La Unión Hotelera Compostela (UHC), que agrupa al 77% de las plazas hoteleras de Santiago, ha manifestado esta semana su rechazo unánime a la implantación de la tasa turística propuesta por el Concello. La asociación, que representa tanto a pequeños establecimientos familiares como a grandes hoteles urbanos, califica la medida de "injusta, mal diseñada y precipitada", según un comunicado emitido tras una reunión urgente.

El sector argumenta que la tasa penaliza injustamente a los turistas que pernoctan en la ciudad -los cuales, según la UHC, son los más controlados y responsables- mientras ignora a los excursionistas y grupos organizados que generan mayor saturación urbana. Además, subrayan que la hotelería legal ya contribuye significativamente a las arcas municipales a través de impuestos como el IBI, el IAE y la recogida de basuras, generando más de 1.000 empleos directos.

Uno de los principales puntos de conflicto es el calendario de aplicación: al pretender implantarse esta misma temporada alta, con miles de reservas ya formalizadas, genera inseguridad jurídica tanto para los establecimientos como para los clientes. "¿Qué ocurre si un huésped se niega a pagarla? ¿Quién asume el coste o las reclamaciones?", cuestionan desde la asociación.

La UHC denuncia además la falta de claridad operativa: no se ha especificado quién cobrará la tasa, cómo se resolverán los conflictos, ni existen mecanismos suficientes de fiscalización. Tampoco hay garantías de transparencia sobre el destino final de los fondos. "Una ciudad turística sostenible no se construye sin diálogo real con el sector", afirman.

El comunicado hace hincapié en que el verdadero reto no es recaudar, sino gestionar mejor los flujos turísticos, proteger la convivencia vecinal y reforzar los servicios. Critican que, mientras la planta hotelera no ha crecido, han proliferado alojamientos sin control normativo que sí transforman la ciudad.

"Pedimos sensatez: no se trata de recaudar, sino de hacer bien las cosas", concluye el texto. "Santiago necesita planificación, diálogo y responsabilidad institucional, no medidas precipitadas que castiguen al sector que ya cumple". El sector espera que el Concello revise su postura antes del pleno definitivo.