelles de su estación marítima, su maravillosa ría o su pasado glorioso expulsando a los franceses... En Vigo también se vive con fuerza un sentimiento compartido por generaciones: el del Real Club Celta de Vigo. Más que un club de fútbol, el Celta es una parte fundamental de nuestra identidad como ciudad. Su historia no solo nació y creció en Balaídos, sino también en las calles, en cada rincón de Vigo, y no solo de Vigo, sino de toda Galicia, y sobre todo en la memoria de quienes sentimos lo celeste como parte de nuestra identidad personal.
El Real Club Celta nació en 1923 de la fusión de los equipos locales Vigo Sporting y Real Fortuna, con el objetivo de dar a Vigo un club competitivo a nivel nacional. Pero lo logrado va mucho más allá de lo estrictamente deportivo: unificó un sentimiento común, fue y sigue siendo un símbolo de fuerza y orgullo. En cada victoria y en cada derrota, se percibe la fortaleza de ese sentimiento que nos une a todos los vigueses.
El viejo estadio de Balaídos, reconvertido ahora en el nuevo Abanca Balaídos, es más que un campo de fútbol: es el templo deportivo donde hoy se canta con emoción Oliveira dos Cen Anos, se sufre y se sueña en cada partido. Para muchos vigueses, el Celta evoca recuerdos de infancia, tardes de fútbol y emociones contenidas.
Por eso, necesitamos cuidar al Celta, porque hacerlo es cuidar una parte esencial de Vigo. Hay que apoyarlo, y para ello deben implicarse no solo los aficionados, sino todas las instituciones de la ciudad.

Estimado Señor Director:
La esencia de esta ciudad no solo está compuesta por el espíritu emprendedor de su gente, el drama de la emigración hacia América vivido desde los muelles de su estación marítima, su maravillosa ría o su pasado glorioso expulsando a los franceses... En Vigo también se vive con fuerza un sentimiento compartido por generaciones: el del Real Club Celta de Vigo. Más que un club de fútbol, el Celta es una parte fundamental de nuestra identidad como ciudad. Su historia no solo nació y creció en Balaídos, sino también en las calles, en cada rincón de Vigo, y no solo de Vigo, sino de toda Galicia, y sobre todo en la memoria de quienes sentimos lo celeste como parte de nuestra identidad personal.
El Real Club Celta nació en 1923 de la fusión de los equipos locales Vigo Sporting y Real Fortuna, con el objetivo de dar a Vigo un club competitivo a nivel nacional. Pero lo logrado va mucho más allá de lo estrictamente deportivo: unificó un sentimiento común, fue y sigue siendo un símbolo de fuerza y orgullo. En cada victoria y en cada derrota, se percibe la fortaleza de ese sentimiento que nos une a todos los vigueses.
El viejo estadio de Balaídos, reconvertido ahora en el nuevo Abanca Balaídos, es más que un campo de fútbol: es el templo deportivo donde hoy se canta con emoción Oliveira dos Cen Anos, se sufre y se sueña en cada partido. Para muchos vigueses, el Celta evoca recuerdos de infancia, tardes de fútbol y emociones contenidas.
Por eso, necesitamos cuidar al Celta, porque hacerlo es cuidar una parte esencial de Vigo. Hay que apoyarlo, y para ello deben implicarse no solo los aficionados, sino todas las instituciones de la ciudad.
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