La Guardia Civil de Pontevedra interpuso varias denuncias durante un control medioambiental y pesquero realizado en el puente internacional de la autovía A-55 el pasado 20 de agosto. El dispositivo, enmarcado en el Plan Anual de Control Integral de Actividades Pesqueras (PACIAC), resultó en la incautación de 91 kilogramos de raya y cuatro sacos de almeja japonesa al no poder garantizarse el origen legal de los productos.

En el operativo participaron agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC), el Servicio Fiscal de Tui, el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de Tui y Ponteareas, efectivos de Tráfico, la Guardia Nacional Republicana (GNR) portuguesa y el Servicio de Guardacostas de Galicia. La colaboración multinacional e interinstitucional fue clave para el desarrollo de la inspección.

Las dos denuncias interpuestas se basaron en incumplimientos de la Ley 11/2008, de Pesca de Galicia, al no portar la documentación necesaria que debe acompañar a los productos pesqueros hasta los puntos de venta. La falta de estos papeles imposibilita garantizar la trazabilidad y el origen legal de las capturas, un requisito fundamental para combatir la pesca irregular.

El pescado incautado, que no podía ser comercializado al carecer de los preceptivos documentos, fue donado a centros benéficos, según informaron las fuentes. Este tipo de controles son esenciales para proteger los recursos marinos y garantizar que los productos que llegan al consumidor cumplen con toda la normativa sanitaria y medioambiental.