El Gobierno gallego ha firmado  un acuerdo para reforzar la protección de los agentes del Servicio de Guardacostas en su lucha contra el furtivismo marisquero. El conselleiro de Presidencia, Xustiza e Deportes, Diego Calvo, y la conselleira del Mar, Marta Villaverde, rubricaron un convenio dotado con 60.000 euros que permitirá contar con efectivos de la Unidad de Policía Nacional Adscrita de Galicia (UPA) en operativos conjuntos.

El acuerdo contempla protección policial para los inspectores de Guardacostas durante sus labores de vigilancia en bancos marisqueros, carreteras y lonjas, así como la coordinación de dispositivos contra la extracción ilegal, transporte y venta de marisco sin garantías sanitarias. También incluye la adquisición de equipos técnicos para mejorar la eficacia de las intervenciones.

El protocolo destaca especialmente la labor del Grupo Operativo de Actividades Subacuáticas (GOAS) de la UPA, un equipo especializado formado por cinco policías y un inspector que colabora en investigaciones de delitos ambientales y de salud pública, control de artes de pesca ilegales y operativos de rescate acuático. Este grupo ha participado recientemente en operativos como los realizados en la Comunidad Valenciana junto al helicóptero Pesca I.

Galicia es la única comunidad autónoma que cuenta con un Servicio de Guardacostas propio, que el año pasado realizó 10.700 inspecciones que derivaron en 2.644 denuncias. En estos operativos se incautaron 28.000 aparejos ilegales y se decomisaron 28.300 kg de marisco y pescado capturado ilegalmente.

"Esta colaboración multiplica nuestra capacidad para proteger los recursos marinos", señaló la conselleira del Mar, Marta Villaverde, durante la firma del acuerdo. Por su parte, el conselleiro Diego Calvo destacó que el convenio "garantiza seguridad jurídica y operativa en un sector estratégico para Galicia".

El refuerzo de la vigilancia resulta especialmente importante durante los períodos de veda biológica, cuando está prohibida la captura de especies como el percebe o el erizo de mar para asegurar su reproducción y sostenibilidad. La Xunta estima que el furtivismo mueve en Galicia cerca de 30 millones de euros anuales en mercado negro.