El Ministerio de Consumo ha abierto expediente sancionador a una importante promotora de festivales musicales por implantar prácticas abusivas denunciadas recurrentemente por los usuarios. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que lleva años alertando sobre estas irregularidades, valora positivamente la medida pero reclama una normativa estatal homogénea que establezca derechos básicos para los asistentes.

Entre las cláusulas investigadas destacan el cobro de comisiones para recuperar saldos de pulseras cashless –medida que limita el uso de efectivo–, tasas de hasta 25 euros por salir y reingresar al recinto, y la prohibición de introducir alimentos y bebidas. La OCU considera particularmente abusiva la negativa a reembolsar entradas por cambios de cartel o condiciones meteorológicas adversas, circunstancias que impiden disfrutar del evento contratado.

La organización subraya que la actual fragmentación normativa perjudica a los consumidores, pues solo Asturias cuenta con una legislación específica protectora. Frente a este vacío legal, la OCU insta a Consumo a desarrollar una regulación que incluya compensaciones automáticas ante incumplimientos de los organizadores, cubriendo incluso gastos colaterales como transporte y alojamiento.

Mientras se materializa esta reforma, la OCU recomienda a los afectados solicitar siempre la hoja de reclamaciones –con apoyo de la policía local si fuera necesario– y reclamar no solo el reembolso de la entrada sino también los daños y perjuicios derivados cuando el festival no cumpla con lo prometido.