El camino de la costa continúa consolidándose como una de las rutas jacobeas de mayor crecimiento en Galicia. En lo que va de año, cerca de 36.000 peregrinos han recorrido esta senda, lo que representa un aumento del 20 % respecto al mismo período del año anterior. Así lo destacó el director de Turismo de Galicia, Xosé Merelles, durante la celebración de la segunda etapa popular de esta ruta, que tuvo lugar este domingo entre el monasterio de Santa María de Oia y la oficina de turismo de Baiona.

Un grupo de aproximadamente 150 personas participó en esta caminata de 15 kilómetros que transcurrió por el tramo considerado “más espectacular”, recorriendo la costa desde Oia hasta Baiona. Entre los asistentes estuvieron la alcaldesa de Oia, Cristina Correa, y el alcalde de Baiona, Jesús Vázquez Almuiña. La jornada comenzó con un traslado en autobús desde la delegación territorial en Vigo hasta el punto de partida, y siguió un recorrido paralelo al mar que incluyó lugares emblemáticos como Cabo Silleiro y la subida a Baredo antes de entrar en el casco urbano de Baiona.

Merelles resaltó que el camino de la costa no solo crece en número de peregrinos nacionales, sino que también atrae a visitantes internacionales, que representan el 87 % del total, principalmente procedentes de Alemania y Estados Unidos. En este contexto, subrayó la inversión de 40 millones de euros que la Xunta está realizando para mejorar la seguridad en los caminos portugués y portugués de la costa, con actuaciones en siete kilómetros.

Por su parte, la delegada territorial de la Xunta, Ana Ortiz, valoró la belleza de la ruta y el éxito de la convocatoria. No obstante, hizo hincapié en la necesidad de señalizar adecuadamente el paso del camino por Vigo, ciudad por la que transitan una media de 300 peregrinos diarios en 2025. Ortiz destacó que esta señalización es fundamental para guiar a los caminantes y para potenciar el turismo y la economía local, ya que los peregrinos suelen permanecer varios días en Vigo para conocer la ciudad y sus alrededores.

El recorrido de esta segunda etapa popular comenzó en el monasterio de Oia, cruzó el río Vilar y pasó por la zona recreativa de Pedra Rubia, la ermita de las Mariñas y el monte de Baredo, ofreciendo panorámicas sobre el mar. La etapa concluyó en la oficina de turismo de Baiona, junto a la playa de la Ribeira.

En la organización de esta actividad colaboraron varias entidades y empresas locales, entre ellas la federación provincial de comerciantes, la federación empresarial de turismo y hostelería de Pontevedra, así como distintas marcas y asociaciones.