VIGO
El Concello inicia la tramitación de una nueva ordenanza de viviendas turísticas
La Gerencia de Urbanismo acaba de firmar el decreto para iniciar la tramitación de la nueva ordenanza municipal reguladora de las viviendas de uso turístico. Tal y como establece el PXOM, el Concello puede regular mediante ordenanza la implantación e intensidad del uso de viviendas y apartamentos turísticos, reconociendo su carácter terciario hotelero. En resumen, “deben comportarse como hoteles”, recalcó Caballero, señalando que el Plan General contempla limitaciones para las viviendas de uso turístico, como que su ubicación en edificios solo será posible cuando tengan una entrada distinta a la del resto de los residentes.
El gobierno municipal ha identificado algunas situaciones que deben considerarse a la hora de desarrollar la ordenanza, como el fuerte crecimiento de viviendas de uso turístico, especialmente en el centro urbano y en barrios históricos como el Casco Vello, Bouzas, Areal o Berbés, lo que, para Caballero, está generando presión sobre los precios de los alquileres. También debe ordenarse “muy bien” la convivencia entre residentes y turistas.
Con esta nueva ordenanza, el Concello quiere establecer un procedimiento municipal “claro y seguro para la autorización de viviendas y apartamentos turísticos”, determinando las zonas saturadas, las cuotas máximas por edificio, la compatibilidad de accesos entre el uso regulado y el resto de usos existentes en el edificio, y creando herramientas de inspección y control proporcionadas y eficaces.
Tal como explicó el alcalde, la tramitación de la ordenanza comenzará con una consulta pública previa; un período de 20 días para recoger las sugerencias ciudadanas, seguido del análisis del impacto normativo, la aprobación inicial en Pleno, la exposición pública y recogida de alegaciones, y la aprobación definitiva.
Abel Caballero valoró el objetivo de la nueva ordenanza: “queremos garantizar la convivencia entre el uso residencial y el uso turístico, regulando bien y compatibilizando los usos”, de manera que las viviendas turísticas no proliferen “en exceso” en algunas zonas y “dando seguridad” a quienes las poseen, regulándose según las normativas de los hoteles. “Entramos en esta materia con la mejor de las intenciones”, destacó, “sabiendo que las viviendas turísticas tienen una dimensión económica de recursos que permanecen en la ciudad”, por lo que conviene “compatibilizar” su uso con la máxima de “no subir los alquileres a la gente”.

La Gerencia de Urbanismo acaba de firmar el decreto para iniciar la tramitación de la nueva ordenanza municipal reguladora de las viviendas de uso turístico. Tal y como establece el PXOM, el Concello puede regular mediante ordenanza la implantación e intensidad del uso de viviendas y apartamentos turísticos, reconociendo su carácter terciario hotelero. En resumen, “deben comportarse como hoteles”, recalcó Caballero, señalando que el Plan General contempla limitaciones para las viviendas de uso turístico, como que su ubicación en edificios solo será posible cuando tengan una entrada distinta a la del resto de los residentes.
El gobierno municipal ha identificado algunas situaciones que deben considerarse a la hora de desarrollar la ordenanza, como el fuerte crecimiento de viviendas de uso turístico, especialmente en el centro urbano y en barrios históricos como el Casco Vello, Bouzas, Areal o Berbés, lo que, para Caballero, está generando presión sobre los precios de los alquileres. También debe ordenarse “muy bien” la convivencia entre residentes y turistas.
Con esta nueva ordenanza, el Concello quiere establecer un procedimiento municipal “claro y seguro para la autorización de viviendas y apartamentos turísticos”, determinando las zonas saturadas, las cuotas máximas por edificio, la compatibilidad de accesos entre el uso regulado y el resto de usos existentes en el edificio, y creando herramientas de inspección y control proporcionadas y eficaces.
Tal como explicó el alcalde, la tramitación de la ordenanza comenzará con una consulta pública previa; un período de 20 días para recoger las sugerencias ciudadanas, seguido del análisis del impacto normativo, la aprobación inicial en Pleno, la exposición pública y recogida de alegaciones, y la aprobación definitiva.
Abel Caballero valoró el objetivo de la nueva ordenanza: “queremos garantizar la convivencia entre el uso residencial y el uso turístico, regulando bien y compatibilizando los usos”, de manera que las viviendas turísticas no proliferen “en exceso” en algunas zonas y “dando seguridad” a quienes las poseen, regulándose según las normativas de los hoteles. “Entramos en esta materia con la mejor de las intenciones”, destacó, “sabiendo que las viviendas turísticas tienen una dimensión económica de recursos que permanecen en la ciudad”, por lo que conviene “compatibilizar” su uso con la máxima de “no subir los alquileres a la gente”.
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