SALUD
Los mayores de 55 años en activo perciben mejor su salud que los jubilados
Las personas mayores de 55 años que continúan en activo valoran mejor su estado de salud que quienes ya han iniciado la etapa de la jubilación, según revela el informe Séniors y salud en España, elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE. El estudio subraya que la percepción del bienestar físico y emocional varía en función de la situación laboral.
En concreto, los sénior en activo otorgan una puntuación de 7,4 sobre 10 a su bienestar general, frente al 7,2 de los jubilados y al 7,1 de quienes se encuentran en situación de jubilación parcial. Esta diferencia evidencia que mantenerse laboralmente activos tiene un efecto positivo sobre la autopercepción de salud y vitalidad.
Más allá del estado físico, el informe también analiza el impacto de la situación laboral en aspectos como la sensación de soledad, el reconocimiento personal y la ilusión ante nuevos proyectos. En este sentido, los jubilados se sienten más acompañados en su día a día (8,3 sobre 10) y también los más ilusionados con respecto al futuro (7,8). Por su parte, los parcialmente jubilados son quienes se perciben como más vitales y valorados (ambas puntuaciones en 7,8).
Una transición emocionalmente estable
La jubilación, lejos de ser un punto de ruptura drástico, se vive de forma serena por la mayoría. Según los datos del estudio, el 34 % de los sénior se sienten optimistas cuando conocen la fecha en la que se jubilarán, el 29 % se muestra agradecido por su trayectoria profesional y un 22 % experimenta una gran emoción. Las emociones negativas son mucho menos frecuentes: solo el 4 % admite sentirse ansioso o preocupado, el 11 % triste por dejar el trabajo, el 7 % inseguro y el 10 % indiferente.
Además, un mes después de haberse jubilado, los datos muestran una consolidación del optimismo: el porcentaje de sénior que se sienten esperanzados con el futuro aumenta hasta el 51 %, lo que sugiere que, en la práctica, la jubilación es mejor valorada una vez iniciada que en las expectativas previas.
Romper mitos sobre el envejecimiento
“Estos datos reflejan que la jubilación ya no se vive como un cambio abrupto, sino como una etapa llena de oportunidades para iniciar nuevos proyectos”, ha señalado Juan Fernández Palacios, director del Centro de Investigación Ageingnomics. “Nunca es tarde para aprender, emprender o disfrutar de nuevas experiencias. Debemos romper definitivamente con los estereotipos asociados al envejecimiento y entender que hay mucha vida y mucho que aportar después de la jubilación”.
El informe consolida la idea de que el envejecimiento activo y la participación social y laboral tienen un papel clave en la percepción de salud, bienestar y propósito vital de las personas mayores.

Las personas mayores de 55 años que continúan en activo valoran mejor su estado de salud que quienes ya han iniciado la etapa de la jubilación, según revela el informe Séniors y salud en España, elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE. El estudio subraya que la percepción del bienestar físico y emocional varía en función de la situación laboral.
En concreto, los sénior en activo otorgan una puntuación de 7,4 sobre 10 a su bienestar general, frente al 7,2 de los jubilados y al 7,1 de quienes se encuentran en situación de jubilación parcial. Esta diferencia evidencia que mantenerse laboralmente activos tiene un efecto positivo sobre la autopercepción de salud y vitalidad.
Más allá del estado físico, el informe también analiza el impacto de la situación laboral en aspectos como la sensación de soledad, el reconocimiento personal y la ilusión ante nuevos proyectos. En este sentido, los jubilados se sienten más acompañados en su día a día (8,3 sobre 10) y también los más ilusionados con respecto al futuro (7,8). Por su parte, los parcialmente jubilados son quienes se perciben como más vitales y valorados (ambas puntuaciones en 7,8).
Una transición emocionalmente estable
La jubilación, lejos de ser un punto de ruptura drástico, se vive de forma serena por la mayoría. Según los datos del estudio, el 34 % de los sénior se sienten optimistas cuando conocen la fecha en la que se jubilarán, el 29 % se muestra agradecido por su trayectoria profesional y un 22 % experimenta una gran emoción. Las emociones negativas son mucho menos frecuentes: solo el 4 % admite sentirse ansioso o preocupado, el 11 % triste por dejar el trabajo, el 7 % inseguro y el 10 % indiferente.
Además, un mes después de haberse jubilado, los datos muestran una consolidación del optimismo: el porcentaje de sénior que se sienten esperanzados con el futuro aumenta hasta el 51 %, lo que sugiere que, en la práctica, la jubilación es mejor valorada una vez iniciada que en las expectativas previas.
Romper mitos sobre el envejecimiento
“Estos datos reflejan que la jubilación ya no se vive como un cambio abrupto, sino como una etapa llena de oportunidades para iniciar nuevos proyectos”, ha señalado Juan Fernández Palacios, director del Centro de Investigación Ageingnomics. “Nunca es tarde para aprender, emprender o disfrutar de nuevas experiencias. Debemos romper definitivamente con los estereotipos asociados al envejecimiento y entender que hay mucha vida y mucho que aportar después de la jubilación”.
El informe consolida la idea de que el envejecimiento activo y la participación social y laboral tienen un papel clave en la percepción de salud, bienestar y propósito vital de las personas mayores.
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