La construcción de la proyectada autovía tendrá consecuencias ambientales irreversibles en el concello de Mos, según se desprende del propio estudio encargado por el Ministerio de Transportes. El documento hidrogeológico es contundente al señalar que la afección a los niveles freáticos del municipio es un "coste ambiental ligado al trazado, imposible de corregir".

Esta afirmación técnica da la razón a las advertencias que la Plataforma Defende Mos lleva meses realizando. Los vecinos aseguran que el proyecto supondrá la destrucción de pozos y manantiales de los que dependen los habitantes de Mos y de la parroquia viguesa de Bembrive. Para la plataforma, la frase del informe no deja lugar a dudas: se trata de una "sentencia de muerte" para el territorio.

El conflicto trasciende lo ambiental y ha generado una fuerte tensión política. La plataforma denuncia haber sido objeto de desprecios durante meses, incluyendo las declaraciones de un dirigente socialista que se refirió a la zona como un "accidente geográfico". Asimismo, critican la actitud del alcalde de Vigo, a quien acusan de ejercer un papel de "virrey".

La reciente revelación de irregularidades en la concesión de la autopista de peaje actual ha añadido más complejidad al debate. Mientras la Plataforma y partidos como el PP y el BNG abogan por liberar la AP-9 como solución, el Ministerio mantiene su apuesta por la nueva infraestructura.

En este contexto, el estudio hidrogeológico se convierte en la prueba clave de los vecinos. La advertencia de un daño "imposible de corregir" en los acuíferos sitúa a la administración ante la responsabilidad de asumir un impacto ambiental que sus propios técnicos reconocen como inevitable.