SALUD
El calor intensifica los sofocos: 12 veces al día y durante 6 minutos
Las altas temperaturas propias del verano pueden intensificar los síntomas del climaterio, según revelan los últimos datos de una encuesta realizada a 13.000 mujeres. El 60% de las participantes reportó sufrir sofocos, mientras que el 57% experimentó sudores nocturnos, síntomas que se ven significativamente agravados con el aumento del calor.
Los resultados indican que, durante los meses estivales, la frecuencia de los sofocos se triplica: a 31°C, una mujer en transición menopáusica puede llegar a tener más de 12 episodios diarios, frente a los 3 que sufre a 19°C en otras épocas del año. Además, la duración de estos sofocos también aumenta, pasando de una media de 2 minutos en invierno a 6 minutos en verano.
La humedad y el calor también afectan a la calidad del sueño, incrementando los sudores nocturnos en un 50% en junio en comparación con enero. Esta combinación agrava el insomnio y otros trastornos del descanso asociados a esta etapa.
"Muchas mujeres normalizan estos síntomas, pero existen opciones para manejarlos mejor", señala una especialista consultada. Entre las recomendaciones para mitigar las molestias, se incluyen mantener una hidratación adecuada, usar ropa transpirable y evitar ambientes demasiado cálidos.
Aunque los sofocos y la sudoración nocturna son frecuentes durante la menopausia, los expertos recuerdan que se trata de síntomas tratables. Diversos enfoques, desde ajustes en el estilo de vida hasta opciones terapéuticas avaladas por estudios clínicos, pueden ayudar a mejorar la calidad de vida en esta fase.

Las altas temperaturas propias del verano pueden intensificar los síntomas del climaterio, según revelan los últimos datos de una encuesta realizada a 13.000 mujeres. El 60% de las participantes reportó sufrir sofocos, mientras que el 57% experimentó sudores nocturnos, síntomas que se ven significativamente agravados con el aumento del calor.
Los resultados indican que, durante los meses estivales, la frecuencia de los sofocos se triplica: a 31°C, una mujer en transición menopáusica puede llegar a tener más de 12 episodios diarios, frente a los 3 que sufre a 19°C en otras épocas del año. Además, la duración de estos sofocos también aumenta, pasando de una media de 2 minutos en invierno a 6 minutos en verano.
La humedad y el calor también afectan a la calidad del sueño, incrementando los sudores nocturnos en un 50% en junio en comparación con enero. Esta combinación agrava el insomnio y otros trastornos del descanso asociados a esta etapa.
"Muchas mujeres normalizan estos síntomas, pero existen opciones para manejarlos mejor", señala una especialista consultada. Entre las recomendaciones para mitigar las molestias, se incluyen mantener una hidratación adecuada, usar ropa transpirable y evitar ambientes demasiado cálidos.
Aunque los sofocos y la sudoración nocturna son frecuentes durante la menopausia, los expertos recuerdan que se trata de síntomas tratables. Diversos enfoques, desde ajustes en el estilo de vida hasta opciones terapéuticas avaladas por estudios clínicos, pueden ayudar a mejorar la calidad de vida en esta fase.
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