Opinión
Carta abierta a los administradores públicos desde el infierno del fuego
Llueve ceniza desde hace más de diez días, y el aire puro y el azul celeste de su cielo están velados por el humo gris. Finalmente, llega el fuego y arrasa con todo. Negro, todo está negro y desprende un calor asfixiante. Se hace difícil respirar. Por suerte, seguimos vivos tras luchar varios días sin medios contra el fuego. El fuego sigue sin estar extinguido, lo paramos los vecinos que nos agrupamos, pero el fuego no está apagado. El fuego sigue su camino. Alrededor del pueblo siguen reviviendo nuevos focos, los vecinos damos voces, se toca la campana de la iglesia y reconocemos la llamada para acudir con simples ramas de piornos para detener el fuego que acecha. Los que se quedan remojan las paredes de sus casas con cubos de agua y se confinan a la espera de que el pueblo les socorra. Por ahora, pudimos salvar las casas, pero ¿qué van a comer los animales? ¿Es potable el agua de nuestras fuentes? ¿Cuánto tiempo más vamos a seguir respirando este humo tóxico? ¿Qué efectos tiene el humo en nuestra salud, especialmente en la población mas vulnerable, como ancianos y niños?
Mientras nos preguntamos, vemos como el fuego sigue avanzando, pues no hay medios para frenarlo. Únicamente, se tratan de salvar los núcleos de población cuando el fuego ya está encima. Nadie podía imaginar la magnitud de lo sucedido, cómo el fuego iba a devorar monte, árboles, pueblos, inexorablemente hasta quemar más de 17.000ha. ¿Cómo puede ser que Orense haya sido arrasada por el fuego en una extensión de más del 8,5% su superficie? Precisamente, una de las provincias mayor disponibilidad hídrica, y la de mayor potencia hidroeléctrica instalada por superficie de España, donde las compañías eléctricas se pueden jactar de producir alrededor 6.000 GWh en 2024 para consumo nacional a costa de haber inundado y condenado esta provincia a la pobreza. ¿Dónde están los administradores públicos, las “autoridades”? Por supuesto, disfrutando lejos de sus vacaciones, quizás observando la situación desde allí o haciendo el gran esfuerzo de interrumpirlas para mostrar su cara solidaria. Vergüenza les debería dar aparecer, si es que saben lo que es. Ellos son responsables de no haber invertido en los medios para evitar esta brutal oleada de incendios y para gestionar esta catástrofe eficazmente.
Los peores incendios en la historia de Galicia y todos los incendios de España que suman más de un 0,67% de nuestra superficie este año y que se han llevado por delante vidas humanas y afectado ecosistemas enteros no son fruto únicamente de altas temperaturas, del supuesto cambio climático o pirómanos aislados u organizados. Estos incendios son producto de la falta de inversión en la España rural y en medidas que preserven los ecosistemas de nuestro país. Faltan medidas que fomenten las economías locales para que quedarse en el campo sea una alternativa real atractiva para familias y jóvenes. Esos españoles no tenemos más remedio que emigrar si queremos prosperar. Estos incendios son resultado de la falta de medios para la gestión de bosques y montes, para promover actividades de mantenimiento de la naturaleza y prevención de incendios. Estos devastadores incendios muestran la falta de medios humanos y técnicos, la absoluta ineficiencia de la administración del estado y la deficiente coordinación entre autoridades descentralizadas. Además, ha sido extremadamente difícil ayudar como civiles por el absoluto vacío de comunicación y la coordinación entre los escasos medios disponibles y las poblaciones afectadas.
Apreciados administradores públicos, apreciados politicos de todo signo y condición: sirvan verdaderamente al pueblo. La catástrofe de este agosto la podrían ustedes haber evitado si hubieran priorizado al pueblo en lugar de alimentar al sistema que los mantiene a ustedes desde hace décadas (ese sistema no está al servicio del pueblo sino al de sus propios intereses). Pongan medios para recuperar las zonas afectadas. Sean ustedes honestos con el dinero de los españoles e inviértanlo en promover un estado sensato e igualitario para todos los españoles, donde podamos preservar nuestros ecosistemas, nuestra gran riqueza y diversidad natural, promover una economía competitiva basada en la innovación, y convivir en una sociedad justa y respetuosa, independientemente de la región de España donde vivamos.
Chaguazoso, pueblo más alto de Galicia, a 19 de agosto de 2025

Llueve ceniza desde hace más de diez días, y el aire puro y el azul celeste de su cielo están velados por el humo gris. Finalmente, llega el fuego y arrasa con todo. Negro, todo está negro y desprende un calor asfixiante. Se hace difícil respirar. Por suerte, seguimos vivos tras luchar varios días sin medios contra el fuego. El fuego sigue sin estar extinguido, lo paramos los vecinos que nos agrupamos, pero el fuego no está apagado. El fuego sigue su camino. Alrededor del pueblo siguen reviviendo nuevos focos, los vecinos damos voces, se toca la campana de la iglesia y reconocemos la llamada para acudir con simples ramas de piornos para detener el fuego que acecha. Los que se quedan remojan las paredes de sus casas con cubos de agua y se confinan a la espera de que el pueblo les socorra. Por ahora, pudimos salvar las casas, pero ¿qué van a comer los animales? ¿Es potable el agua de nuestras fuentes? ¿Cuánto tiempo más vamos a seguir respirando este humo tóxico? ¿Qué efectos tiene el humo en nuestra salud, especialmente en la población mas vulnerable, como ancianos y niños?
Mientras nos preguntamos, vemos como el fuego sigue avanzando, pues no hay medios para frenarlo. Únicamente, se tratan de salvar los núcleos de población cuando el fuego ya está encima. Nadie podía imaginar la magnitud de lo sucedido, cómo el fuego iba a devorar monte, árboles, pueblos, inexorablemente hasta quemar más de 17.000ha. ¿Cómo puede ser que Orense haya sido arrasada por el fuego en una extensión de más del 8,5% su superficie? Precisamente, una de las provincias mayor disponibilidad hídrica, y la de mayor potencia hidroeléctrica instalada por superficie de España, donde las compañías eléctricas se pueden jactar de producir alrededor 6.000 GWh en 2024 para consumo nacional a costa de haber inundado y condenado esta provincia a la pobreza. ¿Dónde están los administradores públicos, las “autoridades”? Por supuesto, disfrutando lejos de sus vacaciones, quizás observando la situación desde allí o haciendo el gran esfuerzo de interrumpirlas para mostrar su cara solidaria. Vergüenza les debería dar aparecer, si es que saben lo que es. Ellos son responsables de no haber invertido en los medios para evitar esta brutal oleada de incendios y para gestionar esta catástrofe eficazmente.
Los peores incendios en la historia de Galicia y todos los incendios de España que suman más de un 0,67% de nuestra superficie este año y que se han llevado por delante vidas humanas y afectado ecosistemas enteros no son fruto únicamente de altas temperaturas, del supuesto cambio climático o pirómanos aislados u organizados. Estos incendios son producto de la falta de inversión en la España rural y en medidas que preserven los ecosistemas de nuestro país. Faltan medidas que fomenten las economías locales para que quedarse en el campo sea una alternativa real atractiva para familias y jóvenes. Esos españoles no tenemos más remedio que emigrar si queremos prosperar. Estos incendios son resultado de la falta de medios para la gestión de bosques y montes, para promover actividades de mantenimiento de la naturaleza y prevención de incendios. Estos devastadores incendios muestran la falta de medios humanos y técnicos, la absoluta ineficiencia de la administración del estado y la deficiente coordinación entre autoridades descentralizadas. Además, ha sido extremadamente difícil ayudar como civiles por el absoluto vacío de comunicación y la coordinación entre los escasos medios disponibles y las poblaciones afectadas.
Apreciados administradores públicos, apreciados politicos de todo signo y condición: sirvan verdaderamente al pueblo. La catástrofe de este agosto la podrían ustedes haber evitado si hubieran priorizado al pueblo en lugar de alimentar al sistema que los mantiene a ustedes desde hace décadas (ese sistema no está al servicio del pueblo sino al de sus propios intereses). Pongan medios para recuperar las zonas afectadas. Sean ustedes honestos con el dinero de los españoles e inviértanlo en promover un estado sensato e igualitario para todos los españoles, donde podamos preservar nuestros ecosistemas, nuestra gran riqueza y diversidad natural, promover una economía competitiva basada en la innovación, y convivir en una sociedad justa y respetuosa, independientemente de la región de España donde vivamos.
Chaguazoso, pueblo más alto de Galicia, a 19 de agosto de 2025
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