Del Viernes, 12 de Diciembre de 2025 al Domingo, 14 de Diciembre de 2025
ACTUALIDAD
No son etiquetas, son personas: Cómo retrasa el estigma la recuperación de la adicción a las drogas
En España, donde la adicción todavía se confunde con falta de voluntad o debilidad moral, el silencio se convierte en norma y la ayuda, en excepción. Aunque cada vez se habla más de salud mental, las adicciones siguen siendo una de las realidades más silenciadas y estigmatizadas.
Una enfermedad biopsicosocial ignorada por prejuicio
Las adicciones son una enfermedad crónica reconocida por la comunidad médica, con base biológica, psicológica y social. Sin embargo, quienes la padecen siguen siendo objeto de crítica, rechazo y discriminación.
"El estigma genera aislamiento y retrasa la búsqueda de ayuda, lo que agrava el estado clínico y complica la recuperación", señala José Manuel Zaldúa, psicólogo y socio fundador de Esvidas, red de centros especializados en el tratamiento de adicciones.
Este estigma opera en varios niveles: social, familiar e institucional, creando una barrera invisible que impide el acceso a recursos sanitarios, educativos y laborales.

José Manuel Zaldúa, socio fundador y psicólogo de Esvidas
El impacto emocional de sentirse juzgado
Mari Carmen, paciente en proceso de recuperación en Esvidas, describe su experiencia: "Darme vergüenza salir de casa, hablar con la gente o socializar... todo eso, unido a la sensación de ser juzgada, me hizo aislarme mucho. La adicción te hace antisocial y rechazas muchas ayudas, porque tienes miedo al qué dirán".
El Informe Mundial sobre Drogas de 2023 de la UNODC confirma que "los trastornos por consumo de sustancias son altamente tratables, pero más del 70% de quienes los padecen nunca recibe atención profesional". El miedo al rechazo, la desinformación y la vergüenza son las principales causas.

Mari Carmen, paciente de Esvidas
El estigma retrasa la intervención, empeorando el pronóstico clínico y aumentando el deterioro físico y emocional. "Hemos atendido a pacientes que, a pesar de tener trabajos estables o responsabilidades familiares, ocultaban su problema por temor a ser juzgados", explica Blanca Macarro, trabajadora social de Esvidas.
Cuando el diagnóstico llega tarde, los tratamientos deben abordar cuadros más complejos, el sistema sanitario asume mayores costes y la persona afectada pierde vínculos, empleo o salud.

Blanca Macarro, trabajadora social en Esvidas
La reinserción social, laboral y emocional sigue siendo una de las etapas más difíciles. Prejuicios en entrevistas de trabajo, dificultades para retomar estudios, vínculos familiares fracturados... Todo suma al riesgo de recaída.
"El entorno que rodea a la persona es clave para que la recuperación sea sostenible. Sin un apoyo adecuado, la exclusión social y laboral pueden hacer que la recaída sea la salida más accesible", afirma Zaldúa.
El verdadero cambio
Romper el estigma requiere usar un lenguaje respetuoso, educar desde la infancia, formar a profesionales sin prejuicios, visibilizar testimonios reales y asegurar el acceso a tratamientos integrales.
"Una sociedad que acompaña sin juzgar facilita la recuperación y la reinserción social" concluye Blanca Macarro.
Detrás de cada persona con adicción hay una historia. No necesita juicio. Necesita escucha, acceso a tratamiento y una segunda oportunidad.

|
En España, donde la adicción todavía se confunde con falta de voluntad o debilidad moral, el silencio se convierte en norma y la ayuda, en excepción. Aunque cada vez se habla más de salud mental, las adicciones siguen siendo una de las realidades más silenciadas y estigmatizadas.
Una enfermedad biopsicosocial ignorada por prejuicioLas adicciones son una enfermedad crónica reconocida por la comunidad médica, con base biológica, psicológica y social. Sin embargo, quienes la padecen siguen siendo objeto de crítica, rechazo y discriminación. "El estigma genera aislamiento y retrasa la búsqueda de ayuda, lo que agrava el estado clínico y complica la recuperación", señala José Manuel Zaldúa, psicólogo y socio fundador de Esvidas, red de centros especializados en el tratamiento de adicciones. Este estigma opera en varios niveles: social, familiar e institucional, creando una barrera invisible que impide el acceso a recursos sanitarios, educativos y laborales. |
|
|
|
|
|
José Manuel Zaldúa, socio fundador y psicólogo de Esvidas |
|
El impacto emocional de sentirse juzgadoMari Carmen, paciente en proceso de recuperación en Esvidas, describe su experiencia: "Darme vergüenza salir de casa, hablar con la gente o socializar... todo eso, unido a la sensación de ser juzgada, me hizo aislarme mucho. La adicción te hace antisocial y rechazas muchas ayudas, porque tienes miedo al qué dirán". El Informe Mundial sobre Drogas de 2023 de la UNODC confirma que "los trastornos por consumo de sustancias son altamente tratables, pero más del 70% de quienes los padecen nunca recibe atención profesional". El miedo al rechazo, la desinformación y la vergüenza son las principales causas. |
|
|
|
|
|
Mari Carmen, paciente de Esvidas |
|
El estigma retrasa la intervención, empeorando el pronóstico clínico y aumentando el deterioro físico y emocional. "Hemos atendido a pacientes que, a pesar de tener trabajos estables o responsabilidades familiares, ocultaban su problema por temor a ser juzgados", explica Blanca Macarro, trabajadora social de Esvidas.Cuando el diagnóstico llega tarde, los tratamientos deben abordar cuadros más complejos, el sistema sanitario asume mayores costes y la persona afectada pierde vínculos, empleo o salud. |
|
|
|
|
|
Blanca Macarro, trabajadora social en Esvidas |
|
La reinserción social, laboral y emocional sigue siendo una de las etapas más difíciles. Prejuicios en entrevistas de trabajo, dificultades para retomar estudios, vínculos familiares fracturados... Todo suma al riesgo de recaída."El entorno que rodea a la persona es clave para que la recuperación sea sostenible. Sin un apoyo adecuado, la exclusión social y laboral pueden hacer que la recaída sea la salida más accesible", afirma Zaldúa. El verdadero cambioRomper el estigma requiere usar un lenguaje respetuoso, educar desde la infancia, formar a profesionales sin prejuicios, visibilizar testimonios reales y asegurar el acceso a tratamientos integrales. "Una sociedad que acompaña sin juzgar facilita la recuperación y la reinserción social" concluye Blanca Macarro. Detrás de cada persona con adicción hay una historia. No necesita juicio. Necesita escucha, acceso a tratamiento y una segunda oportunidad. |


















Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.60