Viernes, 12 de Diciembre de 2025

Xornal21.es
Jueves, 10 de Julio de 2025 Tiempo de lectura:
ACTUALIDAD

El precio de los campamentos: el difícil equilibrio entre costes, oferta y demanda

 

En medio del debate social generado por un reciente estudio sobre el acceso desigual a los campamentos de verano, la Asociación Nacional de Empresas de Actividades y Campamentos (ANEACAMP) ha querido alzar la voz para aportar una visión más completa y contextualizada desde dentro del propio sector. La patronal, que agrupa a 120 entidades de referencia en toda España, responde así a titulares como el publicado por 20 Minutos: “Una de cada tres familias en España no puede pagar los campamentos de verano”.

 

 

En primer lugar, ANEACAMP aclara que no fue consultada para la elaboración del informe en cuestión, a pesar de su papel representativo en el sector. “Compartimos la preocupación por las dificultades económicas que enfrentan muchas familias, pero también por el mensaje que pueda calar en la opinión pública sobre un sector que trabaja con altos estándares de calidad y compromiso”, señalan desde la asociación.

 

Una realidad más diversa de lo que reflejan los datos

La patronal reconoce que las tarifas de la oferta privada no son asequibles para todas las familias, y que los precios han subido en torno a un 5 % por efecto de la inflación, tal y como recoge el estudio. No obstante, critican que los datos difundidos no distinguen entre tipos de programas y mezclan conceptos muy dispares: desde campamentos urbanos hasta estancias en el extranjero, pasando por actividades digitales o tecnificación deportiva.

 

Frente a la horquilla de 200 a 2.000 euros que algunos medios han recogido —cifra referida al gasto vacacional total y no exclusivamente a los campamentos—, ANEACAMP ofrece un dato concreto y representativo: el precio medio de un campamento de verano con pernocta se sitúa en 602 euros por semana y participante. Ese importe incluye alojamiento con pensión completa, equipo técnico titulado disponible 24 horas, programa completo de actividades y medidas de seguridad, higiene y acompañamiento emocional.

 

Oferta en alza, demanda en descenso

La asociación subraya que la situación actual del sector responde a una combinación compleja de factores. Por un lado, el mercado se ha saturado con una amplia variedad de ofertas de verano, tanto públicas como privadas, y con actores que no siempre pertenecen al ámbito del ocio educativo reglado. Además, muchas entidades públicas y asociaciones sin ánimo de lucro operan con ventajas fiscales y precios considerablemente más bajos, generando una competencia que impacta a las empresas especializadas.

 

Por otro lado, la demanda ha cambiado: desde la pandemia, se ha normalizado el teletrabajo, lo que ha reducido la necesidad de conciliación mediante campamentos. A eso se suman nuevas preocupaciones de las familias —como el bienestar emocional de los menores—, una pirámide poblacional envejecida y un cambio en el paradigma del ocio juvenil, más digital y menos proclive a experiencias prolongadas en la naturaleza.

 

Unos costes cada vez más difíciles de sostener

Ante la idea de que los precios podrían ajustarse a la baja para adaptarse a la caída de la demanda, ANEACAMP explica que los costes para mantener una oferta de calidad no han dejado de aumentar. Energía, transporte, alimentación, seguros, convenios laborales más exigentes, digitalización, mantenimiento de instalaciones, personal técnico cualificado y cumplimiento de normativas como la LOPIVI son solo algunos de los factores que encarecen la organización de estos programas.

 

En muchos casos, aseguran, los márgenes de beneficio son mínimos, cuando no inexistentes. “Una subida del 5 % en los precios puede suponer un beneficio cero o incluso pérdidas”, lamentan. Y añaden que algunas empresas llegan a asumir dichos déficits por compromiso con sus usuarios o para evitar el coste de cancelar reservas.

 

Una propuesta: bonos de conciliación universales

Para paliar la desigualdad de acceso a los campamentos sin desincentivar al sector privado, ANEACAMP propone que las administraciones públicas implementen un bono específico de conciliación destinado a las familias con menores recursos en periodos no lectivos. De este modo, se favorecería una oferta más accesible sin penalizar a quienes mantienen una actividad profesional regulada, exigente y con altos estándares de calidad y seguridad.

 

Una experiencia de valor incalculable

A pesar del contexto económico complejo, ANEACAMP defiende el enorme valor educativo, emocional y social de los campamentos de pernocta: convivencia, autonomía, respeto por la naturaleza, desconexión digital, creatividad, deporte, socialización y aprendizaje. Todo ello en un entorno seguro y estructurado que promueve el desarrollo integral de la infancia y la juventud.

 

En definitiva, la patronal lanza un mensaje claro: “Sí, los campamentos cuestan dinero, pero también lo cuestan los seguros, el combustible o los alimentos. Y garantizar el bienestar y la seguridad de niños y niñas durante una semana completa, en plena naturaleza y con personal especializado, es una labor que requiere muchos recursos. El equilibrio entre oferta, demanda y costes es cada vez más difícil, pero el compromiso con las familias y con los menores sigue intacto”.

 

Comentarios
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.60

Todavía no hay comentarios

Portada

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.