El presidente gallego, Alfonso Rueda, mostró su decepción tras la XXVIII Conferencia de Presidentes Autonómicos celebrada en Barcelona, donde denunció que el encuentro sirvió principalmente para que el Gobierno central obtuviera "su foto institucional", sin avances concretos para Galicia. La reunión, precedida por un encuentro con el Rey Felipe VI en el Palau de Pedralbes, dejó patentes las tensiones entre el Ejecutivo central y las comunidades autónomas.

Vivienda: condiciones para el acuerdo
En materia de vivienda, Rueda señaló que no renuncia a alcanzar acuerdos, pero exigió dos condiciones fundamentales: que cada autonomía pueda destinar los fondos a sus prioridades específicas y que se amplíe el plazo de ejecución de 4 a 6 años para permitir una planificación a largo plazo. Además, reclamó al Gobierno la cesión de viviendas de la Sareb en Galicia y criticó las medidas "contraproducentes" que, según él, dificultan el mercado inmobiliario.

Financiación autonómica: urgencia de soluciones
El líder gallego entregó al Gobierno un borrador de Real Decreto para garantizar que las comunidades reciban las entregas a cuenta y los intereses correspondientes, un asunto que depende "exclusivamente de la voluntad política del Ejecutivo central". Rueda rechazó cualquier modelo de financiación "singular" que no esté recogido en la Constitución y subrayó la necesidad de un nuevo sistema que beneficie a todas las autonomías por igual.

Sanidad y dependencia: demandas urgentes
Rueda aprovechó la conferencia para exigir más competencias en sanidad, especialmente para aumentar el número de profesionales de atención primaria y agilizar la homologación de títulos extranjeros. En dependencia, criticó el incumplimiento de la Ley de Dependencia y reclamó una cofinanciación al 50% entre el Estado y las autonomías, algo que consideró "esencial" ante el aumento de necesidades y recursos limitados.

Migración y retorno: coordinación necesaria
El presidente gallego destacó la importancia de coordinar con el Gobierno central la acogida de migrantes, especialmente en el caso de menores no acompañados, un tema que, según él, debería haberse tratado en la conferencia. Además, resaltó los programas de retorno para gallegos en la diáspora, que facilitan su reintegración en la comunidad.

Educación: universalidad y financiación
Rueda celebró que el Gobierno central colabore en la financiación de la educación infantil de 0 a 3 años, aunque recordó que Galicia ya ha logrado su universalización. Sin embargo, exigió que el Estado cumpla con la financiación de las leyes educativas autonómicas, un gasto que asciende a 100 millones anuales para la comunidad gallega.

Infraestructuras: energía y ferrocarril
En el capítulo de infraestructuras, el presidente criticó la falta de planificación energética, que dificulta la instalación de proyectos industriales en Galicia. También reclamó avances en las conexiones ferroviarias, como la reforma del Eje Atlántico y la prometida alta velocidad con Portugal para 2030, que sigue sin materializarse.

Balance: "Galicia se va sin nada"
Rueda cerró su intervención con un mensaje claro: "Los gallegos marchan de esta conferencia sin nada". El presidente gallego insistió en que acudió al encuentro para resolver problemas, no para escuchar discursos, y lamentó que el Gobierno central haya eludido compromisos concretos. "No vinimos a hacer turismo institucional", concluyó, subrayando su frustración por la falta de resultados tangibles.