Cuando se piensa en Finlandia, lo primero que viene a la mente son los paisajes nevados de Laponia, el pueblo de Papá Noel y las auroras boreales. Sin embargo, este país nórdico es un destino mágico para familias también en verano, cuando los días se alzan infinitos bajo el sol de medianoche y la naturaleza despliega su mejor versión: bosques frondosos, lagos cristalinos y archipiélagos de ensueño.

Encuentros con renos en Kainuu: la Laponia menos conocida

Al norte de la Región de los Lagos, en Kainuu, los renos campan libremente por bosques y tundras. Esta zona, reconocida como área oficial de cría, permite observarlos en su hábitat natural, siguiendo las rutas marcadas con señales amarillas. Para una experiencia más cercana, granjas como las de Ukkohalla y Suomussalmi ofrecen la oportunidad de alimentarlos y aprender sobre su cuidado de la mano de pastores sami. Un plan perfecto para que los niños conecten con la naturaleza y una cultura milenaria.

El mundo mágico de los Mumin: un viaje a la infancia

Los Mumin, esos entrañables personajes con forma de hipopótamo creados por Tove Jansson, son toda una institución en Finlandia. En Tampere, el Museo Mumin fascina a los más pequeños con ilustraciones originales y actividades interactivas. Pero si lo que buscan es sumergirse en su universo, Moominworld, en la isla de Naantali, es una parada obligada. Entre junio y agosto, este parque temático recrea el Valle Mumin con casas de cuento, teatros al aire libre y encuentros con los personajes. Un sueño hecho realidad para los amantes de estas historias.

Ciencia y diversión en Heureka

A solo 20 minutos de Helsinki, en Vantaa, el Centro de Ciencias Heureka es un paraíso para mentes curiosas. Con exposiciones interactivas sobre tecnología, biología y astronomía, incluye uno de los planetarios más avanzados de Europa, donde las familias pueden viajar virtualmente entre estrellas y auroras boreales. Desde experimentos hasta simuladores de terremotos, aquí la ciencia se aprende jugando.

Playas y aventuras en el archipiélago

Finlandia tiene más de 40.000 islas, y en verano sus playas se convierten en el escenario perfecto para días de sol y aventura. En el archipiélago de Helsinki, el salto de isla en isla en barco es una experiencia única. Playas como Yyteri (una de las más largas del país) o Kalajoki, con sus dunas doradas, invitan a nadar, hacer kayak o recorrer la Ruta del Archipiélago en bicicleta. Para una noche inolvidable, nada como dormir en un faro como el de Kylmäpihlaja, con vistas al mar Báltico.

Diversión sin límites en Särkänniemi

En Tampere, el parque temático Särkänniemi combina atracciones para todas las edades con cultura y naturaleza. Desde montañas rusas hasta la Torre Näsinneula, que ofrece vistas panorámicas del lago Näsijärvi, pasando por el acuario y la Granja de cuento Doghill, donde los niños pueden interactuar con animales. El pase de verano da acceso ilimitado a más de 30 atracciones, garantizando risas y adrenalina.

Laponia en verano: sol de medianoche y senderos de oro

Laponia no es solo un destino invernal. En verano, el sol de medianoche baña sus paisajes con una luz dorada las 24 horas, ideal para excursiones en parques nacionales como Oulanka, famoso por sus puentes colgantes sobre cascadas, o Lemmenjoki, donde aún se busca oro en sus ríos. En Ylläs-Pallastunturi, los niños pueden respirar "el aire más limpio del mundo" mientras exploran senderos entre bosques y colinas.

Un verano finlandés: naturaleza, cultura y diversión

Finlandia demuestra que es un destino familiar durante todo el año. Entre renos, museos interactivos, playas de ensueño y parques de atracciones, el país nórdico ofrece infinitas posibilidades para viajar con niños. Y, sobre todo, la oportunidad de vivir algo único: noches que nunca llegan a oscurecer, bajo la magia del sol de medianoche.