Cocina sana, rápida y fácil
La crema de calabaza con castañas se consolida como plazo otoñal gallego
Esta receta de temporada, que combina productos autóctonos como la calabaza gallega y castañas, se prepara en apenas 30 minutos con ingredientes locales.
La cocina gallega de temporada incorpora una propuesta culinaria que aprovecha los productos otoñales más característicos de la tierra. La crema de calabaza con castañas se configura como una preparación ideal para estos meses, utilizando ingredientes directamente procedentes de las huertas y bosques gallegos.
La receta, que rinde para cuatro personas, requiere únicamente de 1 kg de calabaza gallega pelada y troceada, 200 gramos de castañas cocidas y peladas, y una cebolla de cultivo local. El proceso comienza con un sofrito suave de cebolla y ajo en aceite de oliva virgen extra gallego, base fundamental de muchos platos de la cocina tradicional.
Tras el sofrito, se incorporan la calabaza cortada en trozos y las castañas peladas, rehogándolas durante unos minutos antes de añadir 750 ml de caldo vegetal casero o agua. La cocción se mantiene durante aproximadamente 15 minutos a fuego medio, hasta que la calabaza alcanza la textura tierna adecuada para el triturado.
El toque final lo proporciona un aceite aromático de hierbas gallegas, que se prepara mezclando perejil, tomillo u orégano fresco con aceite de oliva virgen extra. Este elemento se añade justo antes de servir, creando una combinación de sabores que realza la esencia de los productos autóctonos.
La crema admite variaciones según preferencias, pudiéndose enriquecer con semillas de calabaza tostadas o queso del país desmenuzado. Su preparación rápida -en torno a 30 minutos- y su carácter nutritivo la convierten en una opción ideal para los menús otoñales, aprovechando los ingredientes que en esta época alcanzan su mejor momento de consumo.
La cocina gallega de temporada incorpora una propuesta culinaria que aprovecha los productos otoñales más característicos de la tierra. La crema de calabaza con castañas se configura como una preparación ideal para estos meses, utilizando ingredientes directamente procedentes de las huertas y bosques gallegos.
La receta, que rinde para cuatro personas, requiere únicamente de 1 kg de calabaza gallega pelada y troceada, 200 gramos de castañas cocidas y peladas, y una cebolla de cultivo local. El proceso comienza con un sofrito suave de cebolla y ajo en aceite de oliva virgen extra gallego, base fundamental de muchos platos de la cocina tradicional.
Tras el sofrito, se incorporan la calabaza cortada en trozos y las castañas peladas, rehogándolas durante unos minutos antes de añadir 750 ml de caldo vegetal casero o agua. La cocción se mantiene durante aproximadamente 15 minutos a fuego medio, hasta que la calabaza alcanza la textura tierna adecuada para el triturado.
El toque final lo proporciona un aceite aromático de hierbas gallegas, que se prepara mezclando perejil, tomillo u orégano fresco con aceite de oliva virgen extra. Este elemento se añade justo antes de servir, creando una combinación de sabores que realza la esencia de los productos autóctonos.
La crema admite variaciones según preferencias, pudiéndose enriquecer con semillas de calabaza tostadas o queso del país desmenuzado. Su preparación rápida -en torno a 30 minutos- y su carácter nutritivo la convierten en una opción ideal para los menús otoñales, aprovechando los ingredientes que en esta época alcanzan su mejor momento de consumo.
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