Actualidad
Alerta en España ante el riesgo de un nuevo apagón por inestabilidad en la red eléctrica
Red Eléctrica alerta de "variaciones bruscas de tensión" y solicita cambios urgentes en los protocolos operativos a la CNMC.
La seguridad del suministro eléctrico en España enfrenta una amenaza crítica que ha activado todas las alarmas en el sector energético. Red Eléctrica de España (REE), la empresa que preside Beatriz Corredor, ha elevado una alerta formal a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tras detectar patrones peligrosos de "variaciones bruscas de tensión" en la red peninsular. Estos fenómenos, según advierte el operador del sistema, podrían desencadenar un nuevo apagón generalizado si no se implementan medidas correctivas de inmediato.
La situación de emergencia técnica quedó plasmada en un escrito que REE remitió al regulador esta misma semana. El documento, al que ha tenido acceso este medio, detalla cómo durante las últimas dos semanas se han registrado fluctuaciones extremas en la tensión de la red que comprometen seriamente la estabilidad del sistema eléctrico nacional. El operador subraya que estos eventos "pueden tener impacto en la seguridad del suministro" si no se aplican con celeridad los cambios que propone.
El análisis técnico de Red Eléctrica identifica como causa principal de esta inestabilidad los "cambios bruscos de programa" en la generación de energía renovable. La naturaleza intermitente de fuentes como la solar fotovoltaica y la eólica, combinada con lo que el operador describe como "retraso en la respuesta de algunas centrales encargadas de estabilizar la red", está creando un escenario de alto riesgo para la continuidad del servicio eléctrico en toda España.
Ante esta crítica situación, REE ha solicitado la modificación urgente de cuatro procedimientos de operación del sistema. Las medidas buscan fundamentalmente reforzar el control de la tensión y garantizar un equilibrio más estable entre la generación y la demanda. La propuesta incluye ajustes técnicos específicos diseñados para dotar al sistema de mayor flexibilidad y capacidad de respuesta ante las fluctuaciones.
Entre las acciones concretas que plantea el operador destaca la revisión de la planificación diaria de la producción eléctrica. Este cambio permitiría una publicación más flexible de los programas, evitando así las sobrecargas de última hora que contribuyen a la inestabilidad. Además, se propone modificar la gestión de las reservas de energía en las centrales, facilitando que estas puedan responder con mayor rapidez ante imprevistos en la red.
Otra medida crucial consiste en implementar un seguimiento más estricto de los programas de generación y de las rampas de potencia. El objetivo es evitar los cambios bruscos que actualmente desestabilizan el sistema. Complementariamente, se endurecerán significativamente los requisitos de control de tensión, que pasarán a exigir que al menos el 90% de las mediciones cumplan con los estándares de seguridad establecidos.
Esta alerta de máxima urgencia se produce en un contexto particularmente sensible, pocas semanas después de que la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO-E) publicara su informe definitivo sobre el gran apagón que afectó a España y Portugal el pasado 28 de abril. Dicho documento técnico, considerado la referencia autorizada sobre el incidente, caracterizó lo ocurrido como un evento "único en el mundo" causado por una "cascada de sobrevoltaje".
Durante la presentación de las conclusiones de la investigación, el presidente de ENTSO-E, Damián Cortinas, abordó específicamente la cuestión de la responsabilidad de las fuentes de generación renovable. El directivo aclaró que el problema "no es que hubiera renovables", sino que el sistema energético español necesita con urgencia contar con "generación que tenga control de voltaje". Cortinas matizó que la buena noticia es que este control "se puede hacer del mismo modo que en la generación clásica", señalando el camino a seguir para evitar futuros colapsos.
La coincidencia temporal entre las conclusiones del informe europeo y la alerta elevada por REE no ha pasado desapercibida entre los expertos del sector. La explicación técnica proporcionada por ENTSO-E sobre la "cascada de sobrevoltaje" como desencadenante del apagón de abril proporciona un preocupante contexto a las variaciones de tensión que ahora preocupan al operador del sistema español.
La CNMC se encuentra actualmente analizando la solicitud de Red Eléctrica para implementar los cambios urgentes en los protocolos operativos. La decisión del regulador se espera en los próximos días, dado el carácter de emergencia que reviste la situación. Mientras tanto, el sector observa con preocupación cómo la transición energética hacia fuentes renovables plantea nuevos desafíos técnicos que requieren soluciones inmediatas para garantizar la seguridad del suministro eléctrico

La seguridad del suministro eléctrico en España enfrenta una amenaza crítica que ha activado todas las alarmas en el sector energético. Red Eléctrica de España (REE), la empresa que preside Beatriz Corredor, ha elevado una alerta formal a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tras detectar patrones peligrosos de "variaciones bruscas de tensión" en la red peninsular. Estos fenómenos, según advierte el operador del sistema, podrían desencadenar un nuevo apagón generalizado si no se implementan medidas correctivas de inmediato.
La situación de emergencia técnica quedó plasmada en un escrito que REE remitió al regulador esta misma semana. El documento, al que ha tenido acceso este medio, detalla cómo durante las últimas dos semanas se han registrado fluctuaciones extremas en la tensión de la red que comprometen seriamente la estabilidad del sistema eléctrico nacional. El operador subraya que estos eventos "pueden tener impacto en la seguridad del suministro" si no se aplican con celeridad los cambios que propone.
El análisis técnico de Red Eléctrica identifica como causa principal de esta inestabilidad los "cambios bruscos de programa" en la generación de energía renovable. La naturaleza intermitente de fuentes como la solar fotovoltaica y la eólica, combinada con lo que el operador describe como "retraso en la respuesta de algunas centrales encargadas de estabilizar la red", está creando un escenario de alto riesgo para la continuidad del servicio eléctrico en toda España.
Ante esta crítica situación, REE ha solicitado la modificación urgente de cuatro procedimientos de operación del sistema. Las medidas buscan fundamentalmente reforzar el control de la tensión y garantizar un equilibrio más estable entre la generación y la demanda. La propuesta incluye ajustes técnicos específicos diseñados para dotar al sistema de mayor flexibilidad y capacidad de respuesta ante las fluctuaciones.
Entre las acciones concretas que plantea el operador destaca la revisión de la planificación diaria de la producción eléctrica. Este cambio permitiría una publicación más flexible de los programas, evitando así las sobrecargas de última hora que contribuyen a la inestabilidad. Además, se propone modificar la gestión de las reservas de energía en las centrales, facilitando que estas puedan responder con mayor rapidez ante imprevistos en la red.
Otra medida crucial consiste en implementar un seguimiento más estricto de los programas de generación y de las rampas de potencia. El objetivo es evitar los cambios bruscos que actualmente desestabilizan el sistema. Complementariamente, se endurecerán significativamente los requisitos de control de tensión, que pasarán a exigir que al menos el 90% de las mediciones cumplan con los estándares de seguridad establecidos.
Esta alerta de máxima urgencia se produce en un contexto particularmente sensible, pocas semanas después de que la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO-E) publicara su informe definitivo sobre el gran apagón que afectó a España y Portugal el pasado 28 de abril. Dicho documento técnico, considerado la referencia autorizada sobre el incidente, caracterizó lo ocurrido como un evento "único en el mundo" causado por una "cascada de sobrevoltaje".
Durante la presentación de las conclusiones de la investigación, el presidente de ENTSO-E, Damián Cortinas, abordó específicamente la cuestión de la responsabilidad de las fuentes de generación renovable. El directivo aclaró que el problema "no es que hubiera renovables", sino que el sistema energético español necesita con urgencia contar con "generación que tenga control de voltaje". Cortinas matizó que la buena noticia es que este control "se puede hacer del mismo modo que en la generación clásica", señalando el camino a seguir para evitar futuros colapsos.
La coincidencia temporal entre las conclusiones del informe europeo y la alerta elevada por REE no ha pasado desapercibida entre los expertos del sector. La explicación técnica proporcionada por ENTSO-E sobre la "cascada de sobrevoltaje" como desencadenante del apagón de abril proporciona un preocupante contexto a las variaciones de tensión que ahora preocupan al operador del sistema español.
La CNMC se encuentra actualmente analizando la solicitud de Red Eléctrica para implementar los cambios urgentes en los protocolos operativos. La decisión del regulador se espera en los próximos días, dado el carácter de emergencia que reviste la situación. Mientras tanto, el sector observa con preocupación cómo la transición energética hacia fuentes renovables plantea nuevos desafíos técnicos que requieren soluciones inmediatas para garantizar la seguridad del suministro eléctrico
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