Turismo
Lisboa descubre su historia y patrimonio desde las aguas del Tajo
La capital portuguesa ofrece experiencias fluviales que permiten explorar su arquitectura, cultura y legado marítimo desde una perspectiva única
El río Tajo se ha convertido en el escenario privilegiado para descubrir la región de Lisboa desde una perspectiva diferente, a través de diversas experiencias de navegación que incluyen cruceros panorámicos, visitas guiadas y excursiones temáticas. Estas travesías fluviales permiten disfrutar de la luz única de la ciudad, su arquitectura característica y su rica historia desde un ángulo excepcional.
Uno de los principales puntos de partida para estas aventuras acuáticas es la Estación Marítima Sul e Sueste, situada junto al Dique de la Marina. Este espacio histórico, completamente renovado, combina su arquitectura original con una moderna zona de ocio que incluye terrazas con vistas al río, un centro interpretativo dedicado al Tajo y una amplia oferta de salidas en barco.
Entre las embarcaciones más emblemáticas que surcan estas aguas destaca la Fragata D. Fernando II e Glória, el último gran navío portugués propulsado exclusivamente a vela. Convertida en museo flotante y ubicada a apenas 30 minutos del centro de Lisboa, su interior meticulosamente restaurado transporta a los visitantes a la vida marinera del siglo XIX.
Otra joya del patrimonio fluvial es el Varino Liberdade, embarcación tradicional del Tajo construida en 1945 y restaurada en 1988. Actualmente combina su función como museo con rutas turísticas entre marzo y octubre, ofreciendo capacidad para 40 pasajeros en un recorrido que incluye la Reserva Natural del Estuario del Tajo.
Para quienes prefieren contemplar el río desde tierra firme, el Cais das Colunas, en pleno Terreiro do Paço, ofrece una de las estampas más icónicas de Lisboa. Sus escalones de mármol que se adentran en las aguas y las dos columnas que le dan nombre fueron durante siglos escenario de recepciones reales y llegadas históricas, constituyendo hoy un lugar privilegiado para contemplar el atardecer.
Los visitantes que deseen explorar más a fondo la ciudad pueden optar por el Lisboa Card, un pase turístico que permite el acceso gratuito a más de 50 museos y monumentos, uso ilimitado del transporte público y descuentos de entre el 5% y el 50% en atracciones culturales, tiendas y servicios turísticos. Entre los espacios emblemáticos incluidos se encuentran el Palacio Nacional da Ajuda, el Museo Nacional del Azulejo y el Museo Nacional de Arte Antiguo.

El río Tajo se ha convertido en el escenario privilegiado para descubrir la región de Lisboa desde una perspectiva diferente, a través de diversas experiencias de navegación que incluyen cruceros panorámicos, visitas guiadas y excursiones temáticas. Estas travesías fluviales permiten disfrutar de la luz única de la ciudad, su arquitectura característica y su rica historia desde un ángulo excepcional.
Uno de los principales puntos de partida para estas aventuras acuáticas es la Estación Marítima Sul e Sueste, situada junto al Dique de la Marina. Este espacio histórico, completamente renovado, combina su arquitectura original con una moderna zona de ocio que incluye terrazas con vistas al río, un centro interpretativo dedicado al Tajo y una amplia oferta de salidas en barco.
Entre las embarcaciones más emblemáticas que surcan estas aguas destaca la Fragata D. Fernando II e Glória, el último gran navío portugués propulsado exclusivamente a vela. Convertida en museo flotante y ubicada a apenas 30 minutos del centro de Lisboa, su interior meticulosamente restaurado transporta a los visitantes a la vida marinera del siglo XIX.
Otra joya del patrimonio fluvial es el Varino Liberdade, embarcación tradicional del Tajo construida en 1945 y restaurada en 1988. Actualmente combina su función como museo con rutas turísticas entre marzo y octubre, ofreciendo capacidad para 40 pasajeros en un recorrido que incluye la Reserva Natural del Estuario del Tajo.
Para quienes prefieren contemplar el río desde tierra firme, el Cais das Colunas, en pleno Terreiro do Paço, ofrece una de las estampas más icónicas de Lisboa. Sus escalones de mármol que se adentran en las aguas y las dos columnas que le dan nombre fueron durante siglos escenario de recepciones reales y llegadas históricas, constituyendo hoy un lugar privilegiado para contemplar el atardecer.
Los visitantes que deseen explorar más a fondo la ciudad pueden optar por el Lisboa Card, un pase turístico que permite el acceso gratuito a más de 50 museos y monumentos, uso ilimitado del transporte público y descuentos de entre el 5% y el 50% en atracciones culturales, tiendas y servicios turísticos. Entre los espacios emblemáticos incluidos se encuentran el Palacio Nacional da Ajuda, el Museo Nacional del Azulejo y el Museo Nacional de Arte Antiguo.
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