UGT Servizos Públicos de Galicia se movilizó hoy en Vigo en repulsa por el asesinato de una trabajadora del Servizo de Axuda no Fogar (SAF) de O Porriño, ocurrido el pasado martes mientras desempeñaba sus labores. El sindicato registró un documento dirigido a la Xunta de Galicia, la Consellería de Política Social, las administraciones con competencias en prevención de riesgos, los concellos y la patronal del sector, exigiendo la aplicación inmediata de protocolos contra el acoso y medidas de seguridad efectivas.

En el escrito, UGT subraya que "cada domicilio debe ser considerado un centro de trabajo", reclamando que se garantice la protección de las empleadas del hogar, un colectivo especialmente vulnerable. El sindicato mostró su apoyo a la familia de la víctima y extendió su solidaridad a todas las profesionales del sector, recordando la necesidad de reconocer su labor como servicio público esencial.

La concentración sirvió también para exigir a las empresas del sector que implementen medidas técnicas y protocolos de prevención, asegurando entornos laborales libres de violencia. UGT insistió en que la seguridad de las trabajadoras no puede depender de la voluntad individual, sino que requiere un marco normativo y operativo reforzado.

El crimen ha reabierto el debate sobre la precariedad y los riesgos que enfrentan las empleadas del hogar, un sector con alta feminización y frecuentemente expuesto a situaciones de desprotección jurídica y laboral. UGT advirtió que, sin acciones concretas, seguirán produciéndose incidentes graves en un ámbito que carece de supervisión suficiente.

La organización hizo un llamamiento urgente a las instituciones para que traduzcan las demandas en medidas efectivas, evitando que hechos como el de Porriño se repitan. El sindicato mantendrá la presión para que el sector de la ayuda a domicilio sea reconocido y protegido en condiciones equiparables al resto de ámbitos laborales.