Vigo
Estudiantes de Formación Profesional se concentran en Vigo contra las condiciones "insalubres" de su centro
    
   
	 
    
	
    
        
    
    
        
          
		
    
        			        			        			        			        			        			        			        	
                                
                    
    
    
    El alumnado del CIFP Manuel Antonio denuncia que las obras en el edificio provocan ruidos constantes, polvo y retrasos en la formación práctica desde hace mes y medio.
	
	
        
        
        			        			        			        			        			        			        			        
        
                
        
        El conflicto en el CIFP Manuel Antonio de Vigo ha escalado hasta la protesta pública después de que el alumnado protagonizara una concentración para exigir soluciones inmediatas a la "situación insostenible" que atraviesan desde el inicio del curso. Los estudiantes denuncian que las obras en el edificio de sanidad están vulnerando su derecho a una educación en condiciones dignas y seguras, generando problemas de salud y retrasos formativos.
 
 
La problemática se remonta al comienzo del curso, cuando las clases presenciales se retrasaron aproximadamente tres semanas debido a las obras, sustituyéndose por formación telemática que el alumnado considera insuficiente. Sin embargo, el regreso a las aulas no ha traído la normalidad esperada, sino una convivencia diaria con "niveles de ruido muy altos, polvo constante y protecciones de seguridad bajas".
 
![[Img #99129]](https://xornal21.com/upload/images/10_2025/191_imagen-ies-manuel-antonio.jpg)
 
Los estudiantes detallan que están expuestos de forma continua a ruidos de maquinaria como "plataformas elevadoras, radiales, martillos y taladros", que se prolongan durante más de tres horas consecutivas. Esta situación no solo dificulta seguir las clases adecuadamente, sino que está provocando crisis de migrañas y ataques de asma entre el alumnado, que se ha visto obligado a utilizar mascarillas dentro de las aulas.
 
La formación práctica se encuentra especialmente afectada, ya que los laboratorios permanecen inutilizables mes y medio después del inicio teórico del curso. Según los concentrados, hay "equipos sin colocar, material estropeado debido a las obras y una pérdida de materiales biológicos muy grande" por un mal manejo de una nevera de muestras.
 
Frustrados por la falta de respuestas tras haber intentado soluciones individuales e incluso reuniones con dirección, los estudiantes han optado por la denuncia pública para reclamar "un mínimo respeto" a sus derechos. Critican que ni la Xunta ni el concello estén interviniendo en un problema que consideran de planificación.
 
Entre sus demandas concretas, solicitan la habilitación de aulas alternativas o el uso de centros cívicos municipales para poder desarrollar su actividad formativa en condiciones adecuadas. El mensaje final de los concentrados es contundente: "No vamos a seguir aguantando esta situación".
 
        
        
    
       
            
    
        
        
	
    
                                                                                            	
                                        
                                                                                                                                            
    
    
	
    

El conflicto en el CIFP Manuel Antonio de Vigo ha escalado hasta la protesta pública después de que el alumnado protagonizara una concentración para exigir soluciones inmediatas a la "situación insostenible" que atraviesan desde el inicio del curso. Los estudiantes denuncian que las obras en el edificio de sanidad están vulnerando su derecho a una educación en condiciones dignas y seguras, generando problemas de salud y retrasos formativos.
La problemática se remonta al comienzo del curso, cuando las clases presenciales se retrasaron aproximadamente tres semanas debido a las obras, sustituyéndose por formación telemática que el alumnado considera insuficiente. Sin embargo, el regreso a las aulas no ha traído la normalidad esperada, sino una convivencia diaria con "niveles de ruido muy altos, polvo constante y protecciones de seguridad bajas".
![[Img #99129]](https://xornal21.com/upload/images/10_2025/191_imagen-ies-manuel-antonio.jpg)
Los estudiantes detallan que están expuestos de forma continua a ruidos de maquinaria como "plataformas elevadoras, radiales, martillos y taladros", que se prolongan durante más de tres horas consecutivas. Esta situación no solo dificulta seguir las clases adecuadamente, sino que está provocando crisis de migrañas y ataques de asma entre el alumnado, que se ha visto obligado a utilizar mascarillas dentro de las aulas.
La formación práctica se encuentra especialmente afectada, ya que los laboratorios permanecen inutilizables mes y medio después del inicio teórico del curso. Según los concentrados, hay "equipos sin colocar, material estropeado debido a las obras y una pérdida de materiales biológicos muy grande" por un mal manejo de una nevera de muestras.
Frustrados por la falta de respuestas tras haber intentado soluciones individuales e incluso reuniones con dirección, los estudiantes han optado por la denuncia pública para reclamar "un mínimo respeto" a sus derechos. Critican que ni la Xunta ni el concello estén interviniendo en un problema que consideran de planificación.
Entre sus demandas concretas, solicitan la habilitación de aulas alternativas o el uso de centros cívicos municipales para poder desarrollar su actividad formativa en condiciones adecuadas. El mensaje final de los concentrados es contundente: "No vamos a seguir aguantando esta situación".



































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